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Channel: Con M de MAMI
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NO SIN MI TETA

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Patético. Triste. Doloroso. Infame. Ridículo. Indignante. Incomprensible. Sorprendente...
Podría seguir y dar una lista interminable de apelativos describiendo lo que una mujer siente cuando se entera de que las valientes que luchan contra el CÁNCER DE MAMA, sí, esas mujeres que se enfrentan no sólo a la incertidumbre del resultado de duras batallas contra esta cruel enfermedad, sino también a los temibles efectos secundarios de la quimioterapia o la radio... ESAS MUJERES (que admiro desde lo más hondo de mi corazón por su valor y fuerza)... ESAS MUJERES NO TIENEN DERECHO A UNA RECONSTRUCCIÓN MAMARIA INMEDIATA o relativamente pronta.
ESAS MUJERES, las mismas que pasan por un largo proceso (no hablo de tiempo, sino de moral) y que se levantan cada día con la firme promesa de "poder" y ganar, tienen un premio que NO merecen: contemplar su imagen en el espejo cada día y no reconocer su cuerpo. NO ES JUSTO. NO ES JUSTO. NO LO ES.
Señores. Una vez más. SOMOS UN PAÍS DE PANDERETA. Somos un país en el que hay dinero para eventos deportivos y muchas gilipolleces innecesarias, pero no somos un país con OVARIOS. No señores. 
Mi padre siempre decía que "el dinero y los cojones ovarios para las ocasiones". Pues aquí nos hemos liado. No entendemos de preferencias. No entendemos de prioridades, ni de humanidad. Patético.
Sí, lo siento. Me cabrea. Me duele. Me quema.

¡¡NO ES JUSTO!!

Yo creí, una vez, que las batallas, las piedras y los tropezones, al final, tienen su recompensa. Que los grandes atletas reciben su medalla. Y no es así. Hagamos fuerza para que ESTAS GRANDES CORREDORAS DE FONDO reciban su merecido reconocimiento.
Pasemos la voz.

CON M DE MAMÁ y J de JUSTICIA y R de RECONOCIMIENTO y A de APOYO

Mujeres, mujeres, mujeres...

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El día 8 de marzo fue el día de la mujer trabajadora. Hay quien no le da ninguna importancia a este día, quien se mofa del nombre que le han puesto o quien replica que "¿para cuándo un día del hombre?". Bien, la verdad es que somos libres de pensar según nos venga en gana y de expresarnos como queramos, siempre dentro del respeto y la empatía (se supone); pero... Sí, hay un "pero". Porque resulta que el 8 de marzo es un GRAN DÍA. 

¿Que no debería celebrarse porque entonces estamos tirando por tierra la igualdad que tanto pedimos y blablabla...? Para los que así lo crean, puede ser. No me lo planteo. Lo que tengo claro es que lo que se conmemora en sí es importante. No hay más. Si yo hoy estoy escribiendo en mi blog, expresándome sin pudor o temor, es porque hubo unas mujeres que en su tiempo lucharon para que esto fuera posible. Sin su lucha, sin sus reivindicaciones, su movimiento y sus ganas de comerse el mundo, yo no trabajaría fuera de casa, entre otras cosas. Así que, para mí, el 8 DE MARZO ES UN DÍA IMPORTANTE. 
Más allá de meternos en intríngulis de machismo o feminismo. Más allá de querer ir de "modernas" o progres. El hecho de que la mujer trabaje, según su libre elección, FUERA DE CASA es, o debería ser, considerado un hito histórico y no una excusa para inventarnos un día "femenino". 
Aún así, y a pesar de que por algo se empieza, creo que (tristemente o no, según se mire) queda muchísimo por hacer respecto a este tema. Las mujeres que trabajamos fuera de casa, también trabajamos dentro. Y las que sólo trabajan dentro, lo hacen y mucho, y sin remuneración ni reconocimiento a cambio. La cuestión es que hemos ganado en independencia pero seguimos siendo carne de cañón, porque, y siempre contando con que generalizar no es del todo correcto, AHORA TRABAJAMOS EL DOBLE. Sí, me explico. Trabajamos fuera y ese trabajo remunerado depende de nosotras, de cómo lo ejecutemos. Estamos mucho más expuestas a irregularidades que los hombres, siempre en el punto de mira si hablamos de embarazos, bajas por riesgo, permisos de lactancia y demás. Nuestra sociedad es moderna, pero no está preparada ni adaptada a una CONCILIACIÓN REAL. Casi que tenemos que pedir disculpas por quedarnos en estado, a pesar de que, por norma general, aguantemos tanto que nos falten segundos para dar a luz en el trabajo en muchas ocasiones. En mi caso, he vivido de primera mano el sentir que "las maestras no tenemos derecho a tener hijos, porque "abandonamos temporalmente" a los de otras". Patético, ¿eh? Pues real como la vida misma, y triste muestra de que, efectivamente, las primeras que hemos de creernos lo de la CONCILIACIÓN somos nosotras. Si no, no hay tutía.
Si digo que trabajamos doble es porque, al llegar a casa, nuestra jornada continúa. Y hay de todo: quien tiene ayuda de personas externas a las que paga, quien cuenta con familia dispuesta, quien se lo come todo sola-solita-sola y quien tiene una pareja o "parejo" que entiende de verdad de igualdad y hace exactamente lo mismo que ella, es decir, ni "colabora", ni "ayuda", HACE. Que digo yo que eso es lo que toca, ¿no? que para algo los hijos son comunes y los espacios de casa también.
Peeeeeero... Sí, siempre hay un "pero". Pero, a pesar de aquellas mujeres que tienen al lado un compañero/a en todos los sentidos, aún así, CARGAMOS MÁS DE LA CUENTA. Sí, o al menos así lo veo yo, y está claro que habrá de todo. Es nuestro sino, o nuestra genética y predisposición natural. Hemos tenido que luchar durante años por poder hacer cosas (que ahora vemos tan normales) como ir a un bar a tomar unas cerves o votar, y sin embargo, no hemos cambiado ni un pelo en cuanto a "la maternidad". La maternidad quitando el lado "físico" o "instintivo" que lleva implícita la palabra, digo. Seguimos sintiéndonos intrínsecamente responsables de todos y cada uno de los aspectos que nacen o desembocan en nuestros pequeños. SOMOS PUÑETERAS AGENDAS. Podemos salir de casa sin calcetines y con un zapato de cada color, y sin embargo, jamás, o en contadísimas ocasiones, olvidaremos lo primordial relativo a ellos (dejando a parte situaciones dignas de chiste y minucias diarias). Es decir, llegamos de trabajar y no paramos el ritmo hasta que no caen rendidos y dejamos todo listo para el día siguiente, que viene a ser como pronto sobre las 23:00. A esa hora ya podemos dedicarnos a la faena relativa al trabajo remunerado y poco más, porque nos queda la energía justita para llegar a la cama. Que si sumamos la lactancia prolongada, sumamos también las noches de sueño interrumpido, claro está.
La historia es que, cansadas o no, con la espalda mal o con un gripAZo de tres pares de narices, no bajamos el ritmo ni a la de tres. Todo, o prácticamente todo, lo relativo a niños y casa pasa por nosotras. Y así, día tras día. Entonces, llegado a este punto, es cuando en mi mente resuena con fuerza la famosa frase "SEXO DÉBIL". ¿PERDOOOOOOOOOOOOOOOOÓN? ¿Decía usted? ¿Sexo qué? ¡Anda ya!
LAS MUJERES MOVEMOS EL MUNDO. Es lo que hay, señores (y señoras). ¿Que lo mareamos más que los hombres? No digo yo que no. Pero lo hacemos girar.
El ginecólogo que hacía la parte teórica en mi preparación para el parto de Pichu (con Rubiazo no fui, ya se sabe, segundos y tal), lo primero que nos dijo a las mother-to be que estábamos allí fue: "ES ADMIRABLE (e increíble) QUE LA MUJER, A PESAR DEL ENORME PESO QUE LE SUPONE LLEVAR A SU HIJO EN EL VIENTRE, A PESAR DE QUE ESE CAMBIO EN EL PUNTO DE GRAVEDAD LE REGALE UNA GRAN INESTABILIDAD, ADEMÁS DE DOLORES MUSCULARES Y ÓSEOS, SEA CAPAZ DE SEGUIR CAMINANDO ERGUIDA Y NO DEJE DE HACER SUS ACTIVIDADES COTIDIANAS EN NINGÚN MOMENTO, COMO SI NADA". Ahí lo tenéis, va en nuestra naturaleza. Somos de naturaleza salvaje, de supervivencia pura, de instintos; somos fuertes, mucho. SOMOS AUTÉNTICAS MÁQUINAS. 
Movemos el mundo en compañía o solas, según elección, pero merecemos que se nos considere PERSONAS más allá de si causamos baja laboral o no por embarazo. 
Y sí, tenemos un día dedicado a nosotras, o mejor, a nuestros logros, dejando de lado feminismos, machismos y extremos. Y ES UN DÍA IMPORTANTE, aunque aún quede mucho por hacer. 
Ya sé, lo ideal habría sido que no hubiera tenido que existir el 8 DE MARZO, y que no hubiera sido necesario tener que cambiar ciertos aspectos que venían con defecto de fábrica socialmente hablando, partiendo de la base de que TODOS SOMOS PERSONAS. Pero no podemos cambiar la historia. Así pues, seamos hombres o mujeres, alegrémonos por los avances sociales y culturales, y celebremos que hubo un día en que un grupo de mujeres se atrevió a alzar la voz y hacerse oír, y que gracias a ellas, hoy las mujeres podemos disfrutar de placeres tan simples, y tan enriquecedores, como, por ejemplo, leer un buen libro.
CON M DE MAMÁ 

Madres, mamás y mamis

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Porque hay de todo en la viña del señor, o eso dicen desde hace siglos, cosa que yo personalmente, me creo.
La maternidad es amplia, rica y muy variopinta en todos y cada uno de sus aspectos y de sus participantes. Y dentro de ella, las situaciones también son para todos los gustos.
Me considero una madre amantísima. De hecho, quien me conoce bien, sabe que así es: mi primera opción siempre son los míos y mi última opción también son ellos. Aparco cosas, por puro instinto, porque ser madre ha relegado otros aspectos de mi vida al último puesto, y no me duele, lo hago sin pistola en la cabeza y sin presión de nadie más que mía propia.
Pero señores, hay días en que el aire es tan espeso que asfixia al pasar por la traquea, y siento la necesidad de salir corriendo a levantar la cabeza y coger una gran bocanada de aire fresco. Y necesito hacerlo sola. Lo divertido, mejor diría lo irónico, de esto es que en milisegundos se me pasa y a otra cosa mariposa, acabo sin mover un dedo y sin ir a por esa bocanada. Me puede mi obligación moral como madre, esa sensación de "me sabe mal", a pesar de tener al lado a quien me anima a que escale el Himalaya si hace falta y si es lo que necesito.
Ayer por la mañana fue un día de esos en que "los hubiera regalado". Supongo que, después de dos noches seguidas luchando con los terrores nocturnos de Rubiazo, mi cuerpo y mi mente no estaban muy "Be water, my friend", así que la energía convertida en pillería, trastada y rebeldía de mis dos amores me pilló fuera de juego, pero total. Y yo sólo quería salir corriendo. Hace poco, mi amiga MaJo explicaba esta sensación de sentirse "la última" como algo intrínseco a la maternidad.
Las madres no tenemos superpoderes, eso es una broma que hemos llegado a frivolizar e interiorizar, y claro, nos la hemos creído. Somos humanas. Somos normales. Nos cansamos, señores, sí. Habrá que devolverles el importe de las entradas al espectáculo de la maternidad si esto no es lo que esperaban presenciar.
Yo me canso
Tú te agobias
Ella se agota
Nosotras somos humanas
Vosotras necesitáis un respiro
Ellas también.
Más allá de entrar en polémicas, que me gustan a mí más bien cero coma, recientemente me ha dado por seguir una corriente que yo interpreto con humor e ironía sanos, algo que ha nacido como un movimiento o club de #malasmadres, y que, bajo mi punto de vista, y siguiendo su pretensión original, no tiene otra razón de ser que la de desdramatizar, ironizar y humorizar las situaciones "cansinas" del día a día de la maternidad. Una especie de grito de "no estás sola cuando sientes que necesitas respirar, desaparecer, pegarte la fiesta padre (bueno, madre, ya que estamos)" que muchas necesitamos poder expresar sin temor al qué dirán ni a la crítica por ser "#malasmadres pero de verdad". Porque según lo veo yo, para llegar a esto antes pasas por dejarte el alma y la piel por los tuyos, vamos lo que toca o yo veo como normal, cada una dentro de un estilo y una manera de proceder, gracias al cielo (¡viva la diversidad!); así que lo de "malas" es parte del juego humorístico y la capacidad de desdramatización. Pero como digo, esto me sirve a mí, que soy de vena irónica por naturaleza y me rio hasta de mi sombra (sobre todo de ella).
Las madres somos una especie a parte, con o sin poderes, pero lo somos. Nuestra capacidad de sacrificio nace con nuestros inicios de vientre fecundado o de firme decisión de adopción. Desde ambos momentos, que en realidad cuentan como uno solo porque ambos suponen el inicio de la MATERNIDAD, nuestro "yo" pasa a ser un "nosotros" para siempre. Y nuestra mente jamás funcionará igual. Para bien, y a ratitos de agobio o cansancio brutal, para no "tan bien".
Nadie dijo que ser madre fuera algo fácil o cómodo. Cada madre es un mundo. Cada hijo un planeta. Y a mí me enamora el alma que así sea.
Lo que jamás debe vencernos es la falta de recursos ante ese cansancio físico y mental. Antes de eso: "corred, malditas". ¡Jajajjaja!
Antes de eso, hagámonos el firme propósito de querernos un poquito, de cuidarnos a ratos, de ver más allá de pañales y cremas... Porque si pretendemos ser mamis modernas y no perder el título de "mamis amantísimas", tendremos que ocuparnos de mantener nuestra esencia personal viva, y a partir de ahí, prolongarla a la maternidad en que se ha convertido nuestra nueva vida; y si eso pasa por escaparnos con nuestro amor, saliendo casi a hurtadillas de casa, mientras acabamos de pintarnos en el ascensor, ¡pues a por ello!
Porque... MOMS RULE, OH YEAAAAH!!!!

La Maternidad de la A a la Z: F de Fe

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Palabra controvertida donde las haya según para quienes. Pero como ocurre siempre con mis elecciones para el diccionario maternal o #azdelamaternidad, FE es la primera palabra que me ha venido a la cabeza al sacar la F de mi bolsa de bolitas con letras (imaginaria, no estoy tan mal). Y como suele pasar, ya no veo más palabras ni aún cogiendo el diccionario. Así que, si FE "me ha elegido", por algo será, y por tanto, me dejaré llevar, a ver qué tal se nos da.
Según los honorables miembros de la RAE, o según su diccionario, la palabra FE es tan corta como intensa, porque tiene un buen número de acepciones. Así que he decidido poneros AQUÍ el enlace para quienes queráis echarle un ojo. Yo he pasado un rato entretenido leyéndolas, aunque como me encantan los diccionarios (ratón de biblioteca me llaman, es lo que hay), pues igual mi opinión no cuenta demasiado.
De las acepciones que he encontrado, y más allá de la típica en la que se pudiera pensar, y de gran connotación religiosa, yo me quedo con éstas:

3. f. Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas.

4. f. Confianza, buen concepto que se tiene de alguien o de algo. Tener fe en el médico.

5. f. Creencia que se da a algo por la autoridad de quien lo dice o por la fama pública.

6. f. Palabra que se da o promesa que se hace a alguien con cierta solemnidad o publicidad.

Creo que mi autodefinición de FE es un compendio de las anteriores, tiene matices de las cuatro, o al menos de la FE tal cual la siento en este momento que escribo, y tal como la he vivido a lo largo del día de hoy.
Hoy no ha sido un día fácil. El 19 de marzo, en algunas recónditas partes del mundo, tenemos la costumbre de celebrar EL DÍA DEL PADRE, y además, aquí en Valencia también se celebra la festividad de San José. Ambos motivos de fiesta familiar hasta el año pasado, porque era el día en el que tradicionalmente nos reuníamos contigo, después de la mascletà, a comer; y siempre con el mismo procedimiento: varias llamadas o sms a lo largo de la semana recordándonos que la mesa, como de costumbre, estaba reservada a las 14:30, justo cuando acabara la mascletà, pidiéndonos que por favor fuéramos puntuales... era TU DÍA. Sólo nos lo saltamos hace tres años, por motivos que no apetece recordar, y que tú quizás ni siquiera tendrás en mente, pero aún así, también estuvimos junto a ti.
Hoy también nos hemos juntado, pero tú no has estado. Aunque si hago caso a mi FE, a mi propia manera de creer en las cosas y en las personas, quizás justo hoy sea cuando más cerca has estado de cada uno de nosotros. Pero mira, a pesar de considerarme una persona creyente, porque creo en la vida, en el amor, en la amistad, en las personas, en lo imposible, en un futuro, en mi presente... A pesar de tener FE en el día a día, en que "las cosas siempre ocurren por algo", en mil y una historias que se supone que han de ayudarme a comprender por qué a veces sucede lo inesperado... A pesar de creer, de equiparar FE a ESPERANZA... A pesar de prometerme a mí misma que "estás" y de hacerle llegar al resto esa FE con la seguridad propia del mejor comercial de ventas... No es suficiente. 
Tengo FE. Creo firmemente en que nuestras almas viven conectadas más allá de la vida terrenal y física. Ahora que soy madre, quiero pensar que el día en que me vaya, el día en que deje de latir mi corazón mi alma batirá fuerte sus alas para revolotear siempre a vuestro lado, pero no de manera asfixiante y posesiva, sino de manera protectora, a modo de luz en la oscuridad, para ser el calor durante el frío invierno, o la sonrisa en un día gris. Os miro dormir y me aterra pensar en no estar a vuestro lado, en no acompañaros en vuestro camino mientras necesitéis mi mano, y es por eso que tengo verdadera FE en que mi energía no os abandone jamás, para que la uséis a vuestro antojo en momentos de desánimo. 
Y es aquí, cuando me pierdo en esos sentimientos entre lógicos y lúgubres, cuando pienso en que tú, PAPÁ, estás aquí, vibrando a nuestro lado, convertido en cúmulo de energía y luz... y puedo ver tu sonrisa, escuchar tu voz, sentir tu olor. Y entonces CREO. CREO EN EL LAZO PATERNO/MATERNO-FILIAL, ese lazo que va más allá del tiempo, la época o la vida. CREO en la unión animal y etérea que conecta nuestras miradas desde el primer momento de vida hasta ese último en el que uno de los dos ha de partir, y que perdura por los siglos de los siglos.
Pero a veces tener FE no es suficiente, aunque mueva montañas y todo eso que cuentan de ella. La maternidad te pone en situaciones de puño cerrado, y te hace cuestionarte hasta las verdades absolutas sobre la salida y la puesta del sol. Tú lo debes saber más que nadie, que has sido y eres padre. 
Yo le pido a mi FE, en todas sus acepciones o en la mezcla de las mismas, que no me abandone. Porque yo quiero seguir CREYENDO en que hay algo más allá de este mundo loco, material y asfixiante. Quiero CREER que nos vamos a seguir teniendo unos a otros SIEMPRE. Que te tengo, que mis hijos te tienen, y que a su vez, ellos me tendrán a mí. 
Pero como soy humana y no etérea, pierdo esa visión a ratos, me hago pequeñita, y entonces va y te confieso que lo que más me gustaría del mundo es que me dieras un abrazo justo ahora. Así que yo no pierdo la esperanza de que eso ocurra algún día. Que de pronto abrace tu pijama y seas tú, y no ese trozo de tela que guardo con el recelo propio de un pirata y su tesoro. Me gustaría CREER eternamente en la magia que hace posible que "estemos", esa magia que adivino en las caritas de mis pequeños y en cualquiera de sus gestos.
Quiero seguir CREYENDO para poder vivir intensa y eternamente MI MATERNIDAD, para mantener vivo ese lazo energético que traspasará fronteras del tiempo y el espacio sólo por estar a vuestro lado siempre que lo necesitéis. Ese mismo lazo que irremediablemente siento cada vez que pienso en ti desde hace 5 meses.
FELIZ DÍA DEL PADRE.

19 de marzo de 2014

CON M DE MAMÁ y F de FE


LAS SEMANAS MÁGICAS: El libro que salvó muchos momentos en nuestra casa

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Soy madre, y no por el hecho de ser más mayor que mis hijos escondo mis sentimientos ante ellos. Creo que es realmente necesario que nuestros hijos vivan en primera persona el estado de ánimo de sus más allegados, para educar así su sensibilidad y evitar que tengan miedo o pudor a expresar cómo se sienten. (Cuando hablo de estados de ánimo, hablo de eso: estados de ánimo, tales como alegría, tristeza, dolor, decepción, sorpresa... Jamás defenderé que unos niños presencien peleas violentas o situaciones "adultas" que no aporten otra cosa a sus vidas más que dolor, vacío, angustia y pésimos patrones de conducta).
Ayer noche, mientras daba pecho a Rubiazo a la hora de acostarse, tuve un momento de "tristeza silenciosa" pensando en mi padre, su ausencia y cuánto lo necesito. Mi pequeño de 17 meses no me vio llorar, ni tampoco me oyó hacerlo, y, sin embargo, de pronto dejó el pecho y me miró intensamente a través de la oscuridad mientras decía "MÁ"; segundos después volvió a cogerse al pecho, pero entonces soltó su mantita, alargó su brazo y abrazó (como pudo) mi cuello, estrujándome contra él todo lo que podía. Repitió el gesto varias veces... y a mí me dejo muda, y con el corazón rebosando amor.
Cuento esto porque con las últimas corrientes, modas y demás historias sobre los bebés. sus padres, el sueño y si sienten o padecen, se me revuelve el estómago cuando pienso que aún hay quien, de verdad, se plantea todo esto. Los bebés son personitas con un corazón virgen, puro, y listo para acoger dentro de sí, en sus mil y un recovecos, todo lo que sus progenitores y entorno volquemos sobre él. Si volcamos amor, reproducirá amor, si volcamos ira, reproducirá ira. Esto no es un descubrimiento ni mío ni de ahora. Es pura lógica o sentido común. Y lleva años, siglos, siendo así. Por tanto, SIGO SIN COMPRENDER ESTA MANÍA TAN MODERNA DE DESHUMANIZAR A LOS BEBÉS. Joder Leñe, compremos robots en vez de "fabricarlos", pues.
Yo es que lo tengo bastante claro: si estoy triste, desolada, dolida, sin fuerzas o decepcionada: NECESITO UN ABRAZO, NECESITO LLORAR, NECESITO DESAHOGARME, NECESITO CARIÑO. Así que entiendo que mis hijos, también. Y, por si cabe alguna duda de ello, pongámonos a pensar en la cantidad infinita de muestras de amor desinteresado que nos dan a lo largo del día nuestros pequeños monstruos, y más si nos ven tristes o pesarosos, al menos en mi casa ocurre así. Para muestra un botón.
Cuando estaba embarazada de Pichu, una amiga de Papi, que acababa de tener un niño, nos recomendó un libro que, para nosotros, fue y es EL LIBRO:
LAS SEMANAS MÁGICAS es un libro que nos habla de ocho grandes saltos evolutivos a lo largo de los primeros 14 meses de vida de nuestros hijos, y nos ayuda a entender el porqué de ciertos comportamientos y reacciones, a la vez que nos da sugerencias e indicaciones para aprender a ayudar a nuestros bebés durante esas "fases de inquietud" o "periodos de crisis". El libro nos descubre como va desarrollándose la mente de nuestros hijos durante esos 14 meses, y en concreto en esos 8 momentos, y explica de qué manera afectan esos importantes cambios a nuestros pequeños, de forma que lo que podría vivirse como "lleva una semana que está inaguantable, no hay quien lo entienda, no puedo más, no entiendo nada, no sé qué más hacer", se transforma en "estamos en semana mágica, va a producirse otro cambio, vamos a ayudarle a hacerlo; si llora es porque se encuentra "raro" y nos necesita". Y yo, como madre de dos, como madre que ha padecido cólicos del lactante (o lo que quiera que sean, porque teorías sobre esto también hay tropecientas mil) y lloros por enfermedad, también he/hemos sufrido esos llantos de angustia, en principio sin sentido, esas épocas con mamitis extra aguda, esos momentos de retroceso en sus avances, esos días de irritabilidad extrema, inconformismo rebelde y timidez exagerada y repentina. Pero en nuestro caso los hemos vivido SABIENDO Y COMPRENDIENDO. Y eso nos ha ayudado muchísimo a estirar la paciencia como si de un chicle se tratara, a ser capaces de "acompañar" a nuestros hijos en esos momentos de desazón y angustia que, juntos aunque agotados, hemos ido transformando en cambios hacia otra etapa maravillosa y en logros que hemos celebrado con ellos. Y no falla, mamis y papis. PUEDO PROMETER Y PROMETO que el libro no falla. O al menos en esta casa y en la de aquellas familias amigas a quienes lo hemos recomendado, ha dado en el clavo de tal manera que llegaba a asustar tanta coincidencia. Era mirar la "tabla de las semanas mágicas" y decir: estaba claro, está en otra fase. Aunque, claro, teniendo en cuenta que sus autores, Hetty van de Rijt y Frans Plooij, no se han basado en la intuición, sino en años y años, y bebés y bebés, de estudio y observación, pues hombre, mucho fruto de la casualidad no podía ser.
¿Que por qué os cuento esto? Pues porque, a pesar de que mi Rubio esté en estos momentos en una de esas semanas mágicas (el libro registra hasta los 14 meses, pero explica que antes de cumplir los 20 meses los bebés dan dos saltos más en su desarrollo, y después varios más, antes de ser totalmente independientes), a pesar de que tenga una mamitis que no se aguante ni él, a pesar de que esté cayéndose de sueño y evite dormirse o que necesite hacerlo agarrado a mí como si no hubiera mañana... A pesar de todo eso, ayer noche mi Rubiazo intuyó que yo no estaba bien, y dejó a un lado sus necesidades para abrazarme y darme amor, así sin más. PORQUE YO LO NECESITABA. Y como la mente humana es así de compleja y curiosa de narices, vaya usted a saber por qué, mi cabecita loca de pronto visualizó la portada de ESTE MARAVILLOSO LIBRO. Y, simplemente, sentí la necesidad de compartirlo con vosotr@s.
A las futuras mamás y futuros papás que decidáis buscarlo... ¡FELIZ LECTURA! A los demás, GRACIAS POR LEERME UNA VEZ MÁS.

CON M DE MAMÁ y S de SEMANAS MÁGICAS




Corrector, divino yeso, tensor... ¡TESORO! ¡Leeeeñe ya!

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¡Aaaay! Nunca digas de este agua no beberé ni este cura no es mi padre.
¿Que no llevo yo meses y meses riéndome partiéndome de mi marido o de mi querida Verotri por los gambazos que escriben en los mensajes, gracias a su CORRECTOR? 
Pues va y me cambio de terminal y en un momento un poco "venga, solidarízate con ellos", me lo dejo configurado con este maravilloso invento (de mieeeeeeeeeeeerda). Y, de repente, paso a ser la persona que más palabras se inventa por minuto y cuyos mensajitos tienen menos coherencia y cohesión que los de nadie en todo el planeta. 
Y me siento gili, porque además no recuerdo cómo cambiarlo (tecnolerda nº1 llamando a tecnolerda nº2); aunque reconozco que mucho no lo he intentado.
La historia es que el put puñetero corrector ha herido mi orgullo, y NO VA A PODER CONMIGO. Así que estoy entre crear un plan de memorización de caracteres, sí, lo que vendría a ser como empollarse el diccionario pero con todas las combinaciones de letras posibles, o unirme al enemigo: pensar una palabra, pero empezar a escribir otra, y así cuando el CORRECTOR me dé la opción que, en realidad, yo había pensado, ¡zas! 1 / 0 para moi. Otra opción es empezar a escribir de motu propio mensajes encriptados tipo:

YOO AHORRO MITAD PREPARAR MEDÍ UNO POSIBLE

Que traducido al castellano castizo es: "Yo ahora liada en medio de un post". ¡PA FLIPAR!

CONO VASCO AMOROSA? o cómo vas amor?

CARVADITA DE CAE o cargadita de faena

MIERDA CORRECTAmierda de CORRECTOR

¡Y a tomar por saco! Que se apañen mis "mensajeados", que entretenido es un rato.Y, oye, con un poco de imaginación se saca.

El CORRECTOR puede contribuir a que tu relación de pareja (si la tienes) se afiance o se vaya al garete en menos que canta un gallo. Si a tu marido, como en mi caso, le da por partirse de risa con tus mensajes, después de haber intentado descifrarlos con mucha voluntad y amor ciego y haber tenido que pedirte el comodín de la traducción, pues oye, da hasta para un tonteo a mitad mañana que os hace sentir que volvéis a los inicios. Ahora, que no sé cuánto tiempo aguantará la tortura de que le escriba en guaraní, sobre todo si es algún mensaje del que espera una respuesta relativamente urgente, y entonces pasaríamos a la opción B: me manda al garete.
De todas formas, hay mensajes que son muy obvios y que podría haber desencriptado sin problema:

ES AÑO POFFIS COGERLO 

que quiere decir, sin duda, ENTRO PARA COGERLO. ¿Que no? Leedlo rápido y veréis como sí. (Cariño, estaba claro; que además tú estabas inmerso en el contexto de la conversación.)
El CORRECTOR también puede contribuir a que quienes no tienen pareja la encuentren. Hay dos opciones: 
1. Escribes a algun@ de tus contactos solter@s cuatro chorradas, por error:

DICIEMBRE ESTE QUE SU QUEDANDO AÑOS ROMA UÑAS CERVEZAS (cabrito del corrector, mira cómo pilla lo que le conviene)

Tu contacto no pillará que lo que le dices es que los del grupo han propuesto quedar ("dicen estos que si quedamos a tomar unas cerves), pero pensará que eres la persona con más sentido del humor del planeta y, a estas alturas, el físico es lo de menos, que en unos años estamos todos calvos y arrugados como pasas y sólo nos faltará que el de enfrente sea un bodrio sin recursos.

2. Intentas mandar un tuit a uno de tus followers pero el CORRECTOR se inventa el nick y tu dedo ya está en el intro antes de que puedas darte cuenta, así que acabas mandándole un mensaje tierno (o raruno, según el humor del CORRECTOR y tu miopía en ese momento) a un desconocido (barra A) y una cosa lleva a la otra y... ¡Rollito de primavera al canto!

OBRA DEJA QUE TENGAN HAMBRUNA (Si leéis esta frase con un pelín de mala leche... ¡Ay, el maravilloso mundo de la libre interpretación)

¡MIERDA CORRECTA!  

Que decía que ¡OS DEJO QUE TENGO HAMBRE! 


CON M DE MAMÁ

10 cosas que "me gustan" desde que soy madre

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Igual decir "me gusta" es un pelín exagerado. Quizás es más sincero decir "soporto", de todas todas.
Ahí va, pues, esa lista que existe sólo desde que soy madre amantísima; os aseguro que, si no, la lista podría ser cualquier otra más... agradable.

10 COSAS QUE "ME GUSTAN" SOPORTO DESDE QUE SOY MADRE:

  1.  Cocinar pescado hervido a pesar de la peste que sueltan los pececitos, tanto en crudo como en cocinado, y que te deja un aroma a mar (Muerto) un par de días en tu cocina, pasillo, y casa directamente. I'm lovin' it!parapapapaaaaá
  2. Tocar la carne cruda de pollo con las manos. Ésta es una fobia que he superado hace tan sólo un par de semanas. Y os preguntaréis: ¿Y cómo lo hacía para cocinar pollo antes esta mujer? Fácil (y los que me conocen bien saben que así era): para empanar pechuguitas, usaba tenedor; y jamás he cortado o troceado yo el animalejo, siempre lo pedía ya así en la carnicería o al señor supermercado. Pero hace un par de semanas, me invadió el espíritu "madre señora/señora madre" y de pronto me vi cogiendo una pechuga, así, como si nada. Eso sí, tampoco me deleité mucho ni llamé a mi señor marido para presumir del hecho, fue rapidito (eso o vomitar).
  3. Tocar cabezas con piojos/liendres. Es que era o eso o renunciar a Pichu. Menos mal que han sido un par de veces, y que la pobre tiene tan poquita mata y tan "tacha" que en ambas ocasiones se trató de un piojo que pasaba por allí por error a dejar algo de carga. Ahora, como a escrupulosa no me gana nadie, al final en ambos casos ya no me daba ni cosa el asunto, sólo pensaba en "erradicar, eliminar, matar". Dios, que psicópata suena así.
  4. Madrugar toooodos los días, sin distinción entre vacaciones y días laborables, porque así aprovecho más mi vida, los días tienen 25 horas y tengo la sensación de que o Dios o quien quiera que sea el encargado de ayudar a los que madrugan, a veces me echa un cable y el día no está mal.
  5. Trasnochar toooodos los días, sin distinción entre vacaciones y días laborables, porque así los días son intensos, vivo la vida al límite y consigo un tono morado verdoso en las cuencas de mis ojos que ya quisiera para sí el maquillador del Cirque du Soleil.
  6. Desvelarme a horas intempestivas gracias a la teta, Rubiazo y su mundo. Es otra manera de sentirme viva, joven, rebelde y transgresora; y de cagarme y de acordarme del amor materno-filial cuando a las tres de la tarde mis ojos se cierran solos y veo doble.
  7. Hacer siestas del borrego en horarios creativos: a las 20.00 o a las 23.00, por ejemplo, despertarte después de hora y pico o casi dos como una rosa y, entonces, aprovechar para continuar con lo que estabas haciendo cuando llamó Rubiazo y que ha quedado a medias. Y acostarte a las tantísimas... Punto 5.
  8. Chuperretear y mordisquear todas y cada una de las sobras de los desayunos, almuerzos, comidas, meriendas y cenas de tus hijos, y descubrir que has vivido engañada toda la vida creyendo que "uf, es que ya no puedo más", ya que desde que eres madre tu estómago ha ensanchado y te cabe todo. O eso o eres una vaca (por lo de los cuatro estómagos, digo).
  9. Quitar algún moco rebelde con ¡¡TU MANOOOO!! Os juro que, otra cosa no, pero los mocos ajenos los vivo con "respeto", y eso que siendo maestra he limpiado y visto mocos a punta pala... Pero tocarlos... ¿¿TOCARLOS?? Sí, hija sí. Si no hay pañuelo en ese momento y tu hija/o lleva una condecoración verde brillante en su nariz, tu mano, pura inercia, va hasta ella y ¡zas!
  10. Los besos babosos (sólo de mis hijos, conste en acta). Decidme que no habéis muerto nunca cuando os han estampado un beso en la mejilla, digamos, mojadito. Y si hablamos de ligues/rollos/novios "babosos", literalmente hablando, ya ni os cuento. Carta de despido al instante. Sin embargo... ¡AAAAYYYY LAS BABAS DE MIS AMORES! Esos besos que te dejan la cara como una patena, o por el contrario te la llenan de yogur y te sirven de peeling facial... ESOS BESOS BABOSOS SON DE LO MEJOR QUE TIENE SER MADRE.
http://blogs.lainformacion.com/con-noticias-de-facebook/files/2012/08/Megusta-peque%C3%B1o.jpg


CON M DE MAMÁ                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

Con ojos de niña

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Me gustaría mirar el mundo con los ojos de una niña, inocente y curiosa, sin segundas posibilidades rondándole en la cabeza en cuanto algo no sale según lo planeado.

Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña y encontrar encanto en la lluvia y en el viento, incluso cuando estos me empapan la ropa o azotan mi cara.

Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña, plantarme tacones, pintarme los morros y cantar, bailar, zapatear, girar y dejarme llevar ante mi público invisible sin que me importe el "qué dirán".


Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña y, así, apreciar la belleza de las cosas simples y que esa bola rosa de plastilina me pareciera un rico caramelo relleno o que el dibujo de un castillo me llevase a otras épocas y me convirtiera en la dama más valiente de todos los tiempos...
Me gustaría mirar el 
mundo con ojos de niña y darme un baño de espuma en mi bañera, rodeada de estrellas de mar y bonitos corales, mientras escucho el canto de las sirenas y los silbidos de los delfines.
Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña, y reírme bien fuerte y alto porque sí, hasta que me duela la pancha de tanta carcajada y me obligue a caer rendida en el suelo.
Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña, y vivir feliz sin la necesidad de plantearme sobre el mañana, y navegar en la inocencia pura de quien no tiene ni conoce segundas intenciones, imaginando que todas las personas tienen el alma limpia y muchas ganas de querer sin más.
Me gustaría que la maldad fuera un mal sueño, que la simplicidad de las cosas reinara en el día a día de la raza humana, que no existieran conductas deleznables, ni actitudes malignas ni crueles, ni la necesidad de hacer daño porque sí.
Me gustaría que cada cual mirase su ombligo para preocuparse por hacer lo que se supone que debe hacer, pero no por mero acto de egoísmo, y que además tuviéramos la capacidad de mirar a los demás con ojos de colaboración, ayuda desinteresada y bondad verdadera.
Creo que entonces, y sólo entonces, yo podría mirar el mundo con ojos de niña y sonreír sin parar.



Para los bajos, para los altos, para los gordos, para los flacos... PARA TODOS

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Para todos es este mundo que tenemos, no importa el color, la raza o la condición. Da igual quien sea nuestro padre o nuestra madre, o si tal vez no los hayamos conocido nunca. La cuestión es que este mundo mundial es de y para todos los que habitamos en él, y teniendo en cuenta que ya hay mucha maldad repartida, crueldad y violencia difíciles de parar (o tal vez no tanto, pero hacen falta medios que no se ponen por escasez de recursos, que a su vez jamás llegarán porque los fondos se malgastan y emplean en el bien de quien no los necesita)... Los ciudadanitos y ciudadanitas de a pie deberíamos centrar nuestras intenciones y nuestras miras en hacer el bien. Y ojo, que no suene esto a discurso religioso porque sólo pretende ser un texto lógico y de sentido común (que alguien a quien quise y admiré mucho decía de él que es el menos común de los sentidos).
LLevo tiempo observando mi alrededor y la verdad, es cansino. Es cansino y deprimente ver como muchas personas viven por y para criticar al resto. No lo entiendo. De verdad. ¿Qué necesidad hay? ¿No tenemos cada uno ya una vida llenita de subidas y bajadas, de entradas y salidas, de principios y fines? ¿De verdad nos urge tanto meter las narices en la vida de los demás y hablar MAL de lo que hagan, sea lo que sea?
Soy una persona 2.0 quizás algo atípica, porque ni soy constante comentando mi TL, o sea mi tuiter, ni puedo (aunque quisiera) comentar todos los blogs que leo ni siquiera contestar los comentarios de quienes comentan mis entradas (MIL PERDONES Y MIL GRACIAS), porque no me da la vida. Tampoco aspiro a que eso cambie, porque prefiero "todo en su justa medida", y eso implica que seguiré siendo un desastre en mis grupos de wassap y no me extrañaría que mis contactos me pusieran algún día en la lista de las personas más "asociales" del planeta
Pero lo que sí que tengo claro es que, con más o menos presencia en este nuevo mundo tecnológico, a lo que NO aspiro a dedicarme es a vagar por las redes para mandar mensajes de mal rollismo y poca solidaridad, críticas infundadas, palabras duras y muy feas contra todo aquel que vea el mundo de manera distinta a como yo lo veo. ¿Que por qué? Pues porque, a mí personalmente, ni me lleva a nada, ni me aporta nada, ni me llena, ni me enseña. Y, además, visto desde fuera es triste hasta la saciedad. No, no es demagogia barata ni hablar por hablar, es que DE VERDAD NO LO ENTIENDO y necesito que alguien me lo explique. Entrar a leer los tuits de la noche para distraerme y encontrarme con comentarios despectivos y de mal gusto dirigidos a madres que hacen A, B o Z... Pero ¿qué más dará lo que hagan o digan mientras no ofendan? Y así hasta el infinito y más allá. Por no hablar de quienes van de luz y son pura tiniebla, que no dejan títere con cabeza cuando se trata de sacar el rencor infundado a pasear disfrazado de sorna y de "pero aquí no ha pasado nada". NO LO ENTIENDO. NO LO ENTIENDO
En determinados momentos en los que presencio tanta maldad disfrazada de ironía sanota y humorística, me apena pensar que, a veces, parece que necesitamos ciertos sustos en nuestra vida para darle la importancia que tiene como tal, y dejarnos de gilipolleces tonterías varias. Qué más dará si hay madres que se hacen llamar buenas, malas, o regulares, o cansadas, activas o amantísimas, o si un grupo de amigas, que además son madres, se considera comunidad, tribu o jamaa (familia en swahili). ¿De verdad os quita el sueño y os hace sentir tanto cabreo y tanta rabia que tenéis que decir todas esas cosas horrendas o poco bonitas del resto de la humanidad? 
Yo es que, personalmente, miro otras cosas en la gente que empiezo a conocer e intento descubrir su verdadero fondo, su "luz blanca", su sonrisa a través de la pantalla en el caso de las personas 2.0, y no entro en su modus vivendi / operandi siempre y cuando la persona en cuestión sea BUENA GENTE, no hay más, y si tengo en cuenta que el concepto BUENA GENTE / BONDAD ya lleva implícito muchas cosas, pues me facilita bastante la vida. Tengo amigas, 1.0 y 2.0, catoliquísimas, amigas ateísimas, amigas agnostiquísimas, amigas madres y amigas no-madres, amigas que trabajan fuera y dentro de su casa y otras que sólo en uno de los dos ámbitos, amigas más negativas o quizás padecedoras, y amigas más positivas o relajadas... Y las tengo y mantengo porque ESTA DIVERSIDAD ME APORTA, ME LLENA, ME COMPLETA Y ME ENSEÑA.
De corazón, LA VIDA ES MUCHO MÁS SENCILLA. LAS COSAS SON MUCHO MÁS SIMPLES. Y las personas... LAS PERSONAS SOMOS DEMASIADO COMPLICADAS teniendo en cuenta que nuestro alrededor es muchísimo más natural de lo que nos empeñamos en creer.
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CON M DE MAMÁ y P de PAZ

ÚLTIMA EDICIÓN: La Maternidad de la A a la Z: U de ULULAR

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Es inevitable que haya dudado si escribir este post o no. Escribirlo significa cerrar una etapa preciosa dentro de mi maternidad "de pluma y tintero". Pero no hacerlo sería quedarme incompleta y no poner el broche final a la parte que aporto a este precioso proyecto: EL DICCIONARIO DE LA MATERNIDAD de Vero Trimadre30.



Permitidme pues que, como no podía ser de otra manera, agradezca a Vero esta deliciosa iniciativa literaria, el único carnaval que he vivido de principio a fin (empecé poco más tarde que el resto, pero recuperé rápido porque me ha tenido tan viciada que hasta he tripitido letras), y que ha hecho posible mi encuentro y amistad con grandes mamás de alma bonita, con ganas de echarle azúcar al día a día, mamis que han pasado la delgada línea que separa la amistad de la camaradería, para quedarse en el lado de la primera para siempre. Habéis sido una suerte en mi camino maternal. Gracias por haber vivido conmigo, y para mí, momentos que hubiera deseado no tener que vivir, pero que eran inevitables. Gracias por alegrarme las mañanas con las risas y las fotos chorras, entre prisas y agobios matutinos diarios. Gracias por las noches de conversaciones, por soportar mis inmersiones momentáneas y tardías en las conversaciones para luego desaparecer al minuto y ganarme a pulso el título oficial de caracol del grupo madrAZas. (¿Aquí no hay icono? Esperad que lo arreglo).

Y GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, Vero. Por hacer posible todo esto y por tener tan bonito el corazón. Por ser la risa espontánea en el momento justo, la madurez y cordura en las situaciones pelín dementes, pero sobre todo, al menos para mí, la MAMI POR EXCELENCIA. Te admiro, no hay más. Y deseo que inventes cualquier otra fiesta bloguera o carnaval para que sigamos escribiendo en comunidad. (Pleeeeeeaaaaassssseeeeee!)

Por mi parte, y como no podía ser de otra manera, cumpliendo tradiciones, las circunstancias de estos últimos días han hecho que mi letra de despedida, la U, empezara siendo UNIÓN y haya pasado a ser ULULAR. El porqué es sencillo: no puedo escribir una entrada a etapas, la esencia se pierde entre las horas muertas, y eso es lo que ha pasado con la palabra original. De todas formas, hay algo en ULULAR(UDOLAR en valenciano) que hace tiempo que me atrae con fuerza, y sabía que en algún momento tendría que escribir sobre ella. La verdad, me gusta mucho como broche final. Dicho esto pues, vamos a darle fin a esta bonita historia, aunque me cueste y me entristezca pensar que "hasta aquí hemos llegado".
Según el diccionario de la RAE:


ulular
(Del lat. ululāre).
1. intr. Dar gritos o alaridos.
2. intr. Dicho del viento: Producir sonido.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados


La verdad, podéis llamarme moñas, pero me parece mucho más romántica la definición que da WordReference, así que con ella me quedo:

ulular 

  1. intr. Dar aullidos o alaridos.
  2. Producir un sonido parecido el viento:
    el viento ululaba entre las rocas. WordReference
Un buen día, escuchando canciones de Pichu mientras íbamos en el coche, una de ellas dijo "udola la lluna", que puede traducirse como "aúlla a la luna o ULULA a la luna". Desde ese momento esta palabra me tiene hechizada, simplemente me parece mágica, y ha pasado a ser parte de mi maternidad ya que, inevitablemente, me hace pensar en Pichu, Rubiazo, y nuestros viajes en coche los cuatro juntos. Y ese pensamiento recurrente, en ratos de baja alegría, me reconforta, me recuerda quienes son LA SUERTE DE MI VIDA desde el momento en que me convertí en madre y por siempre jamás. Son ellos, y sólo ellos, quienes ULULAN a mi alma.


ULULA el viento en mis horas bajas,
conspira en silencio con las estrellas,
ULULA y se lleva consigo el alba,
me deja dormida, sueño despierta.
ULULA el búho y canta a la luna,

mientras mi pecho de amor se llena,
y acoge a mi rubio que se bebe la vida,
a sorbos pequeños mientras me besa.
ULULA la loba y la noche se alarga,  
llamando a las hadas que acuden cautas,
mece a mi niña en sus alas plata,
cantando suaves melodías mágicas.
ULULA mi alma cuando los mira,
ULULA mi instinto cuando se alejan,
ULULA mi orgullo cuando se admiran,
ULULA mi día cuando despiertan.


Y ahora sí... 

HA SIDO UN AUTÉNTICO PLACER COMPARTIR MI MATERNIDAD "AZETEADA" CON VOSOTROS, ESCRITORAS Y ESCRITORES, LECTORAS Y LECTORES. Ha sido una experiencia más que enriquecedora y MUY, MUY BONITA.
Como diría mi amiga Pao... ¡Nos estamos leyendo, ché!

Hasta siempre :)

CON M DE MAMÁ y F de FIN DE LA HISTORIA







Regreso a los ruedos... ¡muy pronto!

Sin frenos

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O eso parece, por como vienen siendo estos últimos días.

El cuerpo es sabio, ya lo dijo... Mmm, no sé quien lo dijo porque decirlo lo dice todo el mundo, pero parece que así es. Y por ello te va dando señales (o gritos) para que vayas frenando el ritmo. Pero como los humanos nos solemos creer todopoderosos, seguimos forzando la máquina hasta que...

Un buen día caes, en picado, sin frenos, a mucha velocidad.... Y el golpe es grande y duele. ¡Te duele! ¡A ti! La que puede con todo, la que tira de su carro y del de quien lo necesite, la que sonríe a pesar de todo, la que saca 28 horas al día... 
He caído físicamente. Mi cuerpo ha reventado y yo, que jamás me contagio de nada, he mandado a paseo esa inmunidad que adquieres con los años de experiencia de maestra, y he pasado unos días en los que no he levantado cabeza, y que aún colean.
Tener la sensación de vivir las cosas a cámara lenta cuando tienes por norma ir al ritmo de la legión, se lleva mal, muy mal. Sobre todo si tu nuevo ritmo te impide ocuparte como es debido (o como tú crees que lo es) de tus hijos, que tampoco están en su mejor momento. En estos días hubo un momento en que, estando mi marido y yo malos-malísimos, Pichu volvió a recaer con vomitona a lo grande y, lo juro, tuve la sensación de que salía de mi cuerpo y observaba la escena desde fuera, todo caos, a cámara lenta. Sí, probablemente ayudó la fiebre, que también tuve. El caso es que llegué a sentirme desesperada. 
Me considero una persona vital, con mucho humor y kilos de ironía para ayudar a relativizar las dificultades que, como cualquier hijo de vecino, he vivido; soy una persona positiva (empiezo a pensar que "lo era") y que siempre tiene una sonrisa en la boca. 
Sin embargo, mi vitalidad se ha ido de vacaciones (de Pascua, las mismas que me ha jorobado al largarse) y mi alegría y positividad peligran seriamente. De hecho, al venirme hacia la habitación con Rubiazo y sus 39 grados (seguimos para bingo por aquí), me ha parecido verlas con una maleta abierta y cuchicheando. No sé si llevaban billetes de tren o de avión, pero parecían contentas, valga la redundancia.
El cuerpo es sabio y está íntimamente ligado al alma. Yo tengo el alma partida desde hace 6 meses y 3 días. Echo de menos a mi padre todos los días, muchas veces y mucho rato. Y no hay consuelo para ese dolor. Esa rotura me ha ido desgarrando poquito a poco cada día, disimuladamente casi siempre, con más estrépito alguna que otra vez. Pero ser madre te obliga a subir la cabeza, alzar la mirada y tirar "palante" para estar a la altura de tus hijos, que se lo merecen todo. Además, eres esposa, y aunque tu marido sea un sol y exija poco o nada, la relación de la pareja está ahí. Y eso lo haces un día tras otro, junto con tus obligaciones laborales y los extras que te salen o que inicias porque, sí, también amas tu trabajo. A eso le sumas la negatividad del entorno, que la hay señores, las malas vibraciones y el karma "espeso" de algunos individuos con los que te cruzas en tu día a día; añades la casa, o mejor, tu manía de querer tenerlo todo controlado y ejercer de agenda electrónica familiar, tu facilidad para romper tus pocos planes personales a la primera que tus hijos mueven una pestaña y... Voilà! ¡CÓCTEL MOLOTOV listo para servir!
El bajón físico que he dado en estos 6 días en los que mi cuerpo ha explotado, mientras el resto de la familia también caía, ha sido muy grande. Y me consta que este episodio no sólo me ha tocado a mí, lo vivimos muchas madres (y padres) a diario. 
Llevamos un ritmo de vida frenético, acelerado. Todo son prisas, segundos que restan, planes que se montan sobre planes: familia combinada con trabajo, casa, agenda social... Vivimos en una vorágine que empieza a darme miedo. 
Como inevitable consecuencia, llevo un par de días planteándome si todo esto vale de verdad la pena o no sería mejor que nos buscáramos un pueblito perdido y nos fuéramos allí a DISFRUTARNOS, pero de verdad. A vivir sin prisas, sin atascos, sin "corre Pichu, que no llegamos", sin la fugacidad obligada de los pequeños detalles, sin la prisa por quemar un día tras otro porque sí, sin desear que llegue la noche "porque no puedo más"... Así NO ES VIDA. Así no, señores míos. Porque la vida no mata de esta manera.
Así que, aludiendo a mi modo positivo de entender las circunstancias que a cada uno le toca vivir, diré que ME HA VENIDO DE MARAVILLA CAER TAN HONDO para quitarme la venda. La misma que me estaba dejando actuar por pura mecánica, por inercia y sin control alguno de mis momentos (y eso que soy de las de disfrutar intensamente de las pequeñeces del día a día).
Así que... ¡HASTA AQUÍ! 
Y releeré estas palabras tantas veces como necesite para autoconvencerme de que, como dice una amiga, CORRER ES DE COBARDES, y, la verdad, a estas alturas yo ya le he demostrado a la vida que valiente soy un rato.

CON M DE MAMÁ y S de STOP!

De tetas, culos y (falta de) cms... 2°capítulo

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No, no se me ha ido la cabeza. Esta es la segunda entrega de "Tetas, culos..." si tomamos como la primera y original ESTAENTRADA de Paula (Yonosoysuperwoman), con la que, por cierto, he empezado el día partiéndome de risa y viéndome muy reflejada, pero en versión mini. Ha sido como leer a Gulliver viviendo en Lilliput.
Para empezar, ésta soy yo:

Y no, no lo soy ni por el brilli-brilli (cualquier día, todo es posible) ni por lo megacuquiflori que es, ¡sino por su maravillosa (no/falta de) estatura!
Mido exactamente 1,60 m, aunque como ya estoy en edad "menguante" quizás haya perdido algún medio centímetro por el camino. Y, efectivamente, siempre quise ser más alta. Bueno, este pensamiento apareció en plena adolescencia, claro, que es cuando todo tu ser está centrado en anhelar lo que no eres y odiar lo que te tocó en el reparto. Yo, mediometro, miraba a mis congéneres y a su vez en la enciclopedia (internet apenas estaba empezando a rodar) y recogía datos sobre la edad hasta la que una chica puede crecer, y nunca perdí la esperanza. Sobre los 18, año arriba, año abajo, se cumplió mi sueño: ¡¡crecí 10 cm de golpe!! Empecé a usar TACONES!!!
Aunque la madurez, y en mi caso sobre todo la maternidad, me han convertido en una persona (casi siempre) segura de mí misma, y en eso entra el físico, evidentemente, esto no fue así en los años de juventud. 
Siempre me vi bajita, y aunque si lo analizo fríamente lo raro era encontrarte a chicas mucho más altas, en mi curso había unas cuantas (Paula, de las tuyas), otras en la media aunque algo más altas que yo, y luego estábamos las mortales: las chapas (que no mascachapas, ojo). Además, como no era bastante desgracia para tu adolescencia verte enana, encima toooodas eran más rubias o más morenas, con menos culo o más tetas, y tenían el pelo más largo y más "vidal sasoon" (era el "pantene" de mi juventud, amores) que tú. Todas tenían la nariz más chata, la cara más redonda y los labios más Angelina Jolie que la propia Angelina. Vamos, que mirarse al espejo en cualquier recreo era toda una oda al "pero tú eres más maja que las pesetas".
Mi hermana Marta, que me quiere demasiado y a la que la objetividad no le tocó en grandes proporciones en el reparto, siempre decía que "me cambiaba el culo" porque (para ella) lo tenía perfecto; y yo mientras soñaba con que un día, no muy lejano, sus tetas se cambiaran por las mías, que apenas existían. Nada, a día de hoy seguimos cada una con lo suyo. Milagros ni en Lourdes (porque estuve hace años y lo pedí).
Así que según íbamos, yo era una chica bajita, de Castellón de la Plana y con el culo respingón. Y cuando tocó pasar a la sierra para dejar el paisaje de llanura, tampoco me sentí mucho más cómoda. ¿No me digáis que en los principios las tetas no asustan un poco? ¡Son feas de narices! Como un par de granos por error. 
Yo en general siempre he sido de constitución delgada, pero además, tengo la ¿suerte? de que también tengo complexión atlética que llaman. O sea, que en la adolescencia se me juntaron los kilos típicos de más situados siempre en los lugares más puñeteros (culo y muslamen) y que, no había corrido ni un km, y tenía los gemelos y las pantorrillas que ya las quisiera para sí Cristiano Ronaldo. Con lo que pasé de ser un fideo a tener sólo la cara de fideo, y el resto sabrosón. Yo me veía a mí misma pues como un vaso de chupito, y vivía rodeada de vasos de cubata, largos y estilizados, y siempre mucho más chic, of course. Y además, siempre aparecía la típica persona allegada a la familia que te recordaba que "estabas de buen ver" (mientras tú, educada en la discreción, te cagabas en sus muertos y le hacías vudú mental en sus arrugas).
Eso sí, tuve la suerte de que mi adolescencia fuera la Edad de Oro del "suéter en el culo", o lo que viene siendo "llevar el jersey/chaquetita atada a la cadera", para desesperación de padres y estilistas y alegría de todas las bajitas de culo sobresaliente como yo. ¡Que lo llevábamos hasta para dormir!
Aunque por otra parte, una de las bromas de esa época fue el calzado que se estilaba: los zapatones, mezcla de mocasín, zapato de payaso y bota Dr. Martens, y que todo dios llevaba, aunque hiciera flaco favor a la fisonomía de algunas. Si a esto añadimos las hombreras, los pantalones vaqueros de tiro alto y camal ancho, las bermudas en verano y las faldas-pantalón (invento del diablo), podríamos decir que... ¡Dios! ¡Tenía que dar pena, porque los gnomos jamás han vestido así! (Y ahora entiendo por qué y porque lo del caperuzo rojo puntiagudo). Para que os hagáis una idea aproximada del asunto a tratar, he hecho un pequeño montaje:


Así que mientras toda la panda de maris de Sensación de Vivir (incluída Dona, que era fea de narices), o de Salvados por la Campana, lucían estupendas cualquier garrumodelo que se pusieran, y parecían megachahis, guapas, altas y de pasarela, yo seguía siendo mediometro, culona unas veces, excesivamente delgada otras (hasta los güevs tooooda la vida del comentario "te has quedado muy delgadita, no?" días después de haber estado mala, por ejemplo)... ¡La cuestión era no acertar, releñe! Y eso sí, siempre que algún miembro de la familia te decía lo estupenda que estabas "así", ¡MIEDITOOOO!
El caso es que bajita o no, con culo o sin él, con cara fina o extrafina (o sea, de compresa),con las tetas más o menos grandes/pequeñas, ¡ME GUSTO AL FIN! Porque si algo me ha regalado la madurez, y quizás ha culminado la MATERNIDAD, es amor por mi cuerpo, tal cual, sin querer verlo diferente. Porque este cuerp(ecit)o SOY YO. Y llevamos tantas batallitas vividas ya juntitos que... ¡mooooola!
¡Ojo, eso no quita para que me plante taconAZo cuando quede con mi amiga Tachenko! ¡O un push up para lucir escotazo juvenil! ¡O que algunos días me levante, me mire al espejo y le diga al troll que veo en él: trollecito, refeíto, ¿puedes apartarte que no me veo?
Truco: ninguno en concreto y todos a la vez, y pensar "si Scarlett Johanson o Salma Hayek lucen redondas y chaparras, YO MÁS".

CON M DE MAMÁ y C de Culo y CM, y T de Tetas 

Hoy he estado tomando café en EL SALONCITO DE MIXKA

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Hoy he tenido el gusto de aceptar la invitación de Vero, del Rincón de Mixka, para tomar un cafetito virtual y estar un rato de tertulia compartiendo vivencias.
¿Pasas por su SALONCITO y te unes a nosotras? ¿Te apetece compartir opinión?
¡Te esperamos! ¡Estás a tiempo!

Un beso.

Con M de Mamá y S de SALONCITO

Feliz día de las #malasmadres

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Malas o malísimas es el título que nos han dado Laura y Verónika, de LNSN y SINPREPALGUNA, y que nos hemos ganado a pulso por llevar meses pensando en una PARTY megachachi en una terracita al aire libre.
Lo mejor de todo son las risas que estamos pegándonos a costa de la fiestecita de postín, organizando nuestra escapada de finde con nuestras amigas virtuales (¡qué ganas niñaaas!) y soñando con horas de risas y charreta ininterrumpidas, o con vernos los caretos resacosos de buena mañana mientras compartimos café y tostadas (untadas en ibuprofeno) en nuestro apartamento cuqui.
¿Ya tenemos todo listo? ¡Yo no! Mi plan A es dejarlo todo para última hora, muy en mi línea. Lo único que tengo claro es que he de coger el sacaleches para ordeñarme entre los compases de "Saturday Night" y "A quién le importa", e invitar a chupitos caseros a toda #malamadre que no sepa con qué combinar su GT.
Además de bailar sin parar, hablar por los codos y hacernos un millón de selfies chorras para inmortalizar el momento (e ir comprobando el estado perjudicado de nuestro maquillaje y la "demacre face" a medida que avance la noche, que una ya no está para estos trotes), como toda #malamadre en potencia que se enorgullezca de serlo, ECHARÉ TERRIBLEMENTE DE MENOS A MIS DOS TESOROS, y soñaré con achucharlos sin parar mientras vuelvo sopa total en el AVE, no sabiendo si todo ha sido el sueño de una noche de preverano o de verdad he estado bailando en una terraza con unas 200 madres locas más y un señor con un nombre muy raro (CYBEX, que no me digáis que su #malamadre no podía haberle puesto al pobre Juan o Pepe, que parece que venga del espacio).
Mientras ese día llega, yo, que desde que soy madre soy muy práctica a la hora de elegir modelitos y hacer maletas, seguiré barajando unas cuantas opciones de vestido para #laparty. Todos los modelitos los he elegido pensando en futuros usos, ya bien como animadora de cumpleaños de Pichu y sus amigos, o para que Rubiazo tome teta pensando que está dentro de una peli Disney. Si es que, en el fondo, ¡tampoco soy taaaaaan mala!

#malasmadres... ¡NOS VEMOS EN 20 DÍAAAAAAAAS! Y yo con estos pelos, estas californianas naturales y taitantos modelos donde elegir y seguir sin ver la luz.

¡FELI DÍA A TODAS!
CON M DE MAMÁ

Me faltas tú...

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A lo largo del día siempre hay un gesto, un guiño, un momento, una palabra... algo que me lleva a ti, a ver tu cara sonriente, a sentir tu mirada profunda y sabia, a oír tu voz en la lejanía del recuerdo.
A lo largo del día hay muchos segundos en los que mi mente viaja a tu lado, a tu casa, a tu sofá, a tu batín de cuadros, a tus gafas junto a tus zapatillas, a tu cigarro apagado junto al rosario y el montón de libros. Siempre admiré tu pasión por la lectura y me enorgullece saber que la he heredado, aunque hoy por hoy no tenga tiempo para disfrutar de ese lujo.
A lo largo del día siempre llega un punto en el que mi subconsciente me falla, se burla y me impulsa a llamarte por teléfono para contarte, por ejemplo, que nos vamos un par de día a perdernos en la montaña.
A lo largo del día ME FALTAS TÚ, SIEMPRE, con la misma urgencia hoy que el primer día que dejaste esta vida para convertirte en eterna luz de estrella. A lo largo de la noche, ME FALTA TU BESO, TU ABRAZO, saber que estás a una llamada de distancia o a quince minutos en coche.
A lo largo de estos seis meses largos... sigo esperando que tu ausencia sea un mal sueño, que no sea real, que esa resurrección de la que hablan sea cierta, que tu abrazo vuelva a ser tangible y tu voz sonora, que tu cigarro siga encendido, tus gafas reposen junto a tus zapatillas mientras haces la siesta, tus "vete a casa ya, pesada, que tienes obligaciones" sean audibles... ESPERO, y sueño con que algún día, a lo largo de cualquiera de estos, VUELVAS PARA QUEDARTE, o me hables, o te quedes un rato en el sofá junto a mí, y hablemos como antes de lo divino y lo humano.
A lo largo del día... Ya son muchos, PAPÁ.

TE QUIERO, HASTA LA LUNA Y VUELTA. SIEMPRE. A LO LARGO DE TODA UNA VIDA.

CON M DE MAMÁ

Y tú, ¿de quién eres?

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(... ¡De Manolitaaaaaa!)
Es que oye, con tanto término de tribu urbana y rural, yo ya no sé si esto es tan sencillo como simplemente "ser o no ser", porque parece que en el "that is the question" el that se nos complica.
Hippies, punks, heavies, skaters, pijis, surfers, rastafaris, góticos, hipsters, modernos, freaks, nerds... Tela, ¿eh? Que casi hay que sacarse un título universitario (ahí lo dejo, amigo Wert, que total, otro despropósito más no desentonaría nada).
Yo hasta "góticos" lo tenía todo controlado, ahora, a partir de ahí, ya se me escapa tanta novedad. Y, claro, así no hay quien se ubique. ¿Entonces en qué grupo caigo yo?
Pues pensaréis que es una chorrada, que la es, porque el grupo al que pertenezco lo tengo clarinete: al de las madres, bueno, mejopeor, al de las MADRES MAESTRAS (¡Uuuy! Caution my friend!); pero aun así... Yo he hecho un estudio de campo y éstas han sido mis conclusiones sobre las diferentes tribus y yo misma:

Hippie: Me encanta la estética hippie. De hecho, durante un tiempo en que me creí megamoderna, a mi hermana Marta y a mí nos dio por ponernos trencitas en el pelo (pero no todo el pelo lleno, unas cuantas, que queda más cutre) con una bolita al final. De ahí pasé a las típicas faldas largas que se guardaban hechas un nudo, y continué con camisas con dibujos imposibles y mangas acampanadas. Y tan pichi yo, oigan. Algo queda. De hecho, ahora que empieza el buen tiempo, sólo me faltaría ir diciendo "Haz el amor y no la guerra", porque el verano siempre invita a vivir un poco más a lo Woodstock.

Punk: Pues... si haber soñado con llevar el pelo rosa y haberme quedado con antojo de piercing en el labio cuenta, algo de punk también tengo, sí. Sólo subí el primer escalón: piercing en oreja y ombligo, y las crestas se las hago a Rubiazo, que así remato la cara de sinvergüenza que tiene.


Heavy: Algo hay también sí, que con eso de que me vuelve loca la música, he de reconocer que Metallica, entre otros, "¡me mola mazo, tíaaaaa!" (esto màs que heavy me ha quedado pelín choni, ¿no? ¡Anda, otro grupito!). Y que oye, pegar botes en el sofá, tirando la cabeza hacia delante y hacia detrás, a lo Europe en su famoso estribillo: tararantán, tararantatán, tararantantán... It's the final countdown! ¿quién no lo ha hecho y/o lo sigue haciendo? Aunque en realidad, lo que de verdad me da la esencia heavy, es mi manía de siempre de hacer cuernos (he dicho "hacer", no "poner", ojito). Tal cual, ¡qué vamos a hacerle! Y me sigue pasando; es ver una cámara y tener que hacer grandes esfuerzos por controlarme, aunque si es un selfie acaban cayendo.


Skater: Si tenemos en cuenta que cuando he patinado he intentado hacer saltos imposibles (con trompazos de esos que duelen a quien mira), y que es ver un monopatín y sentir la necesidad imperiosa de subirme en él... O robarle el patinete a Pichu y hacer el cabra... Un trozo de mi alma pertenece a este grupo. ¡Es que me gustaría tanto tirarme por una de esas rampas imposibles y volar encima del monopatín! Si no lo hago es porque no me veo capacitada para cuidar a mis dos retoños escayolada del meñique a la boca, que si no...


Piji (que no pija): Bueno, si decir "o sea" e "hija" unas cuantas veces cuenta... Algo debe haber. Eso y combinar la ropa interior con la exterior, adorar el shopping, tener más zapatos que Imelda Marcos y querer darle a todo un toque chic, además de ser fan de los sitios cuquis y la cocina de diseño (bueno, soy una zampabollos, soy fan de cualquier tipo de cocina) hacen, si queréis, que otro trocito de mi alma vaya a parar a esta tribu. Peeero que conste en acta que sería, en todo caso, por el estilo, que no por las formas. Que yo soy más de andar por casa que una babucha de cuadros (con batín a juego, eso sí).

Surfer: Teniendo en cuenta que en mi tierna adolescencia fui fan número uno de los Beach Boys (y no, no era su época dorada, ya andaban machuchitos), que sigo soñando con aprender a hacer surf, que hice bodyboard en mis tiempos mozos y me creí KellySlater, que de normal mi melena lleva mechas californianas naturales (de esas que te has currado a base de sol, playa, cero visitas a la pelu y nada de mascarillas... ¡Con lo que yo he sido!) y que me he tragado documentales de surfistas y demás como si me fuera la vida en ello... Yo diría que en otra vida debí ser campeona saltando olas fijo. Everybody's got surfiiiing, surfing USA!!


Rasta: Because I got high, because I got high, because I got high, tararatatata! Mi melena, la surfer, previamente ha tenido unas épocas rastafaris que ya hubiera querido para sí Bob Marley. En un viaje a Mallorca mi cepillo se rompió al intentar peinarme un nudo (mejor dicho: EL NUDO) en la zona de la nuca. Llegué a Valencia y tuve que ir directa a la pelu, porque ni bebiendo acondicionador podía peinarme, no digo más. A parte, adoro el reggae, oh yeah! Getup, standup, standupforyourrights! (Nos va que ni al pelo este estribillo ahora, oye). Y, confieso, siempre quise llevar rastas, he ligado con chicos que las llevaban, y me he quedado con la espinita de pasar noches enteras tocando los bongos (literal, señores, no me vengan a buscar figuras poéticas ahora) alrededor de una hoguera. 


Góticos: En la actualidad, mis ojeras perpetuas y ennegrecidas se encargan de darme el aspecto perfecto para poder ser líder de esta tribu. Eso y la palidez propia de toda madre que duerma mal y poco por la noche y desconozca el significado de la palabra "siesta". ¡Ni vestir de negro me hace falta, que la cara lo dice todo! La cruz no la llevo colgada al cuello, va a la espalda, junto con el resto de bultos y trastos con los que salgo de buena mañana. Es que ni MarilynManson tiene más esencia gótica que una madre metida de lleno en su papel. Así que, como diría la Panto: ¡Yo soy eeeeesa!


Y hasta aquí mi estudio de campo (y playa). El resto de tribus os las dejo a las madres y no madres de veintitantos, que a mí ya me pillan más añeja y poco se me pega de ellas.


Y tú, ¿de quién eres?


CON M DE MAMÁ y T de Tribus

Si no puedes con tu enemigo... ¡únete a él!

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Soy optimista, soy paciente, soy una madremachine("... si no son micromachine, ¡no son los auténticos!", ¿Os acordáis? Si la respuesta es no, nada mejor que un largo silencio administrativo, ¿ok?).
Soy optimista, soy paciente, soy una madremachine.
Soy optimista, soy paciente, soy una madremachine.
Soy optimista, soy paciente, soy una madremachine...
¡Los cojones! ¡Y una mieeeeeeerda! ¡Vaya trola! (Ésta sí, ¿no?)
Llevo parte de la tarde cantándome interiormente este magnífico mantra que me he inventado y autorregalado, pero, o no lo entono bien, o es que son tres mentiras como tres pares de narices. ¡¿Pero qué clase de polen están escupiendo plantas y flores esta primavera que mueve tanto a los niños?! Y encima lleva un componente para padres también que lo que provoca es justo lo contrario: nos roba la energía (¡claro! ¡y se la da a ellos!). Y hablo por toooodos los niños con los que me codeo, que son muchos, y por los míos propios. Vamos, que en un estudio de campo esto vendría a ser un: "99 de los 100 niños observados blablablabla...".
Para no hacerlo largo iré al grano, porque hoy no me van ni el cerebro ni los dedos, y encima me he puesto una lista de Spotify que se llama MOMENTO GINTONIC, gracias a la cual tengo unas ganas de liarme a leches con el primero que pase que no me aclaro, ¡¡vaya tela con la alineación de planetas, Murphy y el karma de las mariposas!!
Paso a relataros mi tarde de hoy, obviando la maravilla de día laboral que he tenido, y el previo y completo que tuve ayer lunes:

1er momento glorioso de la tarde: Rubiazo empieza a llorar porque quiere bracito, pero como a su madre no le apetece que la multen, lo ignora mientras conduce (velocidad crucero) hacia casa, soñando con verlos a los dos metiditos en la bañera jugando tranquilos mientras ella tuitea/feisbuquea y todo lo que acabe en "ea".

2º momento glorioso de la tarde: Rubiazo descubre que enfocar la ducha hacia la cara de su hermana es divertido. Pichu se parte en banda ante la genial ocurrencia e intenta robarle el teléfono (de la ducha) para devolvérsela. Entre risas y forcejeos, mamá recibe un chorro directo a los ojos, que le impide ver durante unos segundos... Los justos para que la líen parda: suelo encharcado, agua por todas partes y mamá como recién salida de la lavadora.

3er momento glorioso de la tarde: o EL MOMENTO, el mismo en el que Rubiazo dice "caca" y mami, resignada, le dice: "en la bañera no se hace pipi, cochinote", confiada porque es lo que siempre dice cuando se le escapa el pis dentro de la bañera. Hasta aquí, sin novedades. Pero al ratito, ¡ay, inocente!, mamá detecta algo con forma de haba (ale, ya no coméis en un tiempo), y que no es un juguete, paseándose por la bañera... ¡NO PUEDE SEEEEER! ¡DIME QUE NO ES VERDAD! Sí, lo es: HABEMUS CAGARRUTA DE CABRA IN THE BATH! Si hemos de ser positivos... Una suerte no haberles puesto la bañera hasta los topes de espuma y haberla localizado ipso facto. Para rematar, mientras Pichu salía y yo le echaba un cable, Rubiazo se pone de pie y deja al descubierto otro "huevo" que había estado incubando. Esmuy bien todo esto, sí.

4º momento glorioso de la tarde/noche: la cena, durante la cual Rubiazo derrama toda el agua y mientras yo saco el gadgeto-brazo para coger papel,a él ya le ha dado tiempo a chapotear con sus manitas y ayudar a que el agua encuentre su camino a todas partes, incluído él: ale, a por la segunda muda de la tarde.

5º momento glorioso de la tarde/noche: sin duda el momento rey. Cuando mi Rubio empieza a comerse las fresas súper bonico y civilizado, y de repente se le cruza un cable, coge una fresa y la lanza con todas sus fuerzas intentando meterla en el vaso, mientras grita "¡¡cacaaaaa!" (canasta, en su lengua de trapo)... y por puro reflejo, y llegados ya a un punto de enajenación mental considerable, va y a mí me da por gritar: "¡¡CANASTAAAAA!", para regocijo de Rubiazo que me mira pletórico y lanza otra fresa berreando "¡¡cacaaaaa!!". Y no, no fue un premeditado "si no puedes con tu enemigo, únete a él".

(To be continued... que me caigo de sueño)
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Llegados a este punto decidí que lo mejor era bajarlo de su silla, cerrar la puerta del comedor, y dejarlos jugar ilimitadamente hasta que cayeran rendidos por pura necesidad, mientras yo los miraba en la distancia, desde el sofá sin dejar de sonreír (sigo con agujetas en la boca, imaginad lo que duró la escena). Eso sí, funcionó, ¡pude con ellos siguiendo su misma estrategia: "esto es Jauja, todo vale"!

Ahora, por favor, absteneos de preguntar qué tal ha ido la noche...
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CON M DE MAMÁ

Subiendo p'abajo, bajando p'arriba...

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Así, en plan montaña rusa, transcurren los meses, los días, las horas y cada momento de nuestras vidas.
Nos paseamos por circunstancias que pasan de ser grandiosas a grandiosamente dificultosas. 
Nos tropezamos quinientas veces con el mismo pedrusco aun viéndolo desde la lejanía.
Nos lanzamos al mundo de la estrategia para evitar daños mayores. 
Compramos boletos de rifa cuyo premio es la madurez a pasos agigantados para recibir, con suerte, el reintegro y poco más.
Nos precipitamos al vacío de la felicidad inconsciente y nos dejamos llevar durante todo el tiempo que se deje.
Nos cargamos a la espalda la mochila con nuestras cruces particulares, y emprendemos el viaje a nuestro futuro.
Nos encariñamos con ciertos lastres, y tardamos en aprender que soltarlos es el primer paso hacia la libertad.
Nos exigimos cumplir en todo, con todos, a toda hora y olvidamos que los límites existen.
Nos marcamos metas inalcanzables que hacemos posibles gracias a nuestra persistencia y nuestras ganas de seguir.
Nos caemos y levantamos, lloramos, reímos, nos desesperamos, resurgimos una y otra vez con aires renovados y unas ganas tremendas de comernos el mundo, regalamos buenas vibraciones y otras veces las robamos, intercambiamos miradas que equivalen a tomos enteros de complicidad y magia, nos bebemos la vida a sorbitos, a veces "sorbazos", corremos, paramos, saltamos, gritamos, callamos... Y, una vez más, respiramos hondo... ¡Y seguimos!
La vida es maravillosamente complicada y enrevesadamente sencilla, todo depende del ángulo desde el que queramos mirarla.

Este post es mi particular homenaje a aquellas personas maravillosas que tengo en mi vida, las que han estado en ella y han dejado su huella, las que llegaron un buen día para quedarse y las que lo estarán siempre porque velan desde su estrella por mí y los míos. Es un aplauso a sus hazañas diarias, su fuerza interior, su sonrisa de cada día y su amor por la vida. A todos vosotros, que sabéis quienes sois, GRACIAS POR VUESTRA VALIENTE MANERA DE VIVIR LA VIDA, DE SUBIR P'ABAJO Y BAJAR P'ARRIBA. Y, cómo no, GRACIAS POR QUERER COMPARTIRLA CONMIGO.

CON M DE MAMÁ

Las buenas madres van al cielo, las malas... EVERYWHERE!

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ENTRADA REEDITADA AL HABER DESAPARECIDO MISTERIOSAMENTE DEL MAPA... Lo siento muchísimo por los maravillosos comentarios que me habías dejado :(
Posted: 28 May 2014 12:30 AM PDT
Y por eso una servidora hizo la maleta y se fue de viaje exprés a los Madriles porque a Laura Baena, mala madre en potencia donde las haya, le dio por montar un fiestón cuquiclassypinkygirlyvintageideal el 24M, y yo no me lo podía perder.
Eso sí, antes de irme a la estación del AVE, como en el fondo soy la oveja negra de las #malasmadres, hice un bizcocho de chocolate en forma de corazón con Pichu y Rubiazo, que el pobre lleva una temporada obsesionado con la repostería, como si en su anterior vida hubiera sido pastelero de la corte: "tataaaaaaaaaaaaa, tataaaaaaaaaaaa... (tarta)" mientras coge la sillita, la arrima a la bancada de la cocina y se sube a ella con cara de bichobola zampón.


Me fui con una mezcla extraña de sueño (gracias Rubiazo por esta semana taaan gratificante), sentido de culpa por largarme de farra a la capi con un grupo de 250 madres (igual de) locas, y emoción y nervios por poder abrazar, por fin, a mis madrAZas del alma, Vero y Blanca, volver a compartir confidencias con Majo y Paula, y desvirtualizar a otras mamis con las que interactúo (lenta, pero segura, que yo soy así) a través de TW o el blog. Y, oye, fue subir al AVE y desaparecer el sueño y la culpa, que al no llevar billete, prefirieron quedarse en la estación.
Primera desvirtualización espontánea y de "pensat i fet", la de Paula, @diybyPaula, que proclamó a los cuatro vientos que iba camino en el AVE y, como yo también lo había anunciado ya, capté su onda al vuelo y nos pusimos a tuitear con dos vagones de diferencia. Cafetito más que agradable en la cafetería y charla divertida con denominador común: ¡estamos como una cabra! ¡A Madrid a una fiesta del +Club de Malasmadres !
Llegamos a Atocha y me aseguré de que, antes que mi propia vida, no se me olvidara "el look" para #LAPARTY24M que iba a parte de la maleta, y que tantos quebraderos de cabeza me había dado, porque, finalmente, no pudo ser, no llegaron los modelitos desde los USA a tiempo, esos que yo había tuiteado hasta la saciedad...


Así que tuve que buscar look alternativo para estar a la altura de las circunstancias... ¡Y, evidentemente, después de las 800 consultas a mis "caraBeteras" del alma, no podía perderlo!

Llegué a Atocha con mariposillas en el estómago volando a la velocidad del rayo, mientras pensaba: ¿pero tú, en qué berenjenales te metes a tus taitantos años, hija"? y sonreía sin parar, como si me hubiera inyectado kilo y medio de botox en cada mejilla. La sonrisa pasó a "sonrisa Joker" después de subir-bajar, subir-bajar y volver a subir-bajar la calle del Ministerio de Agricultura (llego a hacerlo una vez más, y me nombran ministra por pura pena), al compás de mis ¿amigas? Vero y Majo, que daban unas indicaciones que ya las quisiera para sí el google mapsestamos en un bar al lado de Atocha, ahora ya no que hemos salido a por ti y estamos bajo los arbolitos (mirar a un lado, mirar a otro y pensar: "guay, debe haber como unos 200 arbolitos nada más"), estamos en frente del Ministerio de Agricultura, no, no, hacia arriba, pasando el Ministerio, pero en frente de Atocha... Y para rematar, escuchar la frase estrella: TIENES QUE VER UN JARDÍN MUUUUY GRANDE, mientras a un lado divisaba una gasolinera y a otro una jardinera en medio de una mini calle que de jardín grande no tenía ni la "j". Así que después de unos veinte minutos de romántico paseo madrileño empujando mi maleta llena de "por sis", cargando con la funda del look y las capas de ropa que iba quitándome a cada nueva carrera, un señor muy amable (porque me salvó la vida), que escuchó que decían jardín y grande en la misma frase, se apiadó de ellas mí y les dio la clave: ¡¡¡¡El jardín grande es EL RETIROOOOOOOOOOOOOO...!!!! (¡¡El puto puñetero Retiro, señores!!, nada más y nada menos... el jardín grande... y que me perdonen mis amigos madrileños por los improperios).
Confieso que hubo un momento en que pensé: narices, a ver si lo que quieren es que me canse antes de #laparty y me vuelva en el AVE ya, para así tener más espacio en el mini apartamento. Si no llega a ser por las lágrimas de Tri... y las de contagio de Majo, pienso que había cámara oculta. Total que así salía yo de casa (y del AVE):


Y de esta guisa me arrastraba yo por las calles de Madrid a la media hora de llegar a la capital:

y con este aspecto de loca sudorosa y ZARRAPASTROSA tuve el placer de conocer, charlar y reír antes de la fiesta a Nuria, Arusca y Olga. 


Eso sí, zarrapastrosa pero feliz porque... ¡¡¡al fin estaba con mis amigas!!!
Las (pocas) horas restantes hasta #laparty fueron el preámbulo de una gran noche, sin duda, debe ser que por eso llegamos pelín tarde al evento teniendo el apartamento en la calle de detrás; eso sí, con medias, helados y muffins en el cuerpo, y maquilladas y peinadas después de una sesión adolescente total del tipo: yo te peino, tú me maquillas, ella se pone nerviosa porque no llegamos. 
Pero llegar, llegamos, irradiando felicidad por los cuatro costados y con cara de relax total por estar alejadas de obligaciones, presiones y lavadoras que poner. Objetivo cumplido. @malasmadres, here we go!!


Con Majo y Vero... Mis compañeras de confidencias y risas en estas 24 horas exprés. MIS AMIGAS.
La fiesta fue un cúmulo de momentos divertidos y entrañables: reencuentro con mi querida Paula, metida de lleno en su papel de musa malamadre, desvirtualización de nuestra dulce Blanca, por fin... 

Con Majo, Vero, Blanca y Paula. No puedo quereros más, madrAZas... ¡Cuánto habría dado por tener en la foto a Veromix, Pao y María completando el grupAZo!

Más reencuentros y desvirtualizaciones de mamis de las que tuve la suerte de disfrutar a lo largo de toda la noche, e incluso de continuar la marcha una vez acabada #laparty: Clara,

María, Let, Diana, Bego, Lorena, Ruth, Natalia, Izaya...


Y tantas otras con las que, al menos, intercambié un par de besos y una sonrisa cómplice. Y con las que no fue así, mil disculpas, porque entre que éramos muchas y que yo soy la persona más empanada del planeta... Lenta, pero segura. Espero poder achucharos en la próxima.
Hubo muchos momentos de risas: cuando descubrimos la estupenda parada de metro "vodafone Sol", y creímos que acabarían tirándonos a patadas de tanto cachondeo y de tanto cebarnos con el nombrecito de marras (¿eh, Vero?),

mientras nos hacíamos fotos en el divertido photocall intentando parecer dignas para acabar haciendo el gili, 
 

De izda a dcha: Blanca, Vero, servidora, Paula y Majo.
mientras decidíamos si atacar o no la mesa dulce o mientras el camarero nos soltaba un "ni puta idea" partiéndose de risa,



cuando bailamos y copeteamos,


cuando nos hicimos selfies, like teenagers que posan para su foto de tuenti o creyéndonos Helen Degeneres & cia,

cuando recordábamos las mil y una anécdotas vividas las horas previas, cuando descubrimos que los jóvenes confunden "divorciada" con "madre", cuando el tatuador de la fiesta se convirtió casi en TT de la noche, la escapada furtiva en mitad de la fiesta al apartamento a por nuestras bailarinas salvadoras, porque creíamos morir con los taconazos...


el momento bragafaja "bailemos limbo" con Paula,

cuando entramos en el Larios identificándonos como @malasmadres y cantando a grito pelado "¡¡Resistenciaaaaa!!"... 

En resumen, para mí la fiesta fue éxito rotundo porque fue un auténtico regalo: 24 horas para mí, para mis amigas, para confidencias comiendo chocolate a las tantas de la mañana, wassapeando con Vero a un metro de distancia para no despertar a Majo, o mientras nos preparábamos para el eventazo, risas y buenas conversaciones en el desayuno/almuerzo de despedida con parte de la comitiva de la noche...
Con Vero, Majo, Blanca, María y Diana.

Y además, ¡¡¡no me pudo gustar más TODOOOO lo que encontramos en LA PARTY!!! La banda que trajo el Sr. Cybex, la decoración, los stands preparados, todos los detallitoAZOs para las 250 @malasmadres (gracias @lavandclothing, adoro mi pañuelo),




la música de la disco, las vistas desde la terraza del hotel Emperador, el ambiente y el buen rollo general. 




¿QUE REPETIMOS CUÁNDO? Es que no me quedé con la fecha, muy en mi línea... 

Por todo ello, gracias Laura y equipo @malasmadres por hacer posible este encuentro mágico, por convertir una fiesta en la excusa perfecta para compartir un finde con quienes tanto tenemos en común: otras madres.
De todo el finde en Madrid me quedo con muchas cosas, entre otras con la pulsera #malasmadres identificativa, ya que la hicieron a modo tatuaje y creÍ que moriría con ella puesta, pues cada intento de quitárnosla al llegar al apartamento suponía un milímetro más de presión "cortavenas"... :)



Me quedo con la sensación de haber vivido mucho en muy poco, con esas ganas locas de repetir, de coger el tren y reunirme con mis friends, con las lágrimas de Vero al verme, con las de las tres al despedirnos, con mis nervios en contraste con la tranquilidad de Majo cuando casi perdemos el tren por creernos entendidas en el metro de Madrid, con la vuelta en AVE charrando sin parar 


y tuiteando con toda la gente bonita que he conocido...

Pero... mi mayor satisfacción se cumplió al entrar en casa y ser recibida por mis tres tesoros, Pichu, Rubiazo y Papi, con tres sonrisas tan grandes como tres soles, comiéndome a besos y apretándome fuerte mientras gritaban "¡¡mamaaaaá!!". Porque más allá de fiestas, escapadas, GTs, música y confidencias... LO QUE DE VERDAD ME DA LA VIDA ES LA GRAN FAMILIA QUE HE CREADO JUNTO AL MARIDO MÁS MARAVILLOSO DEL MUNDO (cariño, que en unos meses dicen que hay otra #party... ¡TE QUIERO!).

CON M DE MAMÁ y de MALAMADRE y de MADRID y P de PARTY y A de AMIGAS y AVE y R de RETIRO...

¡AAAAAy! Que casi olvido el momento remate a un finde perfecto: cuando el espíritu FÉLIX RODRÍGUEZ DE LA FUENTE se apropió de mi ser, y saqué esta tierna foto de una madre "pájara" alimentando a sus crías con las miguitas que caían de nuestro desayuno... 




Un claro y precioso mensaje para un finde perfecto: simple y llanamente, ADORO SER MADRE ( y de las malas, ¡¡que son las que van a todas partes!!).

CON M DE MAMÁ
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