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Channel: Con M de MAMI
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Querida amiga...

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Qué decirte que no sepas ya de lo puta que puede ser la vida en ocasiones. Qué contarte que te haga sentir mejor y garantice que te dura para siempre ese estado de bienestar sentimental.
Pero sabes de sobra, porque lo has experimentado en tus entrañas, que LA VIDA TAMBIÉN ES REGALO. Y aunque en días como hoy te cueste encontrar claridad y paz interior, piensa que sólo necesitas girar la cabeza y admirar las sonrisas de tus pequeños, su delicada expresión al dormir, sus manitas agarradas entre sí...
Cuando sientas la necesidad de gritar, hazlo. Hay mil formas de gritar y que el mensaje nos llegue en señales de humo, de las que van directas al alma. Nosotras estamos atentas, descuida.
Cuando sientas la necesidad de llorar, hazlo. No retengas la sal que pide salir para dejar paso a la dulzura del día a día, de la rutina con los nuestros que nos salva irremediablemente del batacazo que acecha.
Cuando sientas la necesidad de reír, hazlo, histéricamente, hasta que te duele la cara y tengas que sujetarte el estómago.
Los días pasarán rápido, llegará la noche y verás... Que no estas sola. SIEMPRE va a estar una estrella brillando por ti, para las largas noches o para las noches cortas por falta de sueño.
Y lo más importante: No dejes que TU SONRISA se apague nunca. Esa SONRISA que ilumina a quienes tenemos la suerte de tenerte en nuestras vidas y que te queremos por ser así: RADIANTE POR DENTRO Y FUERA.
TE QUIERO PEQUEÑA, HASTA LA LUNA Y VUELTA... Y ya sabes, ¡contigo al quinto pino!

CON M DE MAMÁ y A de Amiga


Yo confío, tú... ¿confías?

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Rubiazo se va a la granja. Sí, sí, a dormir. 

Ahora es cuando se escuchan los: "¿cómo? ¿a dormir? ¿con lo pequeño que es? ¿y lo dejas? Pobrecitooooo... Estás locaaaa..." Y un sinfín de preguntas y exclamaciones más que hacen que Maléfica, que tan de moda anda ahora, a mi lado sea un oso amoroso.

Pues sí, Rubiazo, con sus 19 meses recién cumplidos, se va a la granja a vivir una experiencia inolvidable, a dormir una noche fuera de casa con sus compis, lejos de papá, mamá y su hermana; y se va porque tanto su padre como yo CONFIAMOS PLENAMENTE EN SU MAESTRA EDUCADORA y, en general, en el equipo que lleva su escuela infantil y en el proyecto educativo que llevan a cabo, y dentro del cual está incluída esta salida. Sobra decir que, evidentemente, si no fuera así, no es que no iría a la granja, sino que directamente no estaría en esta escuela infantil. ¿Que es muy obvio lo que acabo de decir? Pues no crean señores, que parece que no tanto.
Los que me conocéis, y quizás los que me leéis, sabéis que en mi vida, además de ser madre, soy MAESTRA. Pues en esta entrada voy a tomar mi voz de maestra para hablar del presente de la escuela y la (devaluada) figura del maestro, sin olvidarme del estupendo empastre del nuevo currículum de primaria, es decir, de lo que se supone que nuestros hijos/as deberán tener consolidado al acabar la etapa de primaria.
Como decía, YO CONFÍO en la maestra de mi hijo, y en la de mi hija también. Eso implica que creo en su buen hacer, que sé que lo que hacen y cómo lo hacen es siempre pensando en el beneficio de mis hijos y de sus compañeros, en sus cuidados, sus necesidades y su educación. Como padres que confían en las maestras de sus pequeños, agradezco inmensamente su labor, sé que es bonita pero también sacrificada, y por ello, RESPETO su trabajo al 100%. Eso no quiere decir que si en algo no estoy de acuerdo lo acataré como un borrego, no, porque también creo en el diálogo, en la comunicación y en la posibilidad de entendimiento entre dos adultos que no opinan lo mismo. Pero lo que tengo (tenemos) claro es que JAMÁS DESACREDITARÉ A SUS MAESTR@S, y menos usando descalificativos, delante de mis hijos. Uno, porque nadie merece una actitud así, dos porque entonces el respeto que creo estar inculcando lo habré mandado al garete en cuestión de segundos. Los niños absorben y copian ABSOLUTAMENTE TODO, así que más nos valdría tener esto en cuenta en múltiples ocasiones, porque sus primeros modelos de referencia somos nosotros, y tal cual vean que hacemos o actuamos para con los demás, así lo harán ellos también. Y no nos engañemos, que con los primeros que practicarán esta manera de actuar será con nosotros mismos.
COMO MAESTRA vivo el día en el aula y en la escuela con ilusión, con ganas, con mil proyectos, con mucho amor hacia mis alumnos, bien sean de inglés o de mi tutoría, con mil ideas para llevar a cabo, con bloqueos porque las cosas no salen como esperaba y necesidad de "reiniciar" la máquina, con cansancio a veces y con energía la mayoría. Y vivo una realidad que, cada vez en más ocasiones, me decepciona enormemente y me entristece bastante. LOS PADRES NO NOS QUIEREN. O no nos valoran. O no valoran nuestra labor y nuestro buen hacer. O simplemente, falta comunicación. No lo sé. No sé lo que hay, pero algo está fallando, y a mi modo de ver, humilde como el que más, no parece que vaya a cambiar.
Cuando entro en mi aula cada mañana lo hago con unas ganas tremendas de comerme el mundo, y de enseñarles a mis alumn@s a comérselo también, porque me apasiona mi trabajo. En mi aula no enseño sólo lengua o matemáticas, intento, como muchos otros compañeros, hacer de la experiencia de aprender toda una aventura. Además, a diario, y durante varios momentos a lo largo del día, resuelvo conflictos, unas veces cosas leves y otras asuntos realmente difíciles. Tanto las primeras como los segundos son FUNDAMENTALES, y el tratamiento que les demos tanto en el aula como desde casa, cuando pedimos la colaboración familiar, es IMPORTANTÍSIMO, pues de ello dependerá que determinadas conductas no beneficiosas para el/la alumno/a implicad@ se erradiquen o se reproduzcan sin fin, y cada vez con más fuerza. Y hablo tanto de falta de motivación y esfuerzo, como de conductas graves disruptivas, como de acoso a compañeros, o mala educación y falta de buenas maneras a la hora de relacionarse con iguales o adultos. Porque todo cuenta, todo NO vale y todo influye y ayuda o perjudica.
Cuando te encuentras con respuestas, a mi modo de ver, desafortunadas por parte de la familia (en mi caso, las menos, gracias al cielo, pero las hay) se te cae el alma a los pies, porque te das cuenta de que hay algo que no está funcionando como debería, y no para comodidad tuya, sino pensando en el futuro de esa personita que está en tu aula y que, parece, seguirá actuando como lo hace porque sabe que se le consiente y se admite esa mala conducta. A mí se me llena el alma de impotencia cuando, en un intento de comunicar qué hay de "perjudicial" en cierto comportamiento para un/a alumn@, sus padres te responden con una desafortunada nota en la agenda en la que las buena formas brillan por su ausencia. Soy madre y, evidentemente, me gustaría que cuando me hablaran de mis hijos apreciaran sus virtudes, pero también deseo que en esta labor tan complicada de educar, haya quien pueda echarnos un cable y hacernos ver aquello que en casa no vemos; y podrá gustarme más o menos, claro está, que una no es de piedra, y me costará más o menos aceptarlo, pero... Señores, resulta que nuestros hijos no son iguales en casa que en la escuela, y es lógico, porque ni sus estímulos ni las interacciones que mantienen son las mismas, con lo cual su manera de relacionarse con el medio, cambia. Por tanto... No neguemos antes de escuchar. Está claro que hay gente para todo, y que profesionales con falta de profesionalidad o desmotivados los hay en todos los sectores, pero nuestra profesión es PURA VOCACIÓN, y como tal, merece un voto de confianza y un poco de cariño y consideración.
En los últimos tiempos he vivido, si no directamente sí a compañeros, "notitas" muy desafortunadas en las que la educación y los modales brillaban por su ausencia, en las que se dudaba claramente de nuestra capacidad y en las que casi se nos pedía que agradeciéramos que se nos dejaba a "sus niños" en nuestras manos, en las que se nos recordaba que "nuestra obligación es ocuparnos de ellos" y se dudaba 100% de que así fuera. En ocasiones así... ¡YO FLIPO! Es que no hay expresión que lo explique mejor. Lo siento si suena duro, pero me parece patético que personas a las que ves reflejadas en las actitudes (maleducadas) de sus hijos se crean con el derecho de menospreciar el trabajo de todo un claustro. La vida es más sencilla, oigan: no confían en nosotros, en nuestra escuela, en nuestras capacidades, en nuestra labor diaria (ésa que la leyenda urbana dice que acaba a las 17h y se va de vacaciones más dos meses sin pegar ni chapa)... Váyanse. No les guardaremos rencor, aunque sí lamentaremos mucho el futuro que les depara a sus hijos esa actitud mezquina y ese despotismo no ilustrado. 
Insisto, YO CONFÍO, TÚ... ¿CONFÍAS?
Y sí, obviamente, NOS EQUIVOCAMOS, MUCHO, CADA DÍA... Pero también hacemos lo indecible por aprender de esos errores. A mí personalmente me gusta decirles a mis "niños" que me he equivocado cada vez que lo hago (exactamente igual que hago con mis hijos), bien sea copiando algo en la pizarra, bien al intentar solucionar un conflicto, bien cuando pido silencio a quien no está hablando. Mis alumn@s SABEN QUE NO SOY PERFECTA (¡gracias al cielo! porque sería una responsabilidad insufrible), y saben que es genial cometer errores siempre y cuando tengamos la voluntad de repararlos. Me apena enormemente, pues, que la opinión generalizada actual sobre L@S MAESTR@S sea la de que nos equivocamos en todo, la de que no miramos por nuestros alumnos sino por nuestros intereses y comodidades, la de que nuestra labor no es importante y casi diría que innecesaria, la de que nos dedicamos a almorzar y tomar cervecitas en las excursiones si en ellas hay monitores... TRISTE. Porque si así fuera: no me emocionaría con una carta llena de faltas que dice "gracias" y "te quiero", ni con un dibujo en el que llevo una corona, ni me acostaría a las 00:00 remodelando la programación porque hemos adoptado un pez con la unidad de los animales o hemos empezando a trabajar en el huerto porque estamos estudiando las plantas, tampoco haríamos una salida de "pensado y hecho" por el barrio para aprender in situ el día a día de las calles de una ciudad y sus comercios para poder compararlas con un pueblo, ni me quedaría a mediodía corrigiendo cuadernos, libretas o controles, o decorando la clase mientras me como de pie un bocadillo, ni aprendería a manejar programas de pizarra digital para adaptarme a los nuevos tiempos, ni bajaríamos a dar la clase al patio porque así estamos más fresquitos o para medir con la cinta métrica, ni haríamos sesiones improvisadas de cuentacuentos, ni me inventaría un baile para aprender algo que cuesta, ni me ilusionaría con la caída del primer diente que hay que guardar para que llegue a salvo a casa, ni abrazaría a quien lo necesita, ni intentaría dejar a parte mis historias para recibirlos cada mañana con una sonrisa... Son tantas cosas las que hacemos con AMOR DEL BUENO, que ante tanta falta de CONFIANZA en nuestra labor se nos seca cada vez un poco un trocito de corazón. Sí, L@S MAESTR@S TENEMOS CORAZÓN.
Insisto... YO CONFÍO, TÚ... ¿CONFÍAS?
Parece que en nosotros no, pero sí en todas las patrañas que quieren venderte sobre la educación actual. Sí confías en toda esa filosofía barata de que los niños no pueden oírse un NO jamás porque se traumatizan de por vida y se bloquean... Y confías también en el NUEVO CURRICULUM DE PRIMARIA porque han dicho en las noticias que tus hij@s van a tener tropecientas "horas" de todas las asignaturas. Sin embargo, no has tenido en cuenta que:

1. Si no dices nunca "no" a tus hijos y no les pones límites les estás mandando un mensaje erróneo y dando una imagen irreal de lo que representa vivir en sociedad: no todo está bien ni permitido. Un NO a tiempo es un SÍ bien grande a la convivencia cívica y responsable, entre otras muchas cosas.
2. Los minutos son iguales que los que había con la ley anterior (y lo serán con la siguiente): ni se acortan ni se estiran porque no son de chicle.
3. Entonces, haciendo "la cuenta la vieja", parece bastante improbable que lo que te venden como "horas" sean horas de 60 minutos. Lo que pasa que da mucho juego cambiar la palabra adecuada, SESIONES o CLASES, por una que ataque directamente al subconsciente y lo deje idiotizado y pensando en que nuestros hijos acabarán primaria con un nivel de universidad, y de las buenas.
4. Por todo lo dicho anteriormente, debes saber que si hay 30 sesiones de, mínimo, 45 minutos, las sesiones o clases se van a reducir a MEDIA HORA REAL. ¿Que por qué? Pues no será porque alarguemos el patio hablando o subamos tarde a primera hora mientras nos contamos el día anterior, como a veces has pensado, sino porque ni alumnos ni maestr@s tenemos la capacidad de teletransportarnos, tampoco conseguimos sacar el material necesario con un chasquido de dedos a lo Mary Poppins, ni obviamos los conflictos que surgen a diario, varias veces al día, y que consideramos lo suficientemente importantes como para parar lo que sea y resolver ipso facto.
5. CADA NIÑ@ ES UN MUNDO y por ello aprende de diferente manera y a diferente ritmo. Los 45 minutos que plantea este MARAVILLOSO CURRICULUM (elaborado, seguro, pensando en y por nuestr@s hij@s) no contemplan pues la realidad del aula. En una clase, pongamos, de 1º de primaria con 22 alumnos, sin maestr@ de apoyo porque se ha suprimido un/a maestr@ de primaria en cada CENTRO PÚBLICO, puedes llegar a encontrar 1 niño que lee perfectamente, 5 niños que están en proceso de adquisición de la lectura y casi la tienen consolidada, 2 alumnos con NEE (necesidades educativas especiales), 2 con déficit de atención o atención dispersa, 4 aún bastante inmaduros para su edad y que por tanto van mucho más lentos que el resto en este proceso, y 8 de diferentes ritmos según el día y lo que tengan delante. Y todos y cada uno de ellos son IGUAL DE IMPORTANTES y nos necesitan de igual manera, pero en una sesión de 45 minutos, de los que descuentas 15 entre entrada/salida del aula, reparto/recogida/cambio de material, resolución de algún conflicto, cambio de maestr@... quedándonos con 30 minutos reales, lo siento señores pero ni poniéndonos la capa de HÉROES lograremos atender a todos ni de igual manera ni como merecen o necesitan, y además lograr que consoliden lo que acaban de oír.
6. Con tanto cambio de sesiones y áreas, y con sesiones tan cortas y destarifadas... ¿de verdad pensáis que va a mejorar el nivel actual de nuestr@s alumn@s, esos de los que, por otro lado, se nos dice que viven en otra realidad y sociedad diferentes a las nuestras y que por tanto debe recibir otro tipo de atenciones con otro tipo de metodologías? ¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ? ¿No queréis que se traumaticen pero por contra los infláis a actividades extraescolares después del colegio y además os alegráis por toooodas esas nuevas "horas" que el NUEVO CURRICULUM SE SACA DE LA MANGA (y que, recuerdo, no son horas sino sesiones)?
7. MAESTR@S-ORQUESTA:
Esos maestros y maestras que están sacándose títulos y más títulos a golpe de billete y universidad privada, los mismos que, nada más tengan el B2 (título según el cual el poseedor del mismo "Es capaz de entender las ideas principales de textos complejos que traten de temas tanto concretos como abstractos, incluso si son de carácter técnico siempre que estén dentro de su campo de especialización. Puede relacionarse con hablantes nativos con un grado suficiente de fluidez y naturalidad de modo que la comunicación se realice sin esfuerzo por parte de ninguno de los interlocutores. Puede producir textos claros y detallados sobre temas diversos así como defender un punto de vista sobre temas generales indicando los pros y los contras de las distintas opciones."Según el MARCO COMÚN EUROPEO DE REFERENCIA para las LENGUAS), 
estarán capacitados para dar clase de inglés y clase de cualquier área en inglés. Esto sería estupendo si fuera real y estuviera bien hecho, pero como todo aquello que se hace de manera rápida e interesada, siento comunicaros queridos padres, que nuestr@s hij@s no van a ser unos cracks en inglés, sino que van a seguir siendo a vergüenza europea por excelencia. Pero... queda muy bien decir que se está obligando al profesorado a sacarse el titulito de marras. Y así, idem con el resto de áreas, queridos padres, porque volvemos a la época en la que nuestros antecesores iban a la escuela: a esos maestros y maestras que daban de todo, estuvieran o no suficientemente formados, porque era lo que había, sin recibir, curiosamente, críticas de ningún tipo. Aunque mirándolo egoistamente, teniendo en cuenta que en aquella ÉPOCA DORADA la figura del maestro y la maestra estaba tan bien considerada, era casi una autoridad y recibía el respeto de padres y alumnos (y alguna que otra manzana)... IGUAL ME CONVIENE PERDER EN UN TIEMPO MI PLAZA DE MAESTRA DE INGLÉS (ésa para la que me he formado concienzudamente, he opositado y me sigo formando) y convertirme en MAESTRA-ORQUESTA.

Aunque, ¿sabéis qué es para mí lo mejor de todo este "merdel" (y perdón por la expresión) actual en el que me veo envuelta como MAESTRA que soy y ejerzo? LAS INCONGRUENCIAS que se lanzan constantemente en forma de mensajes capciosos y que todo el mundo cree y sigue, siempre y cuando no las diga un maestro, claro. ¿No decíais y creíais que nuestros hijos necesitan menos carga lectiva, cero deberes en casa (craso error, por cierto, porque el hábito de trabajo no es innato, necesita crearse) y más tiempo de juego? Entonces, ¿cómo narices os alegráis con toda esta sarta de despropósitos continuos? ¿Cómo consentís que jueguen con la base de toda sociedad y la tomen como moneda de cambio para vendernos la moto? 
Pues como decía al principio: YO CONFÍO, PERO EN QUIEN DE VERDAD DEBO HACERLO, EN AQUELLOS QUE SE DEJAN LA PIEL POR MIS HIJOS DÍA A DÍA, Y NO EN LOS QUE JUEGAN CON EL FUTURO DE ESTE PAÍS, QUE HAN DEMOSTRADO QUE HACEN SIN SABER Y DESHACEN SABIENDO QUE NO DEBERÍAN. 

Confío en l@s maestr@s de corazón, en quienes construyen, o lo intentan, cada día un mundo mejor para Pichu y Rubiazo. Gracias Carmina, Inma, Pilar, Juani, Ana, MariaJo, Cynthia, Susana, Ester, Belén, Eva, Mari Carmen, Andrea y todas aquellas maestras y maestros que han formado, forman y formarán parte de nuestra vida y de la nuestros hijos. GRACIAS POR CONFIAR EN NOSOTROS COMO PADRES Y POR VUESTRA LABOR DIARIA, DEDICACIÓN, ESFUERZO Y CARIÑO PARA CON NUESTROS HIJOS. GRACIAS.

 Y TÚ... ¿CONFÍAS?

CON M DE MAMÁ y de MAESTRA

CON M DE MAESTRA: ILUSIÓN vs PRESIÓN

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Con muchísima ilusión, la ilusión del inicio de un proyecto que no sé a dónde me llevará ni con quienes contará, aquí os dejo con la primera maestra que interviene en esta nueva sección sobre educación. Espero que disfrutéis leyéndola tanto como yo... 

ILUSIÓN vs PRESIÓN

(por CRISTINA GARCÍA LUJÁN)

Hola, en primer lugar me gustaría presentarme, ya que Noni ha tenido a bien invitarme a “este retiro suyo” tan generosamente, pero dudo que nadie me conozca… Aunque, como diría Troy McClure (Los Simpson), me recordarán de episodios como “maldito móvil chino”. Me llamo Cristina y hoy por hoy no tengo M de Mami, la mía es de m de Maestra.
Cuando Noni me propuso participar en esta aventura suya, debo decir que entré un poco en shock. Estamos hablando del blog de Noni… Yo sigo el blog de Noni, sé lo que supone… ¡PRESIÓN MÁXIMA!, pero… MOLA
Vivimos tiempos difíciles, y el sistema educativo no es un universo paralelo. La semana pasada nos llegó la última alegría que hasta el momento nos ha dado LOMCE. Resulta que para que haya calidad, hay que cambiar el horario. Panda de iluminados… Lo que va a hacer que seamos los primeros  en educación de toda Europa es que las clases sean de 45 minutos. ¡Claro! Que ignorantes somos los maestros, que nos pegamos por tener clases de 60 minutos…
Imagino a los creadores del curriculum de primaria en una oficina con aire acondicionado, café, asientos de piel y sus iPads encima de la mesa: “Tienen que aprender a multiplicar en primero, para poder multiplicar los panes y los peces y que sus familias puedan comer todos los días… En el primer mes de clase, que lean El Quijote, que eso da mucho caché… Pero sobre todo, que aprendan pronto a dividir… con 7 años, claro que si, porque la división es lo que hace que nosotros (políticos) podamos seguir haciendo y deshaciendo  a nuestro antojo. Todo esto entre risas maliciosas (o así lo visualizo yo).
Okay then, so what have I been up to lately?
Ahora, cuando los niños lleguen a clase por las mañanas, les vamos a tener que pedir que entren con las agendas abiertas, por aquello de ver si alguno hoy está malito y necesita dieta blanda, si no pueden venir a la reunión del jueves, si se va a comer a casa de o si no ha hecho los deberes porque el día anterior tuvo competición de atletismo y no tuvo tiempo…
Cuando han conseguido sentarse todos, hay que hacer el enjuague de flúor, porque seguramente, alguna empresa de algún amiguete de ya sabemos quiénes, tiene un contrato para regalarle una pasta y que un día a la semana, los niños, hagan un enjuague bucal en clase.

Enseguida recoge deberes y reparte libros, todo con una sonrisa, poniendo la fecha de hoy en la pizarra, dejando que Marieta pase lista y mandando a los encargados que  lleven  la hojita del comedor a secretaría. CALIDAD SUPERIOR.
Por fin, 15 minutos después (con suerte), podemos empezar a trabajar. ¡Ups! Quedan 30 minutos de clase… y luego tienen inglés…Explicamos muy rápido. Hacemos ejercicios más rápido todavía. ¡Os tengo dicho que traigáis 17 lápices con punta bien afilada, no se puede perder tiempo con eso! Da igual que cuiden el aseo, la letra… porque no da tiempo a hacer las cosas bien hechas…. Rápido, copiad el deber para casa… y sonreíd, ¡que estamos mejorando la CALIDAD! (Y son tan bonicos que sonríen, porque te dejas la vida para que todo esto parezca divertido).
Después de 5 minutos productivos de clase (porque no vamos a hablar de curvas de atención), llega sudando el maestro de inglés, que viene corriendo de otra clase, cargado con la mascota, los libros, materiales varios… menos mal que lleva el aula a cuestas cual caracolillo, porque si tuviera aula de inglés… Haz fila todos en silencio para no molestar os echo polvitos mágicos que nos hacen invisibles para que nadie note que vamos por el pasillo llegamos a clase de inglés repartimos el material nos sentamos callamos repasamos los números días de la semana meses del año (cogemos aire) damos las partes del cuerpo pintamos el dibujo actividades en la pizarra cantamos la canción jugamos a Simón dice recogemos hacemos la fila polvitos mágicos silenciadores y vamos que hay que dejar las cosas en clase y coger el almuerzo para salir al patio después de lavarnos las manos. Sí, lo he puesto sin comas porque no tenemos tiempo de parar. QUALITY!
Transcurre el patio, maestrilla, corre a hacer pis, o mejor, empieza a usar un pañal para adultos. Así no pierdes tiempo. En el patio 2 niños se pelean, pero a ti te lo cuentan cuando estás en la fila, porque saben que si te lo cuentan antes, uno de los dos va a tener que acabar el patio sentado a tu lado…
 Resuelve el problema en clase, intenta que aprendan a solucionarlo entre ellos (suerte si ambos son del mismo grupo y no hay que ir a buscar a nadie a otras clases), reparte material, empieza la clase y ohhhhh… recoge el material que los primeros 45 minutos han pasado recordando lo bonito que es ser amigos.  Haz sociales todo lo rápido que puedas, que hay que acabar antes porque si a las 13.00 no están preparados para ir a comer,  luego no les da tiempo porque hay 2 turnos y saliendo a las 13.00 no les da la vida.
Pero cuando estás intentando hacer sociales, resulta que Pablito, que tiene una situación personal que haría que más de un adulto se cortara las venas, decide que no quiere trabajar. Y empieza a volverse loco, sin exagerar, y tienes que calmar las aguas, mientras atiendes a los demás, que tienen dudas, necesitan ayuda y no entienden que Pablito no trabaje.
Cuando por fin sales de clase, Pablito está enfadado porque ha tenido que trabajar pese a su rabieta. Se va corriendo y se esconde por el centro. El resto de maestros que valen su peso en oro (los delgaditos y bajitos algo más), intentan frenarlo y hablar con él. Al final lo encuentras, intenta pegarte, morderte, arañarte. Te llama de todo menos bonita, y de pronto empieza a autolesionarse y a decir que se quiere morir. Lo inmovilizas mientras quieres morirte tu también porque te parte el alma no poder hacer más por ayudarle. Consigues que se calme, le abrazas, hablas con él, vuelve a convertirse en el niño encantador que realmente es y lo llevas a comer. Maestra, con el corazón destrozado, ve a una reunión a la que no podrás prestar atención porque quieres a tus alumnos y te afecta lo que les pase… ¡maldito defecto!
Comes corriendo, sobrevives a las clases de la tarde y cuando hay que irse a casa, resulta que se queda un niño al que no han venido a recoger. Pasan 10 minutos, 15… llamas y no cogen el teléfono… 20 minutos después llega el familiar de turno a recoger al niño y no es capaz ni de disculparse… Le dices que por favor sea puntual, y resulta que…CHAN CHAN!¡ Salió el ENEMIGO que todo maestro lleva dentro!
El maestro no tiene derecho a tener vida, sólo es maestro. ¿Qué el maestro tiene responsabilidades (que no cargas) familiares? Mala suerte… ya se apañará… ¿qué tiene que irse corriendo a clase de inglés porque tiene que sacarse el B2?... no es mi problema… y aun tenemos que oírnos, por parte de algunas familias, que no nos importan nuestros alumnos, que sólo nos importa cobrar a final de mes y que tenemos muchas vacaciones. De hecho, muchas veces les tenemos manía… Somos tan malos y egoístas… Panda de vagos que lo único que quiere es cobrar a final de mes…
Eso sí, tenemos muchas vacaciones… O algunos las tienen… supongo… Resulta que en verano, la mayoría de maestros, se forma, prepara cosas para el curso siguiente y sigue trabajando aunque no acuda al centro. Con todo mi cariño hacia los que piensan que tenemos muchas vacaciones, los niños no aguantarían más tiempo metidos en clase. Voy a contar un secreto: son niños, necesitan descansar. Ah! Y otro secreto: la mayoría trabajamos en verano, pero no se lo digáis a nadie.
Y lo mejor de todo ¿sabéis qué es? Que AMAMOS nuestra profesión. Que nos ILUSIONA llegar a clase por las mañanas y empezar un día nuevo. Que te sonrían por la mañana con la sonrisa más sincera que te puedes imaginar. Que sus abrazos son reales. Nos ilusiona hacer que “nuestros niños” sean felices mientras vamos corriendo  intentando llenar sus cabecitas de ideas, inquietudes, de crítica (aunque les pese a muchos). Nos ilusiona hacerles personitas, nos ilusiona y nos encanta ver cómo crecen en todos los niveles, cómo evolucionan. Nos ilusiona preparar cosas nuevas, juegos, ver cómo se ríen cuando intentas hacer payasadas para hacer que el tiempo que pasan en 30 sesiones de 45 minutos parezca un juego. Nos emociona que cuando tienes un día nos busquen para darnos todo su amor sin entender que a los mayores, a veces, nos pasan cosas.
Al final, después de todo, vale la pena ser maestra. Y cambien las leyes o no, destrocen los horarios, se nos considere unos privilegiados, el enemigo, o se nos defienda y respete (como muchísimas familias hacen, afortunadamente); seguiremos al pie del cañón. Dando lo mejor de nosotros mismos e intentando transmitir optimismo, alegría y sobre todo ILUSIÓN a nuestros alumnos.
Gracias por leerme, pese a lo extenso del texto. Y GRACIAS MIL Noni por dejarme formar parte de este mundo que has inventado y por el otro, ese que compartimos de lunes a viernes. Gracias por tu generosidad y por dar tanto, en muchas ocasiones, sin darte cuenta. Me vas a permitir que cite una gran frase de “Días de fútbol” (peliculón): Noni, por favor, tú me pides un minuto, y yo te doy mi reloj. Toma, el peluco pa’ ti”

;)

Muchísimas gracias a ti, Cris, por liarte la manta a la cabeza (por aquello de que eres friolera) y haber querido pasar por aquí para compartir tu sentir y tu pensar con todos, y, sobre todo, por tu buen hacer y tu sonrisa diarios, que son un regalo para quienes tenemos la suerte de trabajar contigo mano a mano. Un placer. 

CON M DE MAMÁ y C de CRISTINA

Señales, momentos... La vida sigue sin ti.

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Echarte terriblemente de menos y entonces... De pronto se abre una puerta y me transporta a tu casa. Huele a ti, a ese ambiente que sólo encontraba en tu casa y que tanto echo en falta.
Casi 8 meses y me sigue doliendo tu ausencia. Me sigue pareciendo mentira toda esta falta de tu persona.
Casi 8 meses y aquí la vida sigue. Tus nietos crecen, Daniela es una mujercita adorable y sensible, que se levanta y se acuesta cantando dulce, y que no puede ser más "yo", con lo bueno y lo no tan bueno que ello implica. Hugo es un gamberro agotador, que se ha hecho hueco a fuerza de desparpajo y picaresca, y que tiene una sonrisa que enamora el alma.
Roberto sigue siendo el yerno al que tanto has querido, con ese carácter tan de paz y calma, y esa ilusión y capacidad de hacer de lo que se propone un éxito seguro.
Yo sigo igual papá: culo inquieto, petardo con la mecha encendida, haciendo mil cosas a la vez y planeando mil más con la excusa de mantenerme ocupada y no pensarte demasiado. No me malinterpretes, que sabes que es debilidad disfrazada de energía.
Mis hermanos siguen siendo las tres personitas adorables que estuvieron junto a ti hasta el último aliento, ¡seguimos siendo un equipo! Has de estar muy orgulloso de ellos, sobre todo de "los nenes", que ya no lo son tanto, y están madurando y creciendo con una elegancia y un saber estar que da miedo.
En el trabajo, todo igual, feliz con lo que hago, y sintiéndome afortunada por el lugar en el que estoy, el sitio que ocupo y con quien tengo el gusto de estar; este curso voy algo loca, eso sí, bueno como siempre. Ya sabes que si no tengo lío, me lo busco. Y con la sensación esa de querer dar el 200% y saber que, como mucho, llego al 75%, porque ahora mis obligaciones primeras son otras. Pero lo voy llevando... Ésta sería otra de nuestras conversaciones de cualquier tarde entre semana, ¿verdad? Y yo acabaría dándote la razón sobre prioridades y demás.
El jueves esperaré que aparezcas por la puerta, con tu bata de doctor, precipitadamente y con cara de susto, como aquel día de junio de hace ya 6 años cuando hiciste saltar a todo el tribunal de oposiciones con tu entrada triunfal en mitad de mi exposición, y a mí casi me da el ataque. ¡Ahora me alegro tanto de que lo hicieras! Esas cosas tan tuyas dicen tanto de ti y de tu amor a tus hijos.
Y si no lo haces... Si no vienes, espero que sea porque estás liado echándole un cable a Leti o a Borja con sus trabajos de fin de máster y de grado, o tomándote una horchata con Marta y Álex que están de descanso esta semana.
Pero, eso sí, ¡no te olvides de mandarme una señal! La de hoy me ha dejado con mono de ti.
TE QUIERO MUCHÍSIMO, PAPÁ. HASTA LA LUNA Y VUELTA.

CON M DE MAMÁ y...

Lecciones del día a día

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Conduzco volviendo a casa, pensando en las mil cosas que me quedan aún por hacer, cuando, después del subidón de escuchar y cantar (desgallitarme con) Vivala vida, suena FixYou en el mismo cd. De pronto estás otra vez conmigo, olvido todo lo que ocupaba mi cabeza, borro la lista de tareas pendientes y sólo estáis tú y tu ausencia. Hago el resto del camino llorando, sintiendo la letra resonar en mi cabeza y disfrutando de sentir las lágrimas caer. Me hacía falta. Siempre sabes cuando aparecer de un modo u otro.
Aparco justo bajo de casa, pero decido esperar porque todavía lloro. Y de repente, el sonido del claxon de varios coches me saca de mi ensimismamiento... Giro la cabeza y veo una larga cola de coches en la calzada, justo en el que hay a mi lado una señora gesticula con cara de enfado mientras mira hacia delante. En la acera, varios vecinos han aminorado su marcha y miran hacia el paso de peatones. Levanto la cabeza y lo veo. Un señor mayor, agarrado como puede a un andador, está totalmente parado en medio del paso de cebra. ¿En serio está pasando? ¿De verdad nadie ha sido capaz de correr a ayudar al hombre, ni los conductores de los coches, ni peor aún, los que van caminando?
Salgo volando, con las lágrimas cayéndome aún y le pregunto si está bien.

- Llevo una sudada, a ver si me desatasco y consigo llegar a la acera.
- ¿Me deja que le ayude? Yo no tengo prisa.
- Sí, gracias. A mí estas cosas me ponen nervioso, todos esperando.
- Bueno, usted olvídese de los que van con tanta prisa, y así se le pasa el nervio y consigue llegar a la acera.
Avanzamos dos pasos y el primer coche nos rodea y pasa. Y así van haciendo todos los demás. En serio, tengo el alma partida. ¿Es esto posible? Sí, lo es. Él también se ha dado cuenta de ello.

-Así ya pasan, ¿verdad?
- Sí, sí que pasan. Usted por eso no se agobie.
- Ahora a ver si llego. Como pasan, ya me apaño.
- No se preocupe. Yo no tengo prisa.

Tardamos unos minutos más en recorrer las dos líneas del paso de peatones que nos separan de la acera, que para más inri está en pendiente y tiene un tramo con el suelo de "circulitos" que sobresalen. Le pregunto si le acompaño un tramo más.

- No, si lo peor va a ser si empieza el partido y yo no he llegado a la falla.

Sonrío, me despido, me da las gracias y continúa su muy lento caminar.

Cuánto mensaje en tan sólo diez minutos. El hombre del andador bloqueado y nervioso porque molestaba, incapaz de dar un paso. Los transeúntes y conductores, cada uno en su papel, unos mirando y cuchicheando, los otros vociferando dentro de sus vehículos y haciendo sonar la bocina... Preocupados por quedar bien con su "prisa" o con su "cotilleo". Nadie ayuda a nadie.
Un buen hombre agobiado por estar causando semejante alboroto. Pero nadie ha mirado por él...
No llegaba a ver el partido, quizás su momento más distendido del día, ése en el que olvida que le cuesta caminar y que "molesta" al ritmo del resto del mundo.

Gracias papá. La de hoy ha sido una GRAN LECCIÓN. La necesitaba. Lo sabes mejor que nadie. Necesitaba recordar justo eso: no importa cómo me trate el mundo, aunque no sea justo, aunque sólo se queden con mi "atasco temporal" y no vean todo lo demás... Ha de importarme el seguir haciendo las cosas con el corazón en la mano, a pesar de las decepciones. Lo que cuenta es lo que doy. Los que cuentan son los míos, los bonitos de corazón. El resto... el resto puede seguir vociferando, gesticulando y haciendo sonar sus bocinas; pueden seguir mirando y hablando y dejando que el otro lado vocifere.
A mí lo que me importa es llegar antes de que Pichu se duerma para darle un beso de buenas noches y acariciar "dulces sueños" a Rubiazo.

Te quiero.

CON M DE MAMÁ y L de Lección

La Maternidad de la A a la Z: CON E DE EPÍLOGO

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Entre las 00 del 17 de diciembre de 2004 y la 1 de la madrugada del  18… Empieza nuestra historia; una historia que, como tantas otras, nace de la tontería, el enamoramiento, la atracción, la complicidad, la curiosidad, el destino… LLÁMALO X. Casi 10 años después, aquí seguimos, tú y yo, ROBERTO y Noni, algo más viejos, con mucho compartido y vivido, con nuestro proyecto de futuro de entonces por buen camino, y con mucho más aún por recorrer juntos, de la mano, contra viento y marea, luchando y batiendo tempestades, recogiendo lo sembrado,  creciendo y madurando, y ayudando a que lo hagan los que ahora dependen de nosotros, nuestros dos tesoros.

14:45 del 17 de diciembre de 2009… ¡SOY MAMÁ! Nuestra dulce DANIELA ha llegado al mundo después de un mes dando avisos y 8 largas horas en dilatación. Es una bebé preciosa, de mirada profunda y calmada, transmite paz, serenidad y sabiduría. Curioso para una bebé de apenas minutos de vida. Jamás olvidaré la COMPLICIDAD brillando en sus ojos nada más reposar su cabeza en mi pecho, como diciendo: “Estoy aquí y todo está bien”. Ese mirar que casi cinco años después aún sigue siendo tu seña de identidad.

11:30 del 25 de octubre de 2012… ¡Nuestro pequeño HUGO acaba de volver a convertirme en la MAMÁ más feliz del mundo! Hoy he sido bendecida con el regalo de la BIMATERNIDAD. Mi Rubiazo viene con ganas de comerse el mundo, con la energía de un caballo salvaje, bravo pero noble, y su fuerza se convierte en tesón cuando se engancha desde el primer minuto a mi TETA, para no soltarla hasta que no se asegura el tesoro que ansiaba: la leche materna, el JUGO de la VIDA, su vida. Y casi dos años después, así sigue y sigues siendo, la alegría hecha niño, la sonrisa más pícara posible, pura vida y fuerza a raudales.

Dos partos, los dos programados; dos partos con idéntico proceso:  un mes anunciándose a golpe de contracciones como puñales, para luego querer quedarse más TIEMPO dentro del vientre materno, sinónimo sin duda de SEGURIDAD y paz vitales. ¿Qué les pasa a estos niños de hoy que no quieren salir al mundo? Quizás es el miedo a una VIDA llena  de contratiempos, en la que las PRIORIDADES han cambiado, la misma que en ocasiones se convierte en un auténtico SHOW desbancando a lo puramente racional para darnos una lección de imprevistos que nos hace odiarla a más no poder; ésa que nos arrebata en forma de ENFERMEDAD a quienes más queremos, ésa que por el contrario también regala segundas oportunidades y que igual te hace querer GRITAR de alegría que de rabia e impotencia.

1:19 del 19 de octubre de 2013… Buen viaje PAPÁ… Hoy hace ocho meses que emprendiste tu marcha. Hoy, justo hoy, son ocho los meses que vivo pensando en que, tal vez, un día, al entrar en nuestro salón te encuentre sentado en el  sofá, con tu pijama y tu batín de cuadros, con tu cigarrillo entre los dedos, y podamos seguir hablando de nuestras cosas, como tantas veces, de mi día a día, del trabajo, de lo divino y lo humano, de Silos, del Dalai Lama, de ti, de mis hermanos o de FILOSOFÍA. Cualquier conversación contigo sería un auténtico placer, y tengo FE en que, de verdad, llegue el día en que pueda volver a ver, aunque sea en sueños, esa mirada tan tuya, tan sabia, escrudiñando la mía para adivinar si de verdad estoy bien o te miento piadosamente para que no te preocupes; no pierdo la esperanza de que llegue el momento en que  pueda volver a escuchar tu voz y darte un abrazo con olor a PAPÁ. Los milagros existen, sólo hay que creer en ellos.

6:30-7:00 de la mañana de cualquier día del año… ¡Buenos días, tesoros! Da igual que sea festivo, que no lo sea, que el sol avise de que viene fuerte, que la LLUVIA esté golpeando vuestra ventana insistentemente… ¡No os da pereza el día! ¡Sois pura vida! Y aquí estamos papá y yo, K.O total porque tú, Rubiazo, nos has dado una noche troyana, o porque nuestro estado normal es más el de un ÑACURUTÚ, ya que nuestro horario de dedicación a las cosas del cole o de casa empieza cuando vosotros caéis, ese mismo horario en el que la ASENSUALIDAD se apodera de mi cuerpo y vago por casa con el pelo hecho un mocho (californiano, eso sí), con una combinación de prendas imposible porque me he ido cambiando a trozos, con la teta fuera porque me reclaman de nuevo en la vaquería, con unas ojeras morado-negruzcas que ya quisiera para sí el maquillador de los WALKING DEAD, y sin NEURONAS sanas porque las pocas que quedaban han salido huyendo después de tenerlas toda la tarde trabajando para idear un nuevo método de exterminio contra los putos PIOJOS.

20:30-21:00 de la noche de cualquier día del año… excepto ahora que alarga el día y con él, vosotros. Llega el OCASO a nuestro hogar, la calma chicha (menos cuando nuestro Rubio va hasta arriba de ventolín), el momento en que papi empieza a entonar Fix You y tú, Daniela, le sigues con tu dulce voz aguda, y suena la reconfortante melodía en la oscuridad de la habitación, como el ULULAR del lobo que avisa de que el día llega a su fin mientras mira a su luna.

23:30-00:00 de la noche de cualquier día del año… “Venga cariño, hoy nos acostamos pronto, nada más caigan ellos”… ¡ZAS, EN TODA LA BOCA! Tu frasecita de casi cada noche te acaba de dar un bofetón de los que hacen eco. Y una noche más, se me queda cara de IDIOTA al comprobar que vuelve a ser tardísimo, que he aprovechado el tiempo menos de lo que quería porque iba a ralentí o porque me he quedado sopa perdida corrigiendo (¡YUPIII! Mañana tocará doble faena, pues). Pero no pasa nada, mañana me levantaré, como cada mañana, con la fuerza interior de una madre LEONA, esa fuerza que nació en mí el día que Pichu vino a este mundo, esa fuerza que saca energía de donde no la tiene para procurar el bienestar familiar, para que su hogar sea el refugio seguro al que acudir al ocaso del día, para que la manada vuelva a descansar tranquila tras otro intenso día en este mundo loco, o simplemente para sonreír a sus pequeños cuando las comisuras de los labios luchan por caer en picado…

Con LEONA empecé a participar en este precioso proyecto literario de VERO, de TRIMADRE A LOS 30, y con LEONA cierro mi epílogo. Como no podía ser de otra manera. Notaréis que mi diccionario maternal tiene letras repetidas. Eso también ha formado parte de mi hacer en este proyecto, ha contribuído a ganarme a pulso el “caracol” del wassap en mi grupo de MADRAZAS por enterarme de las cosas a mi ritmo. Yo decidí repetir letras, en su día, porque no me planteé nada más allá, sólo quería plasmar mi maternidad en este precioso proyecto, y tal cual me venían, las iba recopilando, sin caer en la cuenta de que las palabras repetidas no completaban mi diccionario, sólo lo complementaban. Y como tales, como complemento, aquí figuran, mezcladas con las “elegidas”, cual toma falsa sin la que no sería posible la toma válida. Porque todas ellas son un poco “yo y los míos” y forman parte de mi MATERNIDAD.
El AZ DE LA MATERNIDAD me parece un proyecto tremendamente bonito, porque no sólo ha sacado lo mejor de quienes hemos escrito en él, sino que ha unido corazones y ha ampliado el concepto de amistad, transformando el 2.0 en realidad pura. Gracias por dejarme formar parte de esto, Vero, por ser tan especial y por tu amistad. Gracias a mis AZeteras por ser ya parte importante de mi vida, por haberme acompañado en el momento más duro y por, simplemente, estar SIEMPRE. Todo un placer y una suerte teneros dentro de mi maternidad, y un privilegio haber descubierto con vosotras que lo mejor de las circunstancias siempre es su cara B.

CON M DE MAMÁ y E de EPÍLOGO

EDUCAR, EL GRAN RETO.

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Hoy tengo la suerte y el privilegio de contar en CON M DE MAESTRA con JUAN VICENTE BLÁZQUEZ GARCÉS, psicólogo colaborador de la revista MI PEDIATRA, con consulta en VALENCIA, y cuya WEB podéis consultar siempre que necesitéis, ya que está llena de interesantes artículos que pueden serviros de mucho a todos aquellos inmersos de lleno en el mundo de la educación, tanto padres como profesionales. 
Sin más, os dejo con este interesante post, escrito en exclusiva para esta sección. Espero que os guste tanto como a mí. Estaremos encantados de contar con vuestras opiniones y comentarios. 

Educar cuando uno es madre, padre, docente,... es un gran reto. La educación para mí, 
supone el gran paradigma de lo que puedo ofrecer y de lo que me pueden ofrecer cada 
uno de los niños, niñas, adolescentes y adultos, con los que tengo la suerte de iniciar este 
proceso tan extraordinario.
Para mí supone una gran responsabilidad, pero sé de muchas madres y padres que 
piensan sobre este gran reto lo mismo, y se plantean qué es lo mejor que pueden aportar 
a la educación de sus hijos e hijas de manera diaria.
Cuando uno se tiene que replantear como afrontar un gran proyecto, debe profundizar en 
cuál es la filosofía que quiere asumir, y este proceso, el de educar, no está exento de 
dicha reflexión. De hecho, la palabra educación parte de dos raíces latinas que mucho 
tienen que ver con las diferentes visiones que se tienen sobre la educación. Por una 
parte, la raíz que hace referencia a extraer y sacar (educere), y por otra parte, la raíz que 
hace referencia a formar e instruir (educare). 
Ambas visiones filosóficas no son estancas, y la mayor parte de las veces me encuentro 
madres y padres que buscan una mezcla de ambas visiones: aprovechar ese potencial 
propio de los hijos e hijas y sacarlo al exterior, y formar e instruir en determinados 
contextos que creen fundamentales.
Mi visión de la educación es una mezcla de ambas, pero donde el peso fundamental parte 
de las motivaciones y potencialidades de la persona, sea grande o pequeña. 
Normalmente y atendiendo a mi visión de la educación cuando una madre o un padre me 
pregunta qué aspectos considero importantes detallo los siguientes:
• Potencia lo que le gusta, aunque no sea lo más habitual.
• Comparte la grandeza de compartir experiencias y conocimientos (más allá de los 
académicos).
• Refuerza su esfuerzo (más allá de los resultados), recuerda que así su seguridad irá 
creciendo.
• Muestra con tus experiencias que el error es parte clave de aprender y de crecer: el 
error nunca debe frenar nuestras fuerzas por aprender y seguir potenciando nuestras 
virtudes.
• Educar es un proceso bidireccional: ambos aprendéis y enseñáis (¡no desaprovechéis la 
oportunidad!).
Podría haberme centrado en aspectos prácticos, pero antes de ellos algo tan importante 
precisaba de aterrizar conceptos profundos y de raíz. Y como siempre digo, espero que 
de esto salgan más preguntas que respuestas.

Juan Vicente Blázquez Garcés para CON M DE MAESTRA

El legado para nuestros hijos...

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Cuando en días como hoy llevo unas semanitas "en barbecho", como diría mi amiga-hermana-mami-maestra Pura... Me da miedo ponerme delante de esta hoja que ahora esta en blanco, porque mi cabeza es una olla a presión y hay mil temas luchando por salir y quedar plasmados. Creo que hoy en concreto se debe a que, en mi caso, acaba un curso, que es como si acabara un año, y es momento de hacer balance, o eso deben pensar cabeza y corazón.
Suelo ser la típica persona de mensajes positivos, de comentarios irónicos hacia mí misma y productora comarcal de carcajadas, porque siempre me ha gustado empezar riéndome de la que aquí escribe (así después puedo reírme del resto de manera más que justificada, jijiji). Sin embargo, hay días en los que se apodera de mí el espíritu del sermoneo. Hoy... vamos más por estos derroteros, lo digo por si queréis sentaros con taza de té en mano y gafas de vista cansada sobre la nariz.
Hace un tiempo que no paro de darle vueltas a la mierda chapuza de mundo mundial que estamos dejando a los que vienen detrás, o sea, a nuestros hijos/sobrinos/nietos... Hace tiempo también que si me entero de lo que pasa fuera es porque cotilleo las redes sociales a ratitos o porque Roberto me cuenta la última jugada de algún mangante, pero no porque vea las telediarios o lea la prensa. No, no es falta de interés, es cansancio puro, porque si me paro a pensar en todas las barbaridades que a lo largo del día suceden en el mundo, se confirma que estamos todos muy locos, que los escrúpulos han emigrado a otra galaxia y que los valores & cia también han ido con ellos.
Hace un ratito, alguno de mis contactos de facebook ha compartido esta foto...


que viene a decir algo así como "El mundo es un lugar peligroso, no por aquellos que hacen el mal, sino por aquellos que miran y no hacen nada". Albert Einstein, además de un fuera de serie en su campo, era todo un visionario: vivimos en un mundo que da miedo, auténtico miedo.
Si pensamos en los que dominan... ¡mal! Son de los que han dejado marchar valores y escrúpulos a otra galaxia y sin billete de vuelta. Y da igual el color que vistan o el idioma que hablen, estar en la cima corrompe hasta el que viste más puro. Supongo que la mente humana, caprichosa e inocente en el fondo (más hondo posible), sigue pensando que "algún día..." las causas serán justas de verdad, los que mandan lo harán buscando el bien común, las riquezas serán repartidas de manera igualitaria y, más allá de quimeras y utopías, reinará la PAZ, ésa que no depende de pactos, contratos, amiguismos y demás chanchullos que pudren el concepto en sí y el verdadero significado de esta bonita palabra.
Si pensamos en los que nos rodean, en nuestros "alrededores" más cercanos... ¡pues hay de todo, sinceramente! A mí, como a Jean-Jacques Rousseau, me gustaba pensar que "el ser humano es bueno por naturaleza", sin embargo, y aunque tengo la suerte de tener en mi círculo mucha gente de alma bonita, también tengo la no-suerte de tropezarme con individu@s que para nada son tan naturalmente buen@s como presuponía el señor Rousseau. Vivimos en un país, no sé si esto se hace extensible a otros, en el que la crítica no constructiva es deporte nacional, como ya he dicho otras veces. Triste. Pero no sólo eso. Además, somos los reyes del mambo cotilleo y del escaqueo, del cuchicheo, del señalar y de hablar con todos de todos, pero mejor si es a espaldas del interesado; y si se trata de ayudar sin conocer al prójimo, mejor si no entramos en detalles. Vivimos tan a la nuestra, a este ritmo tan loco, que a veces no somos capaces ni de prodigar una sonrisa para iluminar el día del de enfrente, o lanzar un "¡hola!" que a nada compromete pero que destensa mucho el clima frenético de la calle, el vecindario y hasta el trabajo.
A los niños de hoy en día hay que llevarlos entre algodones, no vaya a ser que se traumaticen por escuchar un "NO", y sin embargo, los consentimos tanto con tal de no oírlos, que estamos creando pequeños seres despóticos que la única palabra que siempre tienen a tiro es un "¡NO!" ante cualquier cosa que no sea fiel a su expreso deseo. Curioso. Y ojo, no confundamos "llevar entre algodones" con "criar con amor". Yo de lo segundo hago todo lo que puedo, no me quedo con la sensación de que mis/nuestros hijos vayan faltos de cariño, amor y dedicación, más bien al contrario; ahora, lo de llevarlos como si fueran a romperse... pues no lo comparto, la verdad, que la vida es dura, y consentir o malcriar no es lo mismo que mimar, y luego vienen las frustraciones y demás. Claro, a esta tiranía infantil hay que sumarle la mala costumbre, también heredada o no inculcada, de no pedir disculpas cuando algo se ha hecho de la manera que no tocaba. Igual exagero, pero a nuestros sucesores les estamos dando unas lecciones de NO CIVISMO que lo único que muestran son la degradación de la condición humana más básica, la desaparición de la bondad innata y la devaluación de la calidad de las personas, ya que si algo importa en esta sociedad es la cantidad, siempre la cantidad.
Cuando miro a mis dos hijos, cuando los veo jugar riendo, cuando escucho a Pichu explicándome soñadora que "cuando sea mayor...", me da pánico. Es que no sé en qué tremendo punto estaremos cuando ella sea mayor. No sé cuán destrozado estará nuestro planeta, ni con qué recursos naturales contaremos, ni si habremos conseguido entendernos más allá del idioma o seguiremos con el contrabando de armas, órganos, niños y mujeres. No sé si se habrá llegado a la libertad de los pueblos por medio de la violencia, así, haciendo apología a la mezquindad más auténtica, o si se habrá dejado que los pueblos esclavizados por cuatro duros tengan un modus vivendi digno de cualquier ser humano, empezando y terminando por los menores de los mismos. Tampoco sé si los dirigentes de los países, esos que se empollan los discursos que ni siquiera escriben, seguirán vendidos a las multinacionales, si la banca continuará siendo el lugar más inseguro para nuestros ahorros o si las farmacéuticas aún harán juego con nuestras pandemias y enfermedades, alargando lo indecible la agonía de nuestra raza para no perder ni un clavo. No lo sé...
Lo que sí sé es que toda la gente bonita que hay, PORQUE LA HAY, debería hacer más fuerza por lanzar su bondad hacia la esquina contraria del mundo, con una simple sonrisa a quien no se la devuelve, un guiño o un gesto amable a quien habla mal a las espaldas, una mano amiga a quien jamás dará su brazo a torcer por otro... Yo creo en el efecto mariposa. Todo es ponerse.
Y si escribo esto es por puro egoísmo, que conste, porque me preocupa el legado que estamos preparando a nuestros hijos e hijas, porque me aterra pensar que un día no estaremos para cuidarlos y los habremos dejado en medio de un berenjenal de tres pares de narices. Si hay algo que me consuela es que sé que gracias a estar volcando el 200% de nuestro amor en su crianza y a decir "NO" cuando la situación lo requiere, al menos, los estamos educando para que sean personitas buenas, claras y sin segundas o terceras intenciones, positivas, responsables, honradas, con inquietudes y sueños, cívicas y colaboradoras, pero sobre todo con los pies en la tierra. Sé que convivirán con iguales que hayan escuchado "SÍ" a toda hora, que hayan convivido con el engaño y el conformismo como compañeros de juegos, y que hayan "disfrutado de una feliz infancia" a base de recibir , recibir y recibir a toda hora todo aquello que se les antojase. Y cuento con que, entonces, no juzgarán a sus compañeros de mundo, y menos se mofarán de ellos, ya que entenderán que tanto desencanto es sólo el legado que sus antecesores les han dejado.
Me apena enormemente saber que MUCHO TENDRÍA QUE CAMBIAR EL SER HUMANO para que yo me creyera la máxima de Rousseau. 

Así que, en mi opinión, NO HAY MEJOR LEGADO PARA NUESTROS HIJOS QUE un montón de sacos llenos de amor, mucha paciencia y ganas de hacerlo bien (he dicho bien, no cómodo).

CON M DE MAMÁ y de Maestra




De canciones, carnavales y caballos... Sobre todo CABALLOS.

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Si has llegado aquí es porque el título te ha sugerido que me leas...
Hoy sólo pretendo compartir una canción que, ayer por la tarde, inesperadamente, me llevó a un 24 de febrero de hace 3 años, y a un momento concreto grabado para siempre en una foto.
La canción es ésta:



Os sugiero que la escuchéis con los ojos cerrados y os dejéis transportar donde quiera llevaros. Hay una magia especial en el juego de acordes que tiene y en su melodía suave, y creo que no os defraudará.
A mí ayer, sin esperarlo, me llevó aquí:


Y me mantuvo, durante todo el tiempo que estuvo sonando, recorriendo las calles de la Malvarrosa de Valencia, riendo contigo, con mis hermanos, disfrutando del primer carnaval de tu princesa... Fue como verlo todo en una peli de Super8. Esa tarde fue la primera vez que ella subió al caballito del parque... y fue contigo, y tú le prometiste que la llevarías a montar uno de verdad algún día. 
Te prometo que la llevaremos cualquier día y le diremos que vas subido en el caballo junto a ella, como le prometiste. Esa tarde hablamos de tu dolor de piernas; tú lo achacabas a tus clases de equitación, so cabezota, mientras nosotros te decíamos que no te pasaras de atrevido porque ya habías empezado con la medicación nueva...
Y de pronto 3 años y unos meses después, tú ya no estás y suena en spotify una canción que me lleva a ti, a nosotros, al caballito del parque... Miro el nombre del grupo... y también habla de CABALLOS.
Estaba claro que esta canción era para ti, para mí, para nosotros, para aquella tarde de carnaval que siempre quedará grabada a fuego en nuestros corazones, y para el caballito del parque de casa...


TE QUIERO HASTA LA LUNA Y VUELTA.

CON M DE MAMÁ y C de CABALLOS

10 cosas del antes y el después de...

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... tu primera vez en un bingo.
... cocinar tu primer huevo frito.
... hacer... la guerra y tal... 
¡Pues noooo!
Hoy os doy mi lista de 10 cosas del antes y el después de SER MADRE (¿de qué si no? ¿Acaso éste es un blog de biología? Sí, la verdad es que en ocasiones, "casi".)
Y sin más preámbulos, aquí va pues.

10 COSAS DEL ANTES Y EL DESPUÉS DE SER MADRE:

1. ARREGLARTE / ADECENTARTE:

-ANTES de ser mamá: te pasabas tres horas en plan quita y pon, eligiendo modelitos, complementos, ahora me gusta, ahora no, maquillándote a la última, haciéndote el pelo mega ideal y mandando mensajitos del tipo: "Llego diez minutos tarde... No, veinte... Al final me he liado un poco, que me ha llamado mi hermana... Empezad sin mí, ya llegaré". Y, a pesar de tener toooodo el tiempo del mundo para ti, llegabas dos horas tarde. Eso sí, ni las Victoria's angels lucían igual.

-DESPUÉS de ser mamá: Pillas lo primero que tienes, que normalmente es lo que llevabas anteayer y está tendido y seco, con algo de suerte te pones crema, con un poco más de suerte te pones máscara de pestañas (y te olvidas de quitarte los restos, y así que vas todo el día, luciendo párpados garabateados), si sigues en racha te peinas, si no, coleta y tan pichi. Si mandas algún mensaje es mala señal: el mensaje es para avisar de que llegas tarde al trabajo. Sales vuelas hacia la puerta mientras vas cargando por el camino a los niños, tu bolso, los trastos de todos, almuerzos, chaquetas... Total para salir tarde, COMO SIEMPRE, porque ahora toooodo el tiempo del mundo es para ellos. Eso sí, tus tesoros te ven más bonita que a cualquiera de las Victoria's angels.

2. CONDUCIR: 

-ANTES de ser mamá: ponías tu CD preferido, bajabas la ventana, dejabas que el viento moviera tu melena, cantabas a gritos y te creías dentro de cualquier peli buenrollista. Tu coche era un espacio zen.

-DESPUÉS de ser mamá: pones el CD de canciones infantiles, echas el seguro de las ventanas para evitar que tus hijos se seccionen un brazo, tu melena no se mueve porque, entre otras cosas, llevas coleta por no poder arreglarte el pelo, hablas a gritos para que te oigan entre contraseñas piratas y Mambrú se fue a la guerra y te ves como la protagonista  desquiciada de alguna peli de Almodóvar. Tu coche es un espacio ZAS.

3. DESAYUNAR / COMER / CENAR: 

-ANTES de ser mamá: eran momentos de placer, o no, dependiendo de si te los saltabas porque dormías más (véase siguiente punto), la comida y tú vivías un idilio de amor constante, todo era paz y armonía...

-DESPUÉS de ser mamá: ¿Las madres desayunamos / comemos /cenamos? Leyenda urbana. Las madres no hacemos eso. Nosotras peleamos con la comida de nuestros hijos porque a veces nos hace más caso que ellos mismos, y, en todo caso, engullimos. No hay ni paz ni armonía, eso sí, las sobras ¡son lo mejor!

4. DORMIR: 

-ANTES de ser mamá: Era, como la comida, uno de los grandes placeres de la vida, que tú elegías disfrutar o no.

-DESPUÉS de ser mamá: pasapalabra... y tal.

5. VIAJAR:
 
-ANTES de ser mamá: era fácil, muy fácil, porque para empezar elegías destino mirando presupuesto y compañía y poco más, y a partir de ahí, abrías maleta, arrancabas el armario empotrado de la pared y lo vaciabas dentro. ¡Y a disfrutar! Daba igual si ibas en tren, avión o cabra montesa.

-DESPUÉS de ser mamá: Para empezar, elegir destino conlleva hacer una tabla excel en la que comparas no sólo presupuestos (la compañía está bastante clara), sino horas de viaje, medios de transporte, actividades qué puedes realizar allí con niños, posibles comidas, posibles paradas hasta la llegada... ¡Y a disfrutar! ¡Ah, no! Que todavía no hemos acabado la tabla y no tenemos destino. Ya os aviso si eso.

6. IRSE DE COPAS:

-ANTES de ser mamá: es obvio, significaba que después de toda la tarde acicalándote, te ibas con tu chico y/o friends a tomarte una copita (tras otra) o a acompañar a quienes lo hacía, con musicolis de fondo, sillita cómoda al canto y tooooda la noche por delante, sin estrés ni presión.

-DESPUÉS de ser mamá: es obvio, lo más cercano a "irte de copas" es levantarte a la cocina en una de las veces que Rubiazo pide teta o Pichu sueña con piratas, cogerte la copa más glamourosa que hay en el armario, llenarla de agua y echarle un paracetamol efervescente (sugerencia de presentación: añadir una oliva rancia que quedaba en la nevera). Y oye, también tienes toooooda la noche por delante, eso sí, con estrés y presión en cada burbuja efervescente que te pasa por la garganta.

7. COMER FRUTA: 

-ANTES de ser mamá: la fruta era ese bien exótico que te caía en la copa de sangría (y te subía la tontería al quinto pino), o que tomabas dentro de tu plan "voy a cuidarme" y que te duraba un día, o era simplemente, el almuerzo cómodo para llevar en el bolso, o el desayuno perfecto para las que somos fruteras por naturaleza.

-DESPUÉS de ser mamá: la fruta es ese bien terrenal que tomas de noche por no hacerte cena y porque no tienes fuerza ni para apoyar el dedo en la placa de inducción y hacerte algo decente; es ese bien que, gracias a tu maravilloso suelo pélvico conseguido parto tras parto, te tiene toooda la noche levantándote a hacer pis y jurando en arameo que "mañana no ceno fruta" (y así hasta el infinito y más allá); es ESA MARAVILLA DE LA NATURALEZA que mancha la ropa y los baberos de tu hijo taaaan bien, pero TAAAAAAN bien, que optas por tirarlos y comprar nuevos antes de pelearte con ellos.

8. LIMPIAR / ORDENAR / TENER LA CASA COMO UNA TACITA DE PLATA O LOS CHORROS DEL ORO:

-ANTES de ser mamá: tu casa era un museo, el templo de la modernidad, el aseo y la limpieza impecables, un monumento homenaje a la pulcritud y el bienestar.

-DESPUÉS de ser mamá: tu casa... mi casaaaaaaaaaaa... teleeeeeeeeeeéfono... ¡¡E.T, hazme hueco en la nave que me piro de aquí (por falta de espacio, que Diógenes se ha hecho con la casa)!!

9. TU CAMA: 

-ANTES de ser mamá: era parte de ese templo, parte importante, era nidito de sueños futuros y nidito de amor. 

-DESPUÉS de ser mamá: tu cama es SU cama. Todo dicho.

10. TU BOLSO:

-ANTES de ser mamá: objeto de culto, paradigma de la modernidad, siempre combinado con tu modelito y resto de complementos, lleno hasta los topes de cosas chic, chicles de los sabores más novedosos, 37 brillos de labios diferentes, y en resumen, un homenaje al "yo, mi, me, conmigo".

-DESPUÉS de ser mamá: como en el caso de la cama... tu bolso es SU bolsA. Porque o bien pasas de cogerlo y cargas la cartera y poco más dentro de su bolsa de "por sis", o, siempre llevas el mismo porque compras un básicopegocontodo y vas acumulando juguetitos, galletas mordidas, chupetes, pañuelos a medio usar, apiretal, dibujos de corazones con la firma de Pichu y un amplio repertorio de señales que indican que, igual no eres la de antes, o lo eres pero haces las cosas de manera diferente, pero lo que está claro es que tu vida está de llena de MOMENTAZOS gracias a los dos monstruítos que han llegado a tu mundo para darle un giro de 180º y hacerlo tambalear a cada instante...

Pues, la verdad, ¡¡¡YO ME QUEDO CON EL "DESPUÉS" DE TODAS, TODAS!!! Aunque me salgan canas verdes, aunque mis ojeras parezcan obra del  mejor tatuador del mundo, aunque empecemos la mañana con viaje a urgencias porque Rubiazo quería bajar al piso de bajo y ha decidido usar la cabeza para hacer el agujero... 

El "DESPUÉS" ES SEÑAL DE QUE HA HABIDO UN "ANTES" en el que hemos planeado esto, en el que lo hemos soñado, y en el que no teníamos ni idea de que no nos iban a hacer falta ni tantos viajes ni tantas historias, porque la MA/PATERNIDAD es el GRAN VIAJE que estábamos preparando sin saberlo. 

El DESPUÉS es presente y futuro, la suerte de mi vida :)



CON M DE MAMÁ y D de DESPUÉS

I CURSO DE LEVITACIÓN PARA MADRES. Información aquí.

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He detectado la imperiosa necesidad que tenemos algunas las madres de LEVITAR en ciertas situaciones en las que caminar no es la mejor opción
Es por eso que estoy a la busca y captura de un/una buen/buena profesional que nos haga unas cuantas sesiones por videoconferencia online, ahora que está de moda hasta para los cursos de inglés que te capacitan para dar clase (y asegurar así el fracaso idiomático del país). 
De momento, tengo el programa que seguiremos elaborado y listo para ser llevado a la práctica. Así que, mientras aparece mi Uri Geller particular, aquí os lo dejo, para que vayáis abriendo boca.

1ª sesión: Levitar vs esparcir la arena de la playa por toda la casa.
En esta sesión, Uri (vamos a llamarl@ así) nos enseñará la utilidad de la levitación cuando, en un arranque de espontaneidad de padres modernos, decidís pasar la tarde en la playa sin más preparación que una pobre toalla y la bolsa de los juguetes. Eso, obviamente, implica que volvéis totalmente empapados con la ropa de calle escupiendo agua y arena por los cuatro costados. Además, la entrada a casa con niños nunca es el idílico "directitos al cuarto de baño", siempre hay quien se desvía y pasea media playa por toda la casa. Los demás sólo tienen que pisar lo que ya ha tirado el primero y ya está el lío montado. Si pudiéramos levitar... ¡me iría a la playa todas las tardes, sin toalla y sin apaños ni "por sis"! Entraríamos rozando el techo, sacudiríamos a nuestras perlas encima de la bañera, y ¡listo!

2ª sesión: Levitar vs pisar la taza de leche derramada por toooodo el comedor.
En esta sesión aprenderemos que, pasar el mocho a un metro del suelo y en posición de flor de loto, es el mejor invento del año, sobre todo cuando tu hija, en un gesto de habilidad máxima, ha tirado su taza llena llenísima de leche con chocolate, y ha salpicado hasta la pared del vecino, y no hay margen por donde pasar (y pisar) sin liarla parda y acabar dejando huellas por todas partes.

3ª sesión: Levitar vs llevar a tus dos retoños amarrados a la pierna en un ataque competitivo de "mamitis".
En esta sesión aprenderemos que una tarde de mamitis máxima, en la que ambos monstruítos te persiguen por casa como si no hubiera mañana, puede acabar en un espontáneo "pilla-pilla" en el que, mientras tú vuelas de cocina a habitaciones repartiendo la ropa doblada y demás, ellos van por bajo tuyo corriendo y saltando intentando pillarte; resultado: acabas la faena a una hora decente, pasas la tarde con ellos a la vez y, lo mejor, ¡a las 20:00 están ambos sopa total del ejercicio y la tensión vividas!

4ª sesión: Levitar vs dar un tranquilo paseo en el que acabas cargando a los dos en brazos.
En esta sesión, algo relacionada en metodología con la anterior, perfeccionaremos la técnica de la levitación llevando a nuestros hijos justo debajo, como si fuéramos paraguas, exacto. Si se da el caso de salir a pasear y empezar a escuchar la dulce cantinela de "estoy cansaaaaaad@" junto con algún "maaaaaaaaa / papaaaaaaaaaaá" tan sólo cinco minutos después de empezar, la levitación conseguirá que acabemos al menos la vuelta a la manzana con ellos entretenidos intentando cogernos y evitaremos así cargarlos a brazos. Será un paseo corto, pero intenso, con un resultado similar al obtenido al aplicar la técnica en la sesión anterior.

5ª sesión y última: Levitar vs discutir con todo quisqui.
Ésta, además de dar un repaso por todas las anteriores, cerrará el curso con la levitación como modus operandi cada vez que alguien venga a tocarnos las balls que no tenemos. Es decir, llegados a este punto de control máximo de la levitación, evitaremos situaciones de máximo estrés aplicando la técnica y dejando al de enfrente con tres palmos de narices y totalmente amnésico de lo que estaba criticando/diciendo, como cuando los Men in black sacaban el boli ese tan chulo. Situaciones tales como: "¿aún le das teta? / ¿no le das teta? / ¿sólo le das bibe? / será que no tienes suficiente leche / ¿quieres una rosquilleta, que la mami no te da de comer? / es demasiado grande para ir en brazos, que camine / ¡uyyyyyyyy, se va a acostumbrar! / este niño es muy malo (aquí aplicaremos levitación con escoba, para dar en la cabeza del parlante al levantar el vuelo) / la mamá es tonta (de nuevo, levitación con escoba o con mocho lleno de lejía) / a tu edad yo ya los tenía criados / se te va a pasar el arroz / se te está pasando el arroz / ¿y cuándo dices que le quitas el pañal? / ¿aún con pañal? ... Y en general, cualquier situación que conlleve en sí impertinencias máximas, dichas por quien sea, y que supongan una híper ventilación mayor de la acostumbrada por parte de quien las recibe. La aplicación de la levitación aquí es sencilla: a la primera palabra que levantara sospechas... ¡ARRIBAAAAAAA!  La cara de panoli de los de abajo no tendría precio. 
Es por eso que está sesión, que requiere un control casi perfecto del método, clausuraría el I CURSO DE LEVITACIÓN PARA MADRES.

Las sesiones serán grabadas, es decir, en diferido, pero con un chat abierto 24 horas con nuestr@ Uri Geller, para que así las visionéis cuando podáis (momento teta, mientras estáis en el trabajo o de camino a él...) y consultéis vuestras dudas en el momento que podáis hacerlo. Os mantengo informadas de las novedades. 
Mientras tanto, no es mala opción que os hagáis con unos zancos 
Imágenes tomadas de http://zancos.wordpress.com/
y vayáis acostumbrándoos a las alturas.

Un abrazo.

CON M DE MAMÁ y L de LEVITAR

Quedémonos con lo importante

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Hace mucho, mucho tiempo (venga, quizás no tanto) yo era una chica como otra cualquiera: vivía preocupada por sacarme las castañas del fuego (esto no ha cambiado), que no era poco, indignada con el mundo loco en el que estamos (esto tampoco ha variado, es más, va en aumento) y también por "verme bien" siempre que fuera posible. Sí, así es, vivimos en una sociedad en la que el mensaje erróneo está anunciado con luces de neón por todas partes: para sentirte bien, has de verte bien. Nooooo, es que no es así. Es justo al revés, nos lo enseñan mal. Pero bueno, antes o después, la vida, la madurez y, en mi caso, la maternidad, te muestran que quien hizo el cartel del lema se equivocó en el orden, y entonces, vives más feliz, sin más. 
Me considero algo coqueta, aunque no lo fui durante un tiempo y no viví una edad del pavo excesivamente pronunciada (gracias al cielo); supongo que la edad te enseña a sacarte partido, físicamente (y mentalmente) hablando, y descubrir con que te ves bien. Pienso que esto es parte de un proceso que todos, en mayor o menor medida, pasamos, y que ayuda al afianzamiento de nuestra personalidad, de nuestra confianza y, en parte, de nuestra autoestima. Pero, por otra parte y por desgracia, la sociedad en la que vivimos, es muy caprichosa con el tema del aspecto físico, y nos enseña desde pequeños que hay unos cánones a seguir que, curiosamente, en nuestro fuero interno, jamás coinciden con como nos vemos nosotros. Si se llevan las curvas, nos vemos excesivamente flacos, y si se lleva la delgadez, nos vemos enormes. La cuestión es que, tristemente, estamos predestinados a no gustarnos y a nadar en un mar de complejos durante muchos, muchos años.
Yo, personalmente, he pasado por varias etapas en cuanto a complejos, a lo largo de las (válgame la redundancia) distintas etapas de mi vida, hasta llegar a la madurez: nariz larga, poca altura, piernas de futbolista, pies grandes, culo respingón, labio superior más fino, pelo de color neutro... ¡Auténticas gilipolleces tonterías! Pero díganselo ustedes a la adolescencia, esa eterna enemiga de la seguridad y el equilibrio. Y, obviamente, da igual que tus más allegados te digan lo fabulosa que te ven entonces, porque para algo tienes tú ojos y orejas y te "pispas" de lo que se lleva en el mundo "real", que es justo lo que tú no eres (o eso crees).
Gracias al cielo, un buen día me di cuenta de que me gusto tal cual. No hay más. Y no, no se trata de que haya hecho lecturas sin fin de libros de autoayuda ni búsqueda y repetición de frases motivadoras, ha sido cuestión de madurar y apreciar lo que de verdad vale la pena y lo que no. Parir para mí fue un regalo en este sentido. Es más, si quiero ser exacta, fue quedarme embarazada lo que me "enamoró" de mi yo físico e interno, y ojo, no hablo desde el narcisismo, sino desde la consciencia del conocer mi cuerpo, y mi ser, y apreciarlos tal cual son, sin desear cambios. Sí, claro, hay días en los que mirarme al espejo es romperlo, porque las ojeras negruzcas y la cara excesivamente larga de no haber dormido en siglos no son de gran belleza a simple vista. Hace unos años me habría horrorizado, ahora no. Ahora normalmente me río y pienso "ale, otro día más en el que sacar a relucir tu belleza interior, majeta, porque esto no lo arreglas ni con aquaplast". Pero sigo saliendo a la calle igualmente segura de mí misma, y no pensando que quien me mira lo hace porque le recuerdo al espantapájaros del Mago de Oz; que probablemente así sea, pero es que ME DA IGUAL.
Pues, la verdad, me parece triste tener que haber madurado como mujer, haber disfrutado de una maternidad para llegar a este punto. Lo digo como autocrítica y como llamada de urgencia a esta locura de valores inversos en la que vivimos. Cuando me quedé embarazada de Pichu usaba la 34, y me veía tan estupenda. Durante el embarazo AMÉ MI CUERPO, me enamoré de mi enorme pancha y disfruté de este nuevo estado corporal. Cuando a los casi dos años aterricé y me reconocí "casi la misma" que antes del embarazo, me gustó, no puedo negarlo, pero me gustó en gran parte porque no volví a la 34 jamás, porque MI CUERPO HABÍA CAMBIADO, porque de repente tenía cuerpo de madre y de mujer. Y sí, ese sentimiento se ha mantenido y reafirmado con el embarazo y nacimiento de Rubiazo. Obviamente, hay muchos días en los que miro mi barriga "pellejera" y pienso "algún día me pongo a hacer abdominales", pero no porque quiera lucir estupenda cara al mundo, sino porque creo que debemos cuidarnos, por dentro y por fuera. Y, a pesar de eso, me planto el bikini y soy la más feliz, porque me da exactamente igual LO QUE PIENSE EL MUNDO de mi barriga, mis piernas, mis tetas más descolgadas y desiguales por la lactancia y la edad, o de toda yo. La maternidad (en mi caso, siempre en mi caso) ha dado paso a unas prioridades en mi lista que anulan lo insustancial e innecesario. El bienestar y la felicidad de los míos priman por encima de cualquier otro aspecto de mi vida. Soy feliz porque los tengo a ellos, porque los QUIERO A MORIR, porque los veo crecer sanos, felices y unidos, porque TENGO UNA FAMILIA PRECIOSA. Y, la verdad, mirarme cada día al espejo y poder sonreír por ello, a pesar del sueño, las malas noches, los días turbios en el trabajo y la gente mala que a veces cruza tu camino, ES UNA SUERTE QUE ESTOY DISPUESTA A APRECIAR TOOODA LA VIDA.
Ahora, eso sí, viene la segunda parte: CONSEGUIR QUE MIS HIJOS SE QUIERAN TAL CUAL SON. Con sus particularidades físicas, sus gafas, sus pies planos, su torpe psicomotricidad gruesa, sus orejillas de duende... PORQUE SON PRECIOSOS. Así los vemos su padre y yo y así deberían verse ellos siempre, dejando al lado cánones inventados por las grandes marcas, estilos que igual están de moda para pasar al olvido en meses... Por desgracia, insisto, la sociedad en la que vivimos no entiende de COSAS IMPORTANTES, y vamos a tener que luchar contra el poder de los grandes gigantes sociales: el materialismo y la superficialidad; vamos a tener que luchar desde nuestro hogar para que nuestros pequeños APRENDAN LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE, la esencia en sí de la vida, y dejen a un lado detalles que crecen rápido sólo para hacer daño. No olvido que pasarán pasaremos por la traicionera adolescencia, que no entiende más que de inseguridad y rebeldía mal llevadas, y que con cánones o sin ellos, serán susceptibles de mirarse y no encontrarse, pero espero que para entonces hayamos sabido ayudarles a tejer una red lo suficientemente fuerte como para que puedan caer sin hacerse añicos, y poder levantarse de nuevo. Porque tal como van las cosas, vaticino poco cambio a mejor en cuanto a valores en la ciudadanía, así que en nuestra mano está el enseñarles a QUEDARSE CON LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE, a apreciar su salud y la de sus seres queridos, a que lo que de verdad les apene y entristezca no sea su físico, que gracias al cielo está sano a rabiar, sino las barbaridades que este mundo tan actual y moderno permite, y que por ello crezcan y maduren como personitas de pensamiento crítico, con ganas de moverse, luchar por lo que vale la pena y dejarse de tanto asunto insustancial y tanta tontería.

QUEDÉMONOS CON LO IMPORTANTE. La belleza está por todas partes, empezando por nosotros mismos. No la destruyamos con tanto conflicto de intereses y tanta codicia. No nos afeemos por capricho.


CON M DE MAMÁ

IBERDROLA... Sus nuevos contadores y su política poco transparente.

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Hoy estoy que trino. De verdad que todos los días me hago el firme propósito de sonreír hasta que me duela la cara, de andar flotando entre nubes y demás historias por eso del karma y tal. Bueno, pues esto es como el dicho ese que hay en algunos bares colgado a modo de saludo tras la barra:

"HOY HACE UN BUEN DÍA, SEGURO QUE LLEGA ALGUIEN Y ME LO JODE"

Y así ha sido. Gracias IBERDROLA por haberlo hecho posible.
Hace poco más de una semana que en casa no podemos encender el aire acondicionado, porque después de pocos minutos funcionando, hace que se vaya la luz en toda la casa. Lo curioso es que en ningún momento saltan los plomos o el automático. Nada. Es como si "se apagara una vela".
Esto, además de ser un horror por el calorazo que esta regalándonos julio, ha pasado a ser la broma del verano. 
Nosotros, atando cabos, pensábamos que o bien habían tocado algo de nuestro cuadro eléctrico por error, o a la máquina del aire le había entrado algo de agua, ya que esto pasa desde un jueves en concreto en el que hubo unos técnicos manipulando en el cuadro de contadores, y a su vez, fue el día en que cayó una tromba de agua de agárrate y no te menees.
Por descarte, llamamos primero a la administradora de la finca, mujer incompetente donde las haya con todos mis respetos, ahora veréis por qué, y al preguntarle por la visita de los técnicos y contarle el problema, se desentendió rapidito del tema diciéndonos, casi entre risas, que si fuera por este motivo le pasaría a más vecinos, no sólo a nosotros. a ella le faltó llamarnos tontos, vamos, y a mí a su vez, pedirle que mandara por mail su título del grado de electricidad y mecánica...
Siguiente paso, pues, fue llamar a nuestro seguro para que mandaran a unos electricistas a revisar nuestra instalación. Esta mañana han estado aquí y ya tenemos veredicto: nuestra instalación está perfecta. Entonces, ¿por qué nos quedamos sin luz al poco de encender el aire acondicionado? ¡TACHAAAAÁN! Pues porque, señoras y señores, IBERDROLA ESTÁ CAMBIANDO LOS CONTADORES POR UNOS ELÉCTRICOS en todas las casas, y son tan estupendos que, cuando estos aparatitos mandan a la central la información de tu potencia, en la central hacen saltar la alarma y te dejan sin luz. Tal cual. Y diréis: entonces es que hay algo que no tenéis en regla. Que no señores, que no. Que hasta ahora, JAMÁS HABÍAMOS TENIDO NINGÚN PROBLEMA, que tenemos contratada una potencia como la de cualquier ciudadano de a pie que use en su casa los electrodomésticos normales, que los electricistas de esta mañana nos han dicho que todo está como debe estar, peeeero... Resulta que los nuevos contadores de IBERDROLA obligan en muchos casos, parece que no somos los primeros, a subir la potencia contratada porque el límite con el que detectan sobrecarga es menor, tengas tú el contrato que tengas y los años que lo tengas, que al fin y al cabo, no eres nadie, sólo QUIEN PAGA Y SUSTENTA. Así que, mira tú por donde, ahora señores, pagaremos un poquito más (aún) a estos SINVERGÜENZAS porque ellos han decidido, sin consultar, sin dar opción y saltándose unos cuantos derechos de los consumidores, que cambian los contadores antiguos que funcionaban tan ricamente, por unos de lectura digital que mandan la información a la central directamente y así se ahorran enviar personal a que la lea. Disponen de esta información al momento y en cualquier momento, como queda demostrado con nuestro aparatito, en ningún momento tenemos nosotros "la vara de medir" que utilizan para saber hasta qué punto esto es transparente, y además, y LO PEOR DE TODO, es que para que esta "maravilla de la tecnología" funcione, vamos a estar más expuestos aún, sin haberlo elegido y sin estar correctamente informados, a la radiación de las ondas que hacen posible el milagrito de la lectura digital, que no es poca. ¿Qué? ¿No os parece un maravilloso motivo para jodernos un día (y mil perdones por la soez expresión, pero no he encontrado otra más gráfica)? A mí sí. Os dejo aquí un interesante enlace, con mucha información sobre el tema, que la revista DISCOVERY SALUD publicó ya hace justo dos años, y que OS RECOMIENDO LEER. No tiene desperdicio. Es sólo para que acabéis igual de cabreados/indignados que yo.


Por cierto, no me quiero olvidar de explicaros por qué he dicho que la administradora me parece una incompetente: efectivamente, como le planteamos, y sin ser expertos en la materia, el hecho de que hubieran estado manipulando el cuadro de contadores es la causa de nuestro problema, señora técnico electricista; además, ni siquiera es capaz de hacer bien su labor, en este caso un trámite bien sencillo: pedirle al presidente de la comunidad que cuelgue un papelito anunciando el estupendo cambio que iban a realizar los señores de IBERDROLA. ¡Ah, no! ¡Que entonces quizás había protestas y consumidores ejerciendo su derecho a saber y opinar! ¡Uy! A ver si resulta que estoy llamándola incompetente y en realidad ¡es usted una lista! Porque ya sabemos que, en estos temas, el que no corre vuela...

CON M DE MAMÁ e I de INDIGNADA

TIEMPO.

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El tiempo sigue su carrera. Se nota que lleva siglos entrenando, porque no se detiene ni siquiera para reponer fuerzas. Continúa implacable, directo a su meta, más con prisa que con pausa.
Curiosa la percepción del tiempo según crecemos con él. De niños los momentos parecen eternos, todo dura mucho, hay mucho por delante... Conforme maduramos el tiempo encoge. De pronto ya es viernes de nuevo, y otra vez estamos en verano, y volvemos a celebrar un año más soplando velitas y pidiendo un deseo.
9 meses son muchos para un niño y pocos para un adulto. Para mí, adulta con corazón de niña si pienso en ti, son una eternidad.
9 meses desde tu última caricia.
9 meses desde la última vez que sentí tu calor.
9 meses desde que me quedé dormida junto a ti.
9 meses desde la última vez que miré tu rostro cansado de tanta lucha pero tranquilo.
9 meses desde que te di el último abrazo.
9 meses desde que sentí tu olor a papá por última vez.
9 meses sin tu voz.
9 meses sin tus palabras siempre certeras.
9 meses sin tu sabiduría y tu inteligente mirada.
9 meses sin tu sonrisa.
9 meses sin tus "guapa" y "Noni, no seas pesada".
9 meses sin cogerte la mano y hablar.
9 meses sintiéndome pequeña en este mundo inmenso que ve la vida pasar sin que tú la vivas conmigo.
9 meses son una eternidad y el tiempo... El tiempo no se detiene.

CON M DE MAMÁ y T de TIEMPO

Mamá, hoy me han hecho daño en el corazón

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Tengo una niña que tiene defectos, como todo ser humano, pero sus virtudes los superan en número con diferencia, ya que, por suerte, aún tiene la inocencia propia de la infancia y la bondad innata de la que hablaba Rousseau.
Pichu es un alma bonita. No es capaz de hacer daño a una mosca, y eso conlleva que, a su vez, sea muy sentida (a veces hemos llegado a pensar que demasiado) y que sufra todo más de lo que nosotros veríamos como normal. Pero claro, yo hablo de la "normalidad" de un adulto, que es algo que tenemos muy deformado e influenciado por el paso de los años, las batallas que nos van poniendo corazas y las circunstancias que van endureciendo nuestro corazoncito.
Durante este curso han sido muchas las veces que, al salir del cole, Pichu me ha respondido entre lágrimas a la pregunta "¿Cómo ha ido el día, amor?" con un "Mal, porque hoy X me ha hecho daño en el corazón"... Teniendo en cuenta que X siempre era la misma compañera, me tenía que contener cada vez más para no ponerla de vuelta y media delante suyo y decir claramente lo que pienso de la tal X; no podía hacerlo ni como madre, porque estaría transmitiéndole un mensaje horrible a mi hija, ni, evidentemente, como maestra. Lo que hemos tenido que hacer ha sido ayudarle de una manera, digamos, más lenta pero eficaz. Es decir, le estamos enseñando estrategias que le impidan sufrir tanto o que, al menos, le ayuden a saber alzar su voz sin necesidad de ser grosera, simplemente haciendo saber a quien la trata mal que ni ella se merece esa actitud ni es de su agrado.
Para ella no ha sido tarea fácil, ya que, a pesar de explicarle una y otra vez que ella estaba haciéndolo muy bien y que la actitud de su compañera acabaría dejándola a un lado aunque ahora no fuera así, le resultaba inexplicable por qué esta niña seguía machacándola con comentarios que a cualquier adulto nos parecerían tontería, pero que para una niña de cuatro años no son fáciles de digerir. Comentarios que han ido desde "tu camiseta es muy fea", pasando por "hoy nadie juega con Daniela" y llegando a "no pienso escucharte" (mientras se tapaba los oídos) cuando mi hija le dijo que iba a contarle algo importante. Porque sí, mi hija seguía intentando tener el mismo trato con ella que con el resto.
Nosotros mientras, tarde tras tarde, una y otra vez, le repetíamos que contestase a X diciéndole "por favor, no me hables mal porque yo no lo hago", (respecto a su ropa) "pues a mí sí que me gusta", "yo te escucho cuando tú quieres contar algo"... Y un largo etcétera de frases parecidas que, por suerte, no han caído en saco roto. ¡Porque llegó el día! ¡Sí! La tarde en que Pichu salió del cole radiante; la tarde en que al preguntarle el porqué de su felicidad, respondió: "¿Sabes mamá? Hoy X me ha dicho que mi camiseta era súper fea, y yo le he dicho que a mí me parecía muy bonita... Y ya no me ha dicho nada en todo el día"... La tarde en que, orgullosa de sí misma, de su hazaña, de haberse hecho valer, no dejó de sonreír.
Desde ese día, claro está, alguna ocasión más ha habido en la que nuestra hija ha vuelto a tener encontronazo con su compañera, pero la frecuencia ha disminuído muchísimo y ha pasado a ser algo más dentro de la normalidad de un aula en la que confluyen caracteres muy diferentes. Y lo mejor es que su actitud, la de Pichu, también ha cambiado desde entonces. Ya no se toma tan a la tremenda los desaires de su compañera y, con mayor o menor fortuna, sabe qué contestar a cada improperio, demostrando y demostrándose que sabe hacerse valer.
No hace falta que diga que, cuando ves a tu hija sufrir por algo así, tu corazón sufre con ella, y te reconcome la impotencia porque sabes que, a pesar de todo, es ella quien debe ponerle fin. Ni su maestra, que ha estado siempre zanjando situaciones y al quite de todos y cada uno de estos episodios, ni nosotros. Sólo ella. ¿Que por qué? Pues porque nosotros lo que queremos es que nuestra hija madure su capacidad resolutiva. Jamás la dejaremos sola ante un conflicto o una situación que la haga sufrir, porque para llegar a saber solucionar conflictos sola necesita ser guiada y sentirse apoyada, pero no la acompañaremos interviniendo directamente (a no ser que se trate de algo que lo requiera con urgencia, evidentemente), sino que la guiaremos para ayudarla a resolver el problema de la mejor manera posible.
Mi primer pensamiento, no puedo negarlo, cuando detectamos que esto no era una cosa puntual sino un "acoso" en toda regla, fue el de dirigirme a la niña que estaba fustigando así a Daniela. Pero sabía que eso sólo conseguiría, o no, amedrentar a la compañerita un tiempo, nada más. Mi gesto no estaría propiciando que asumiese un respeto hacia mi hija. El temor, al fin y al cabo, no lleva a nada. Así que, después de detectar lo repetitivo de la situación, hablamos con su maestra y supimos que, igual que con nuestra hija, esta niña trataba así a otras compañeras y compañeros; por tanto, no nos quedaba otra que ayudar a Pichu a crearse su escudito, su muro, su estrategia.
En casa creemos firmemente en la frase que Mahatma Gandhi dijo en su día:
"Ojo por ojo y el mundo acabará ciego".
Creemos que las malas palabras pueden combatirse con palabras amables, aunque firmes, y con la mejor de las sonrisas acompañada de una mirada segura. No diremos a nuestros hijos jamás el famoso "si te pegan, la devuelves", que es bastante más común de lo que debería, o así lo vemos entre el alumnado. No queremos que nuestros hijos resuelvan las adversidades y situaciones de su vida con violencia, ni verbal ni física. No es lo que necesitan ellos, y mucho menos el mundo.
Daniela está aprendiendo a resolver, a reconocerse igual al resto y para nada inferior, a pesar de sus gafas o su parche de dibujitos. Y nosotros ESTAMOS TREMENDAMENTE ORGULLOSOS DE ELLA, de que siga teniendo el corazón bonito y la sonrisa noble, de que no disfrute hiriendo a sus iguales y quiera proteger a quien se sienta en desigualdad de condiciones.
La verdad, nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco es imposible.

CON M DE MAMÁ y V de VALIENTE


Próximamente...

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Estamos preparando, y si hablo en plural es porque la ocasión lo requiere, ya veréis por qué, un NUEVO POST en el que hay volcados mucho cariño, mucho respeto, mucho trabajo, y sobre todo mucha esperanza. CON G DE GAZA. Próximamente.

CON M DE MAMÁ
Esta preciosa y emotiva imagen ha sido prestada por MISSPINK (¡¡MUCHAS GRACIAS!!)

¿Quedamos para ir a la playa?

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El otro día, mi amiga MariaJo escribió un post sobre el perfecto kit playero en su web Valencia Peque Universo (altamente recomendable, by the way), y yo, que sé de buena tinta que ella además de "cuqui" es muy práctica, lo leí para comprobar que cuando voy a la playa no me olvido de nada. Efectivamente, según leí, normalmente cumplo todos los requisitos para tener una tarde de playa perfecta. Otra cosa es que las circunstancias, Murphy y sus colegas hagan que sea diferente.
 
Así pues, según mi amiga ésta sería la lista de imprescindibles:

Como he dicho, yo los imprescindibles los llevaba. A partir de ahí... Aquí va el análisis de mi "idílica" tarde en la playa.:
  1. Tardamos tanto en conseguir salir de casa (por esto de la nueva moda de correr pasillo arriba y abajo a cada parte del cuerpo que les untábamos con crema, entre otros entretenimientos familiares) que, cuando llegamos a la playa, el protector se había fundido ya con nuestra piel y... estábamos para volvernos a untar enteritos.
  2. Vale, confieso, el libro no lo llevaba. Pensé en coger el e-book, por eso de ir de madre moderna y tal, pero luego vaticiné que su máximo uso sería lanzarlo cual boomerang, y me supo mal, que es un regalo de Papi. Además... en mi caso, playa es a tiempo libre como ¿velocidad a tocino?
  3. Ajá... Sí... Llevar juguetes playeros para esparcirlos por tooooda la playa de la Malvarrosa y no hacerles ni puñetero caso. Miento, al "peix" (pez en valenciano) sí, que les dio mucho juego lanzarlo al agua y correr detrás de él gritando como becerros "¡¡EL PEEEEEEIX!" con cara de drama como si de verdad fueran a perderlo durante 30 minutos (de reloj). Y para que mami, después de conseguir recogerlos todos, se pase diez minutos para llegar al caminito de madera porque a cada paso que daba se le caía uno, para regocijo del público asistente.

  4. Si entiendes por "toda la familia" tus dos hijos, porque tú no tenías planeado bañarte (ni acabar cubierta de barro y agradecer el baño inmensamente), o como mucho "tus dos hijos y su tía" (que tampoco contaba con remojarse, deduzco, dado el tamaño minúsculo de su minitoalla), entonces todo en orden.
  5. También, cumplido. Excepto por el pequeño detalle del viento: llegar a la playa y que empiecen a volar TODOS LOS GORROS/SOMBREROS familiares al compás de "ya por allí se ve, ya por allí se vaaaaaaaaaaaaaa" o lo que es lo mismo, la canción que suena al final de la peli de Mary Poppins cuando los niños están volando su cometa en familia. Solución: gorros al capazo.
  6. Lo de la ropa es un must claramente, al igual que cambiar a tu hijo, dejarlo sequito y apoyarlo contra ti, que vas aún totalmente empapada. Resultado: camiseta de tu niño con el mismo grado de humedad que tu bikini. ¡¡Yihaaa!!
  7. Vale, la sombrilla tampoco la llevábamos. Pero simplemente porque cuando conseguimos llegar a la playa eran las 19... Que, para entonces, casi que lo que había que coger era el telescopio para mirar las estrellas.
  8. Por bolsos no fue, desde luego: mega capazo de mimbre con estrella pintada (¡mira! este requisito lo cumplo más que perfectamente), la típica bolsa de Harrods con una tonelada de juguetes de playa y media de la arena acumulada que, aunque quites, se reproduce y va haciendo poso, y el bolso de "soltera y sin obligaciones" de la tía, monísimo pero con lo justo y necesario. Aquí pasó lo típico: llegamos con todo ordenadísimo y estupendo, nos fuimos con todo el contenido tirado de mala manera por los bolsos y llenito hasta los topes de arena.
  9. El agua, dado que se bebieron medio mar Mediterráneo, acabó olvidada y más que recalentada en un rincón del capazo, y fue un gustazo beberla "del tiempo" al llegar al coche.
  10. Aunque llevábamos galletas saladas, mis hijos, básicamente Rubiazo, decidieron que nada mejor que la arena mojada para sus estómagos y sus dientes. He de confesar que, en un momento de máxima efusividad en la que eran o ellos  (Pichu y Rubiazo)o nosotras (la tía y yo), lancé una bola chorreante con todas mis ganas que fue a parar a la boca de Rubiazo que, en ese preciso momento, levantó la cabeza con toda la boca abierta. ¿Qué iba a decirnos mi rubio? Nunca lo sabremos.
Y respecto al punto extra de "chiringuito con piscina", aclararé que lo más cercano a nuestra ubicación eran unos duchas con el suelo lleno de arena encharcada, con lo que ducharte y volver a necesitar una ducha al acabar era todo uno, y así una y otra vez ¡hasta entrar en bucle!
La verdad, y a pesar de los pesares, la tarde de ayer fue muy, muy divertida y ¡extremadamente agotadora!
 
CON M DE MAMÁ y K de KIT PLAYERO DE MAJO

¡¡Oh, Dios mío, UNA TETA!!

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Ayer fue el DÍA MUNDIAL DE LA LACTANCIA y, además, estos días estamos de lleno en la SEMANA DE LA LACTANCIA. Pues fue ayer justamente, acabando de comer en una terraza en el paseo de la playa, cuando una señora decidió que mi teta no era compatible con el paisaje, y así se lo hizo saber a sus contertulios, con la típica táctica de "¡no miréis pero... bla, bla, bla, TETA, bla, bla, bla!". Cosa de la que servidora se dio cuenta por dos razones, una porque de repente, y en riguroso orden de turnos, toda la mesa fue girándose a mirarme, y dos porque la mesa era la de al lado, y aunque uno no quisiera, se enteraba de lo que estaba pasando. Además, la buena señora, no contenta con comentar y soltar una larga opinión negativa sobre la lactancia en sus conocidos, puso al día a una de sus contertulias, que había estado ausente un rato antes mientras ella repartía palomitas y todos me observaban dando el pecho a Rubiazo.
Pues a esta amable señora me gustaría decirle varias cosas, cosas que no le dije ayer porque íbamos con más gente, y porque sinceramente, no me merecía la pena. Sin embargo lo haré hoy, desde aquí, como un canto a LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN FORMA DE LACTANCIA y una ODA A LAS TETAS DE TODAS LAS MADRES DEL MUNDO.
 
               Querida señora cincuentona que va de moderna y megacuqui y que, sin embargo, carece de modales o al menos no entiende el respeto como a mí me lo enseñaron,
Me gustaría explicarle, tras apreciar su cara de sorpresa al verme sacar una TETA para alimentar a mi hijo de 21 meses en público, que el hecho de que mis hijos vayan vestidos iguales y su madre fuese a conjunto con ellos, no me exime del hecho de poder seguir una LACTANCIA PROLONGADA A DEMANDA. LA LACTANCIA Y LAS TETAS no entienden ni de modas ni de estilos, entienden de salud y modos de crianza, simple y llanamente. Siento romperle esquemas si creía que amamantar de manera prolongada era cosa de hippies. La verdad es que, si ha estudiado algo de historia o de ciencias, se trata de la forma más primitiva de alimentación que conoce el ser humano; piense que al fin y a la postre, somos mamíferos; sí, usted también.
También me gustaría comentarle que LAS TETAS SON INOFENSIVAS, NO ATACAN Y TAMPOCO HABLAN DE LOS DEMÁS POR PURO VICIO. Así que mi teta ayer sólo estaba alimentando a mi pequeño, en ningún momento la saqué de mi sujetador para cotillear, especular o pasar el rato criticando al personal; como le digo, sólo alimentaba a mi niño. Sí, el mismo que vio usted correr y hablar en su lengua de trapo con soltura. Ya ve, con lo grandote que es, debo ser una madre consentidora que está criando a su hijo en un entorno de vicios del que luego me costará sacarlo. ¡Ay, no! Eso en todo caso debería atribuírselo a usted y sus colegas de mesa, que a las 16:30 de la tarde iban por la segunda copa de alcohol y sin mucho ánimo de parar; para usted debe ser lo más normal, para mí no lo es y, sin embargo, no hice que mis amigos y mis hijos se girasen a contemplarlos beber mientras todos cuchicheábamos. ¿Sabe una cosa? Según la OMS y la AEP, dar el pecho hasta los 2 años de edad, como complemento alimenticio, se considera una inyección de salud en la infancia. Pregúnteles por la ingesta de alcohol, a ver si obtiene usted la misma respuesta. Quizá así pueda replantearse si la que hace algo erróneo no soy yo.
No quiero olvidarme de comentarle que, moderna como se le ve y con ese aspecto liberal que espero no sea pura pose, no entiendo como le afecto tantísimo ver una madre moderna con la teta fuera, y sin embargo no le escandalizaba, por ejemplo, el flirteo más que descarado que su compañera de mesa llevaba con todo camarero o bicho viviente con testosterona que se le acercaba a su mesa. A mi modo de ver, el pudor es algo más que lo que usted juzgó en mí, y la verdad, la actitud de su amiga estaba siendo mucho más denigrante y avergonzante, por lo desesperada que se le veía, que la mía al dar pecho a mi hijo. Pero la diferencia entre usted y yo, o entre su educación y la mía, fue, una vez más, que a mí no se me ocurrió hacer de eso un tema de charla, pues ni me iba la vida en ello ni me hubiera parecido de buen gusto. Por otra parte, entiendo que usted no irá a la playa mucho, ya que, por desgracia, vivimos en una sociedad en la que dar el pecho en público es un tema de polémica y expuesto a juicios para todos los gustos y, sin embargo, ir en top-less, o sea, con las tetas al aire, por la playa, ya sea paseando o jugando a las palas, es totalmente aceptado, moderno y normal. Y entiendo que a usted le harán cruces de colores los ojos con tanta teta al aire, ¿no?
Por último, he de decirle que me fui de allí con el gran pesar de no haberles deseado un "¡FELIZ DÍA DE LA LACTANCIA MATERNA!". Sin embargo, pensándolo bien, me alegro de no haberlo hecho porque dudo que usted o cualquiera de sus contertulios hubiese sido capaz de apreciar lo que la frase en sí significa: estamos celebrando la magia de la naturaleza, LA PLENITUD DE LA VIDA.
Así que desde aquí, lo que de verdad le deseo a usted y a tantos otros que ven la lactancia como algo bochornoso y primitivo es que, algún día, adquieran la virtud del respeto en el significado absoluto de dicha palabra, que tengan una vida tan plena que no sientan la necesidad de criticar al resto y juzgar todo aquello que vean, y sobre todo, que entiendan que ustedes están aquí porque hace millones de años hubo una madre prehistórica que alimentó a su primer antepasado a base de leche, que cargó a su hijo en brazos durante años y que vivió con naturalidad el milagro de la maternidad.
 
Atentamente,
La de la teta fuera, la misma que jamás ha criticado ni criticará a quien elija la leche de fórmula para la crianza de sus retoños.
 
CON M DE MAMÁ y L de LACTANCIA

Con C de CONFLICTO y G de GAZA (I)

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HABLEMOS DE GAZA...

"Analizar la situación en la que se encuentran Israel y los palestinos de la franja de Gaza desde el punto de vista de las relaciones internacionales es sumamente complicado. Ambas partes no están, a día de hoy, en similares circunstancias y por lo tanto no se puede esperar la misma respuesta de ambos.
Por un lado tenemos al Estado de Israel, con un concepto de estado similar al de los países occidentales, es decir es un estado de derecho donde impera la justicia y la democracia. Es un estado reconocido como tal por la ONU, aunque haya países de la misma que no reconozcan su existencia, y que está sometido a los convenios ratificados por sus sucesivos gobiernos.
Por otro lado tenemos los palestinos de la Franja de Gaza, un territorio que pertenece oficialmente a Israel, que está habitado por una parte del llamado pueblo palestino pero que no está gobernado por la Autoridad Palestina, el organismo que gobierna en Cisjordania y en gran parte de los campos de refugiados de palestinos, sino que está gobernado por una organización, Hamas, cuyo objetivo es la desaparición de Israel para recuperar los territorios que habitaron (y que compartieron con los judíos que allí vivían) y formar un Estado autónomo e independiente. A diferencia de otras organizaciones de corte islamista, Hamas no pretende la instauración de un califato regido por el Corán, sino que simplemente pretende ser un estado. Por eso, entre otras cosas, Hamas no es sólo la organización terrorista como mucha gente piensa que es. Es una organización política, social y armada. Dispone de hospitales, colegios, administración y de una milicia armada (no un ejército) para alcanzar sus objetivos.
En Israel la separación de poderes y la democracia permite y obliga a su gobierno a actuar dentro de los márgenes de la ley; en la franja de Gaza Hamas hace y deshace a su antojo.
En Israel el gobierno dispone de unas fuerzas de seguridad policiales y de unas fuerzas armadas muy potentes, quizás el ejército más eficiente y efectivo que exista, bajo el control del gobierno. Estas fuerzas armadas están desplegadas a lo largo de la frontera de Israel con Líbano, Siria (incluyendo la ocupación de los altos del Golán) Jordania y Egipto, y están preparadas para responder a cualquier agresión externa. Además están preparadas para apoyar a las fuerzas de seguridad en el control de los territorios de Cisjordania y Gaza.
En la franja de Gaza, Hamas, financiada mediante aportaciones de los estados árabes y de Irán, dispone de civiles entrenados para la lucha armada mediante las acciones directas de terrorismo indiscriminado y de un arsenal inmenso de cohetes que pueden alcanzar cualquier ciudad importante de Israel. Los cohetes de los que dispone Hamas no están actualmente a disposición de muchos de los ejércitos occidentales por dos razones fundamentales: la primera es que son caros, de adquirir y de mantener en condiciones de uso; y la segunda es que no son lo suficientemente precisos para cumplir con los protocolos de uso de un país occidental. La poca precisión hace que su uso contra cualquier objetivo urbano sea totalmente indiscriminado. Es decir, su lanzamiento consiste, en sí mismo, un acto de terrorismo. ¿Por qué Hamas dispone de este arsenal cuando la población de Gaza tiene que vivir de la ayuda humanitaria que le da la Comunidad Internacional? Porque no es un estado que se responsabilice de su población.
Para proteger a su población del lanzamiento de cohetes Israel dispone de un sistema muy eficaz llamado Iron Dome. Es un sistema que está permanentemente desplegado porque las ciudades de Israel están permanentemente amenazadas con los cohetes de Hamas (y de Siria, y de Hizbullá en Líbano, y de los palestinos que viven en Jordania, y…).
Hace varias semanas se produjo el secuestro y asesinato de tres niños (jóvenes, menores de 18) israelíes. El gobierno de Israel acusó a Hamas de estar detrás de este ataque y empleo todos los medios policiales a su alcance para detener a los culpables, y así lo hizo. Como represalia, un grupo radical israelí secuestró, asesinó y quemó a un niño (joven, menos de 18) palestino. El gobierno de Israel acusó a un grupo radical y empleó medios policiales para detener a los responsables, y los detuvo. Hasta aquí todo funcionó como en cualquier estado occidental. Entonces, ¿Por qué se ha producido la escalada de tensión? La respuesta está en las circunstancias de estos ataques y en la respuesta dada por Hamas. El secuestro de los Israelíes se realizó utilizando varios túneles de los que dispone Hamas para acceder a Israel. El gobierno de Israel decidió entonces acabar con estos. Pero en el momento en que comenzó la operación para su destrucción, y con el objetivo de impedírselo, Hamas incrementó su permanente bombardeo con cohetes. Israel, con el objetivo de proteger a su población lanzó una campaña de bombardeos para destruir los arsenales de Hamas. Esta campaña está dejando centenares de muertos palestinos, incluyendo mujeres y niños (creo que es importante señalar que todos los muertos palestinos son civiles, básicamente por que no hay otra cosa que no sea civiles).
La respuesta de Israel no cabe dentro del derecho internacional del conflicto armado. Si bien es cierto que no es un conflicto internacional, se desarrolla dentro del Estado de Israel, el gobierno de Israel está obligado a cumplirlo. Tampoco responde a la “responsabilidad de proteger a tu población”, principio por el que una coalición internacional actuó en Libia hace tres años. Puede que destruyan los arsenales pero los daños colaterales que están causando no son proporcionales a la amenaza que éstos suponen. Es verdad que si no existiese el sistema defensivo del que dispone Israel las bajas entre la población Israelí serían mucho mayores, pero a un estado democrático como es Israel se le puede, y se le debe, exigir que no provoque ninguna muerte que pueda ser evitada mediante el empleo de otros medios.
La Comunidad Internacional, con los países occidentales a la cabeza, debe exigir a Israel que los medios que emplee no provoquen ni una sola muerte innecesaria. Y esta misma Comunidad Internacional debe apoyar a Israel para que pueda proteger a su población.
A Hamas no se le puede exigir nada. Nunca ha cumplido nada, no se preocupa por su población, emplea escudos humanos, esconde sus arsenales cerca de colegios, hospitales y mezquitas, emplea métodos de violencia indiscriminados. Nada. Sólo se le puede decir que debe desaparecer. Sin embargo, a Israel hay que exigirle que no se deje llevar por la espiral de violencia y que no responda “ojo por ojo” (o diez ojos por cada ojo) y con los mismos métodos a Hamas.


Por último, TODA MUERTE EN CUALQUIER CONFLICTO ES INNECESARIA. Sólo la legítima defensa justificaría una muerte, pero incluso en la legítima defensa la fuerza empleada debe ser la mínima necesaria para defenderse."

ÉSTE ES EL ANÁLISIS PERSONAL DE UN MILITAR ESPAÑOL, COMANDANTE DEL EJÉRCITO DE TIERRA.

(CON M DE MAMÁ y G DE GAZA)

Con C de CONFLICTO y G de GAZA (II)

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HABLEMOS DE GAZA...

"Queridos alumnos:
La verdad es que no sé bien cómo explicaros esto… Seguro que habéis visto en la tele o habéis oído hablar de una guerra, de niños que mueren cada día en un sitio llamado Gaza. Oiréis algo sobre un lugar llamado Israel, Palestina… Y seguramente no entenderéis nada. Todos sabéis qué es una guerra, ¿me equivoco? Una guerra es algo que ojalá nunca tengamos que vivir. En una guerra no hay buenos ni malos. No hay vencedores. Todos pierden. Todos perdemos.
Antiguamente, y en algunos lugares todavía ocurre, la religión era muy importante. Sabéis que hay muchas religiones, ¿verdad? Las religiones no son malas ni buenas. Cada uno elige, si quiere, la suya. El problema es que en algún momento de la historia, algunas personas han decidido que por tener una religión u otra son mejores que los demás, o que un lugar les pertenece.O, simplemente, hay personas que piensan que hay religiones que no son válidas y que todos los que pertenecen a esa religión deben morir. Ahora mismo no me preguntéis porqué… yo tampoco lo entiendo.
Hace muchos años, en un lugar no tan lejano, había unos señores que pertenecían a la religión judía (los judíos) y vivían en un país que ahora se llama Israel. Un día, llegó un ejército que quería tener muchas tierras y les echaron de allí. Estos señores (y señoras, niños y niñas), fueron a vivir a diferentes lugares del mundo. Aprendieron a vivir en diferentes sitios. Cada uno pertenecía a un país distinto, pero todos tenían un sentimiento, una religión común: la judía. Trabajaban en lo que podían, estudiaban, unos eran muy buenas personas, otros eran normales, algún gamberro seguro que también habría… pero todos vivían con cierta tranquilidad.
Un día llegó un señor que mandaba mucho y decidió que no quería que los judíos vivieran en su país. Pero no contento con esto, decidió que quería acabar con todas las personas pertenecientes a esta religión. Empezó a matar a todos los judíos que encontraba, a todos esos que eran buenas personas, buenos niños, normales, o traviesos. Le daba igual que no hubieran hecho nada. Sólo quería acabar con ellos.
Muchos murieron, y otros escaparon a un lugar que sentían que era suyo. El lugar donde habían vivido sus abuelitos y abuelitas, y los papás de sus abuelos y abuelas. El caso es que cuando llegaron, en este sitio (que ahora es Israel) había ya muchas personas que llevaban también muchos años viviendo allí. Era un lugar muy pobre. Intentaron cultivar la tierra, y lo hicieron con ayuda de los que ya vivían allí y pertenecían, la mayoría, a otra religión. Eran musulmanes.
Cada vez eran más los judíos que iban a estas tierras. Y cada vez eran más los que intentaban sobrevivir en este trocito de tierra del que poco alimento podían conseguir. Pasaron los años y la convivencia empezó a ser imposible. Tenían diferentes costumbres, diferentes formas de pensar y algunos no entendían porqué había personas viviendo en la que creían que era su tierra. Otros países intentaron ayudar. Repartieron trozos de tierra para unos y otros, pero nadie quedó contento.
Empezaron entonces una serie de guerras para ganar territorio. Unas veces conseguían el territorio los judíos y otras veces los musulmanes, pero al final, lo importante, era siempre lo mismo: gente muriendo. Morían jóvenes, mayores y niños.
Yo no sé bien si la tierra es de las personas, o son las personas las que pertenecen a la tierra. Por una parte, parece que son las personas las dueñas de todo. Unas tienen mucho, otras tienen lo justo, otras no tienen ni lo necesario para sobrevivir… No acabo de entender que una playa sea de alguien, o de un grupo de personas. Tampoco comprendo muy bien por qué los bosques se compran y se venden. Las montañas, los ríos, las playas, los lagos… han estado siempre aquí. Vosotros lleváis 7 años… Yo 31… y sí, creo que mi casa es mía, porque la estoy pagando; pero ¿quién decidió que ese trozo de tierra que estoy pagando era suyo? ¿Os imagináis que llegamos  a la playa y decidimos repartirnos un trocito para cada uno? ¿Sería justo para los que vengan detrás de nosotros?
Creo que no os estoy resolviendo muchas dudas. Quizás porque afortunadamente, todavía tengo una forma de pensar parecida a la vuestra. Nosotros estamos aquí para unos años. La Tierra seguirá estando cuando nosotros ya no estemos. Las playas, los ríos, las montañas cambiarán, pero seguirán estando; y alguien decidirá que es suyo.
Eso es lo que está pasando en Gaza. Todos creen que la tierra es suya, y luchan por recuperarla. ¿Quiénes son los buenos? Seguramente todos los que quieren vivir en paz. ¿Quiénes son los malos? Seguramente, todos los que protegidos en algún escondite de Gaza o Israel, ordenan a otros que maten. Pero no lo sé.
Sólo sé que nadie gana. Sólo sé que está muriendo mucha gente. Mueren niños y niñas cada día. Normalmente, en las guerras, se atacan lugares donde no hay personas, donde no hay niños y niñas. Normalmente atacan sitios relacionados con el dinero. En esta guerra, hay un bando (que pertenece a ese lugar llamado Israel) que está matando personas, bombardeando hospitales y colegios, atacando lugares donde hay personas intentando esconderse de las bombas. Otro bando, (que pertenece a Palestina y que algunas personas que también mandan han decidido que son malos), atacan y se defienden de los militares.
Desde que nos conocemos, os estoy diciendo que los problemas se resuelven hablando, que no hace falta que seamos todos amigos, pero sí tenemos que respetarnos e intentar llevarnos lo mejor posible, ya que tenemos que convivir durante muchas horas. Y resulta que, después de estar diciéndoos todo esto durante tanto tiempo,  veis que los mayores no sabemos resolver nuestros problemas. Ese es el ejemplo que os damos.
Mientras os decimos que los problemas se solucionan hablando, que hay que intentar llegar a acuerdos que beneficien a todos, que no hay que pegar, que no hay que insultar, hay adultos que deciden que lo que hay que hacer para solucionar los problemas es matar. Siento deciros que no lo entiendo. Pero sobre todo me gustaría que supierais que creo seriamente en lo que os digo. Estoy convencida. La forma de solucionar los problemas, no puede ser nunca la violencia, porque la violencia es un problema, y los problemas no se pueden resolver creando problemas nuevos.
Creo en vosotros. Creo que tenéis que aprender a hablar, a arreglar las cosas. Confío en que un día, vosotros, no los alumnos de 2ºC, vosotros, los que ahora sois niños, los que tampoco entendéis nada, consigáis explicar a los mayores que las cosas se solucionan hablando. Confío en que vosotros, los de mirada inocente, los que sabéis cuáles son las cosas importantes de la vida porque todavía no se os ha olvidado (a muchos mayores se les olvida lo que realmente es importante), ayudéis a abrir los ojos a los que mandan. Les ayudéis a ver que la tierra no es suya. Que les hagáis descubrir que el agua que corre por el río no pertenece a nadie, sólo al río. Que los animales que están en la montaña, no pertenecen a nadie, sólo a la montaña, que esa tierra, el barro, los árboles… son de todos y de nadie, y que somos nosotros los que pertenecemos a la Tierra y estamos de paso.
Confío en que el trabajo que estamos haciendo con vosotros todos los maestros que todavía tenemos ojos de niño, sirva para contagiaros las ganas de cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mejor. En un sitio donde nadie se crea dueño de lo que es de todos, y en el que los problemas se solucionen hablando.

No es un trabajo sencillo, pero sólo vosotros  podéis hacerlo. Pensad lo que es justo, vosotros lo sabéis. No necesitáis que nadie os diga lo que está bien y lo que está mal. Lo sabéis mejor que los mayores. ENSEÑADNOS. Os toca dar una lección a vosotros. Enseñad al mundo que se puede convivir. Vosotros lo hacéis cada día. ENSEÑAD A LOS MAYORES QUE LA FORMA DE RESOLVER LOS PROBLEMAS ES EL RESPETO, LA TOLERANCIA, LA GENEROSIDAD. Enseñad a los mayores lo que el tiempo y los años les ha hecho olvidar."

ÉSTE ES EL ANÁLISIS PERSONAL, EN FORMA DE CARTA A SUS ALUMNOS ACTUALES DE 2º DE PRIMARIA, DE CRISTINA GARCÍA LUJÁN, FUNCIONARIA DE CARRERA Y MAESTRA TUTORA DE EDUCACIÓN PRIMARIA EN LA ESCUELA PUBLICA.

(CON M DE MAMÁ y G DE GAZA)
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